Melones hembra y melones macho. Mejor sabor y dulzura


En Japón los melones viene con sus propias indicaciones para tomarlos en su punto justo de dulzura, aunque algunos dicen que los melones tienen sexo (y puede que sea verdad) y que los melones hembra salen dulces y los melones macho salen más sosos y con menos sabor a melón. Y no es sarcasmo. Otra cosa es que salgan pepinos por no estar en su punto de consumo y estén todavía "verdes".

El caso es que en este melón japonés se indica hay que dejarlo a temperatura ambiente un par de días, y luego refrigerarlo unas horas para que tome la temperatura fresca de la fruta y entonces estará en su punto óptimo de consumo.

¿Les ha picado la curiosidad para saber cómo se distingue si un melón es macho o hembra? Veamos. Sí, hay melones machos y hembras, y estas últimas suelen tener mejor sabor. Para saberlo hay que fijarse en el "culo" del melón, en la zona que estaba más cerca de las raíces, del pedúnculo que unía al melón con su mata. Si tiene en esa zona unos círculos blancos como si fueran estrías, es hembra, además, cuantos más estrías tenga más dulce será. Los machos llevan estas estrías a lo largo de su piel en vez de en círculo.

Estas indicaciones sirven para los melones de España y me explico. El melón que vemos en la imagen lleva toda su piel esas estrías lo que dificulta su diferencia entre tipos de melones. Yo diría que es hembra, pero no entiendo de melones japoneses.

Churros con chocolate. Muy español. Aprende a elegirlos


Hay un producto gastronómico español que goza del reconocimiento de todo quien lo prueba y ese es… los churros para cualquier desayuno. Churros españoles con una taza de chocolate o con un café con leche, crujientes, calientes, no muy aceitosos, algo dulces si quieres pues para eso te ponen el azúcar aparte y sobre todo que estén recién hechos.

Por eso es muy complicado hacer churros en los bares, por eso y porque la técnica no es nada sencilla aunque solo lleven agua, harina y un poquito de sal en su composición básica. Hacer la masa es complicada o incluso hacerla bien es muy complicada. Tener el aceite a la temperatura de una churrería es difícil. Cada churrero tiene su "pequeño" truco para lograr los churros perfectos y de hecho no hay muchos sitios en donde se hagan bien.

¿Pero… qué tipo de harina y en qué proporción? ¿A qué temperatura exacta hay que añadir el agua a la harina? ¿A qué temperatura debe estar el aceite para freír los churros según su grosor?

Además no todos los churros son iguales, ni saben igual los churros que las porras aunque la masa sea la misma pero se fríen a distinta temperatura, ni son parecidos los churros andaluces que los de Madrid o los de Aragón. Incluso ni en forma y sabor. Cada zona tiene su punto, y si se hace crujientes y recién hechos, en todos los sitios, siendo diferentes, están de maravilla.

Una buena churrería se nota enseguida. Es muy fácil de reconocer. Es un local o camioneta que siempre tiene el aceite humeante pues eso indica que hace MUCHOS churros. La mejor garantía de una buen churrería es que haya gente comprando. Y si hay personas esperando, más mejor. 

¿Funcionan los churros congelados que se venden en supermercados? Pues seamos sinceros: NO. Son cómodos, pero no se ha logrado el punto. Tampoco las pizzas congeladas son iguales a las pizzas recién hechas en una buena pizzería. 

Tapas de bonito con cebolla caramelizada o de sobrasada con queso

Vamos a comentar dos tapas muy sencillas para presentar en el inicio de una comida entre amigos o familiares.
Son dos ejemplos sencillos y rápidos para intentar quedar bien con un pequeño cóctel de bienvenida. Y además de ser sencillas son fáciles y originales.

En el primer caso vamos a pochar una cebolla cortada en juliana, lentamente con un poco de aceite, algo de sal y un golpe de azúcar. A fuego bajo la dejaremos caramelizar lentamente, hasta que se nos vuelva blandita y trasparente sin que tome color tostado. 

Ahora montamos sobre una rebanada de pan tostado un poco de escabeche que sería mejor que fuera bonito en aceite o en escabeche. Encima pondremos un poco de la cebolla caramelizada y lo cubriremos (en el momento de sacar a la mesa) con una simple patata frita tipo chic, de las de bolsa. Más sencillo imposible.

En el segundo caso de tapa rápida, mezclaremos a partes iguales y de forma irregular, no totalmente mezclado, la misma cantidad de sobrasada o de paté de chorizo junto a queso blando tipo Filadelfia. 

