Helado de boniato en Japón de la marca Häagen Dazs


Entiendo que os parezca imposible, curioso e incluso raro y un pelín asqueroso. Pero en Japón existe el helado de boniato. Y de marca conocida y de calidad. Helado de boniato, como si fuera helado de patata dulce. Cosas de fuera.

Bollito de pan sabor melón relleno de crema


Hay desayunos posibles que casi no parecen posibles. En Japón puedes tomar un café con leche acompañado de este bollito de pan de sabor melón relleno de crema. ¿Cómo te quedas? Pues efectivamente, con ganas de probarlo. Un bollito de pan con sabor a melón puede ser una guarrería, no lo sé, pero sin duda es muy original. Pero queda lejos, lo sé.

¿Cómo se cocinan los calçot catalanes al horno?


Es tiempo de calçot, esas cebolletas medio puerros medio ajos tiernos pero gruesos de los que los catalanes son tan buen conocedores y que van entrando en los mercados valencianos y aragoneses poco a poco. Sin duda un excelente plato, una maravillosa verdura para días de fiestas, aunque siempre en compañía de muchos y ahora por la pandemia, en solitario o en familia pequeña. ¿Y se pueden hacer en casa?

Si claro, y aunque no queden igual que a la brasa auténtica, pueden quedar parecidos. Los Supermercados CODIS han publicado este anuncio. Es muy simple. Se limpian de tierra, se cortan las raíces sin cortan el nudo que las sujeta, se corta algo de las puntas verdes y se salan. Se envuelven en papel de aluminio con abundante aceite de oliva extra virgen y se ponen al horno a 200 grados unos 40 minutos. 

De manera más rápida se pueden hacer en sartén con el aceite esperando a que las primeras hojas de fuera de cada calçot se pongas tostadas para servirlas a continuación. El gran truco de los calçot está en la salsa, y sin una romesco bien hecha es complicado imitar los sabores. Las hay comerciales que se venden en tienda. No es una salsa fácil ni barata, pero es el truco del sabor. Espesa, hecha con frutos secos y todo regado con unos buenos cavas o unos buenos vinos blanco del Somontano.

La fiesta japonesa del Ehomaki o Setsubun con un maki grande


Tal día como hoy 2 de febrero en Japón se come lo que vemos en la imagen, un Ehomaki, un maki enorme envuelto en hoja de nori que según la tradición se debe comer mientras se pide un deseo y se mira en dirección al punto cardinal que te vaya a dar suerte ese año y que se avisa con anterioridad, que varía cada año. Me cuentan que si lo haces no te olvida la suerte todo el año, cosa que tal y como están las actuales situaciones de todos con la puñetera pandemia, nos vendría bien, no? Que sí, que sabemos que es una superstición, pero como tantas otras ¿no? Se rellena de virutas secas de calabaza o de anguila ahumada, salmón, palito de cangrejo o de pepino o de setas shiitake cocidas con salsa de soja.

Para un ehomaki del que quieras aprovechar su poder de suerte, no debes cortar el rollo para no perder los beneficios de la suerte pues hay que comerlo de un bocado y sin pronunciar palabra ni ruidos con la boca, pero si es demasiado grande para comer, córtalo en 6-8 trozos y sírvelo con un poco de salsa de soja, wasabi y jengibre para sushi. La suerte según la tradición ya no será la misma pero al menos no te ahogarás. Algo es algo.

El 2 o 3 de febrero (dependiendo del calendario lunar), se celebra en Japón el fin de los fríos del invierno y, por tanto, la llegada de la primavera. La fiesta se llama Setsubun y aunque no es una fiesta laboral reconocida se celebra en los hogares como en España se celebra por ejemplo el Jueves Lardero. En esa celebración hogareña los japoneses tiran al aire semilla de soja al grito de: "Fuera los demonios. Que entre la buena suerte".

En realidad si se quiere hacer un buen Ehomaki debe contener los siete colores que simbolizan a Los siete Dioses de la Fortuna. Por eso debe llevar pepino, anguila, shiitake, zanahoria, tortilla japonesa, tofu y calabaza. Un poco de todo a tiras, entre el arroz del maki.