Bocadillo de currante y de ejecutivo

Cuando tienes un restaurante en un polígono industrial puedes cometer errores como este del cartel. Queda guapo, es llamativo, pero es casi insultante. Divide a los clientes que trabajan en el polígono en dos clases muy distintas. Los currantes y los ejecutivos. Y les ofrece unos bocadillos diferentes por su tamaño como si los ejecutivos tuvieran menos necesidad de empapuzarse y los currante necesitaran más madera para continuar con su trabajo. Al menos la bebida y el café o carajillo es igual en ambos casos.

Debo decir para que lo tengamos en cuenta sin decir el lugar del cartel, aunque apunto que es en la provincia de Lérida, y que el bocadillo es tan grande que hay que ser una persona muy voraz para comérselo sin despeinarse. Y que si hay dudas, yo os recomiendo el medio bocadillo para ejecutivos. Yo me pedí el bocadillo de currante y era de chorizo, y un día después todavía estoy recordándolo. Era una barra de palmo y medio de larga, rellena como vemos en la imagen de chorizo a la brasa y tomate mojando el pan por dentro. Un sacrificio, de verdad. La foto del grosor del bocadillo es real, no están movidos los chorizos para provocar.