Sobre una rebanada de pan tostado montamos (casi en el momento de servir para que no se ablande el pan) la pasta obtenida y pondremos encima de cada tapa una aceituna sin hueso o un pepinillo pequeño o una cebolleta en vinagre.

Dos tapas muy sencillas de hacer para hacer boca antes de comer más en serio. Si no tenéis la posibilidad de hacer un cóctel de entrada, sirve perfectamente un cava o un vino blanco tipo Fino o Manzanilla.

Helado crujiente de cuatro quesos con miel y nueces


Entramos en tiempos de helados, y hay que probar los nuevos sabores, la diferentes presentaciones que cada año algunos fabricantes nos ofrecen. Este helado es de Japón, no se puede comprar (creo) en España todavía, pero todo es esperar un poco. Helado crujiente de cuatro quesos con miel. 

De la marca Häagen Dazs es previsible que estos helados en forma de sandwich se vayan repartiendo si sus sabores entran bien en los consumidores. En casa se puede hacer un helado similar para servir en copa si puedes hacer helados con heladera. Y con unas nueves por encima, normales o de pecán, está delicioso. Y si no te quieres complicar mucho la tarde puedes comprar ya hecho un helado de tarta de queso (lo venden distintas marcas) al que le puedes añadir por encima la miel y las nueces. No será idéntico, pero te resultará muy similar.

Historia de la patata y sus dificultades para ser admitida


La patata Early Rose oblonga, la que lleva una raya rosada en la carne se convirtió en una de las patatas mas exitosas de finales del siglo XIX. 

Os dejo un texto del año 1884 en donde se habla de esta patata, de la patata en general y de su llegada a Europa, de las dificultades de sus primeros cultivos y como fue un producto del que hoy no sabríamos prescindir pero que en sus inicios costó mucho de ser aceptado en las mesas de entonces, pues se consideraba casi venenosa y aburrida.

La patata proviene del Sur del Perú y el Norte de Bolivia en donde hay constancia de su producción hace unos 10.000 años.

El takoyaki, pulpo en bolitas fritas o asadas con masa de harina y jengibre


El takoyaki (Tako=Pulpo Yaki=a la plancha) es una comida japonesa de las que se venden por las calles, unas bolas del tamaño de pelota de pin pon, muy calientes a base de una masa de harina con huevo y agua a la que se le añade pulpo cocido y se van cocinando formando esas bolas con unos palitos y una técnica que los japoneses dominan maravillosamente. Y que se sirven con una salsa propia tipo a las de barbacoa occidental o una mayonesa propia. 

En la calle las van haciendo en unos aparatitos especiales tipo plancha sobre el fuego donde colocan la masa dentro de una especie de plataforma con huecos tipo huevera en donde van dando vueltas al conjunto hasta formar con el calor unas bolitas como fritas o casi asadas. En la masa llevan también jengibre encurtido muy picado y algunos trozos de alga. 

En la calle te lo sirven en bandejitas cerradas para que conserve el calor y la salsa envolviendo el takoyaki. Información de nuestro corresponsal en Japón, Ruben PR que todo hay que decirlo, se está comiendo Japón como si no hubiera un mañana. Cuidadín con no querer pesarse.


Arroz meloso de chorizo y longaniza. Arroz aragonés


Pocos productos alimenticios tienen tantas posibilidades como el arroz. Es barato, es rápido y fácil de cocinar, tienen diversas cocciones, innumerables formas de presentarlo, y el arroz es una gran fuerte de energía fácil y barata para sociedades con pocos recursos. Casi todos los países adoran al arroz tanto por su facilidad de consumo como por sus muchas opciones para presentarlo y cocinarlo. E incluso para los cocineros nuevos de casa y soltería es un producto fácil que permite explorar, practicar e innovar.

En la imagen vemos un arroz meloso de chorizo y longaniza. Un plato aragonés cocinado como una paella melosa (para entendernos) pero no caldosa. No es un arroz seco, pero tampoco es un arroz caldoso ni tampoco una sopa de arroz.

Al sofrito le añadimos un picado desmenuzado y sin tripa de chorizo y de longaniza que ponemos a cocer junto al arroz y el caldo sus clásicos 18 a 20 minutos. Los embutidos en fresco y desmenuzados se refríen un poco con algunas verduras y tomate y en el último minuto se le añade el arroz a refreír un poco y luego el caldo que puede ser de pastilla pues los sabores ya salen reforzados con los embutidos.

Si ese caldo tiene un chorrito de vermut o de vino rancio, todavía mejor. Y si a la cocción de arroz le añades una ramita de tomillo o de romero, logra unos sabores de campo que son maravillosos. Un poco de cebollino o perejil para decorar y a servir caliente.

Tortilla de patata o española. Trucos y técnicas


Hay una seria equivocación con la tortilla de patatas o española que deberíamos ayudar a corregir. Lo importante no es tanto con o sin cebolla, como saber el punto de cocción. Ese es la cuestión del éxito. Una tortilla de patata tiene que tener la patata muy muy blandita y nunca ser un cartón que sobresale en dureza del conjunto de la tortilla. Y además debe estar muy justa hecha, suave, blanda, jugosa. Prohibido comer ladrillos cuando nos sirven una tortilla española. 

Es verdad que no a todas las personas les gusta el huevo crudo, casi crudo. Y también es verdad que excepto en tu propia casa, ya ninguna tortilla de patatas lleva huevo crudo y batido si es de bar, restaurante 
o supermercado. Pero se debe y se puede hacer una tortilla de patatas jugosa y sin que el huevo esté crudo si no te gusta la sensación de "poco" hecha.

La patata tiene que ser elegida para cocer, unas patatas de las variedades Kennebec, Monalisa o incluso Agria sirven perfectamente. A la hora de freír la patata hay diversas técnicas. Siempre a baja temperatura  para que se frían y a la vez se cuezan, y se puede añadir una cucharadita de agua al aceite de oliva cuando están las patatas con el calor. Yo prefiero que no se doren las patatas, pero para eso hay gustos y modos.

¿Quieres que te quede "casi" sin cuajar cuando haces la tortilla? Pues a los huevos de la tortilla añádele por cada cuatro huevos una yema de más, sin la clara. De esa forma sube la temperatura a la que se cuaja el huevo y se necesitará más calor para cuajar la tortilla y te quedará más melosa. Insisto que esto va en gustos. 

En tiempos viejunos a la patata en algunos sitios del Norte de España le añadían pimiento rojo picante para que cogiera más sabor, en lugar de la clásica cebolla o ajo. Es otra opción que refuerza sabores y logra una tortilla de patata diferente.

¿Y si me sale excesivamente jugosa por dentro? No pasa nada, 30 segundo de microondas y queda cuajada, pero no es lo recomendable aunque sirva para eso.

Tzatziki con habas crudas y garbanzos. Y un toque dulce con cerezas


El Tzatziki es una sopa (si le añadimos agua a la salsa) o una salsa griega y turca que con diferentes nombres también es habitual en la India, Bulgaria o en la zona de Irán, y que se toma con pan o crudites de verdura. En este plato de aperitivos para provocar sabores distintos y de esa forma entrar a una comida con un juego de variedad de sabores es la crema blanca que vemos en un lateral. Una salsa de yogurt con pepino, ajo muy picado, un toque de pimienta, menta picada muy fina y algo de limón conforman el 
tzatziki ysi se quiere se puede añadir algunos frutos secos.

En el mismo platito hemos puesto junto a este tzatziki que es ácido, unas cerezas que son dulces, una lámina de champiñón crudo con unos golpes de pimienta, unos variantes con guindilla para tocar sabores algo picantes, unos garbanzos cocidos de conserva para dar una textura distinta y unas habas frescas crudas para poner algo crujiente y con un frescor natural. Un poco de pimiento rojo, algo de maíz y unas olivas puedes terminar de hacer una mezcla de sabores y texturas que ayudan a sorprender como entrante.

Como podemos ver son productos muy sencillos de encontrar en el supermercado, y muy fáciles de preparar en un platito a modo de aperitivo algo distinto.


Si lo queremos convertir en un primer plato a modo de ensalada, con un añadido de unas anchoas, de unos filetitos de manzana ácida o unos filetes de salmón ahumado logras algo más contundente.

Ensalada de quinoa cocida. Cómo cocer bien la quinoa


Esta ensalada lleva quinoa que es una semilla que actualmente ya ha entrado en nuestras cocinas como si fuera un arroz, unas lentejas o un couscous. Pero para cocerla hay que utilizar algo más que ponerla en agua en una olla, o nos quedará muy insípida. Hay varias formas de trabajar la quinoa, que vamos a dejar en tres que serían las más simples.

Normalmente la quinoa ya viene lavada de fábrica para quitarle la saponina que puede ser algo perjudicial en altas cantidades, y para quitarle el amargor. Lo indica en el envase, pero si tienes duda, lávala en agua abundante.

A partir de ese punto puedes simplemente cocerla en agua con sal en una proporción de 1 de quinoa y 2 de agua (como mucho, mejor algo menos) y dejarlo a fuego lento unos 15 minutos. Pruebas a partir de esos 15 minutos si te gusta la textura y puedes subir el tiempo hasta los 18 a 20 minutos. 

Otra opción es cocer la quinoa en agua con caldo de verduras o de carne el mismo tiempo que antes, para lograr más sabor. O en agua con una chorrada de salsa de soja o en agua con una pastilla de sabor.

Y una tercera opción es refreír la quinoa en crudo antes de cocerla, como se hace con el arroz en algunas recetas y antes de ponerla a cocer, para reforzar sus propios sabores.

En todos los casos la quinoa no debe quedar una pasta blanducha sino un producto algo crujiente, poco pero algo. Por eso la cocción debe estar entre los 15 y a lo sumo 20 minutos. Al terminar la cocción no pasar por agua fría, sino colar y escurrir y expandir en una bandeja para que se enfríe.

Con la quinoa ya cocida y reposada, aireada con un tenedor, podemos hacer multitud de platos. En este caso una ensalada con aguacate, tomate, lechugas y aceitunas. Una vinagreta simple o con un toque de mostaza y a disfrutar de lo sencillo. 

Seis Cosas de las fresas que tal vez no conocías

¿Sabías que a las fresas le encanta un toque de pimienta blanca recién molida por encima?

¿Sabías que una menta picada encima de unas fresas realza sus sabores?

¿Sabías que a unas fresas limpias y cortadas por la mitad, con un poco de azúcar por encima y un chorrito de vino dulce o un Jerez, un vermut o un vino rancio, incluso con un vino blanco del habitual, las conviertes en un postre distinto, a las dos horas de madurar dentro de esta poción casi mágica?

¿Sabías que unas fresas cortadas a láminas gruesas pasadas por la sartén o la plancha unos segundos y puestas encima de una carne de cerdo se complementan de forma espléndida?

¿Sabías que es muy sencillo plantar fresas en casa, en macetas con las propias semillas de la piel de los frutos, desde la primavera, y puedes estar varios años recogiendo fresas de tus propias plantas?

¿Sabías que un picadillo fino de jamón de York y queso, mas fresas picadas al mismo tamaño, encajan muy bien sobre un pan tostado, con o sin salsa mayonesa?



CocaCola con jengibre en Japón


Los sabores gastronómicos de los productos comunes cambian según los países, las zonas geográficas. Aquí vemos desde Japón una CocaCola con jengibre de McDonald's que la sirven en los locales o con la comida para llevar a casa.  Un sabor de la CocaCola que se suma a la de cereza que ya lleva años entre nosotros con desigual éxito de ventas. No es fácil lograr que estos nuevos sabores puedan entrar comercialmente en países nuevos, pues la producción tiene que ser alta y no siempre tienen relación con su venta posterior. Pero la globalización juega a favor de que estos sabores vayan llegando poco a poco a Europa. Empezó como una edición limitada para Australia y luego Japón, pero de momento no hay decisión para ampliarla a otras zonas.

Chipirones rellenos con salsa de pimientos del piquillo


Unos chipirones o calamares pequeños, enteros y rellenos, es uno de los platos más agradables y suculentos que podemos prepararnos. Hay que vaciarlos y limpiarlos bien, pero sin quitarles la piel exterior pues da sabor aunque en muchos sitios la quitan dejando al chipirón desnudo y blanco.

Picamos las patas y aletas del calamar y las pochamos con cebolla, pimiento y algo de tomate, dejándolas cocer en esa salsa unos 20 minutos a la que habremos añadido algo de caldo de pescado y un poco de vino blanco. 

También le podemos poner al relleno algo de huevo duro picado e incluso hay quien añade jamón piado muy fino o bacon picado al guiso de las patas y aletas del calamar. Yo prefiero que en este caso sea todo pescado. Si queremos reforzar el sabor podemos hacer un caldo de pescado potente para este relleno.

Con este pochado ya guisado de las patas y aletas rellenamos el interior del calamar y ponemos un palillo al final para cerrarlo, y así evitar que se salga el relleno. 

A la hora de servir, pasamos el chipirón relleno por la pancha para dorarlo unos segundos, sabiendo que el interior ya está cocinado y que ahora se trata de una cocción rápida para la propia carne del chipirón. 

Tenemos preparada una salsa de pimientos del piquillo con tomate y cebolla que habremos pasado por la batidora para ponerla de cama y un poco por encima de los calamares. Y un picado de cebollino para terminar. También si quieres algo rápido lo puedes servir con un picado de ajo y perejil por encima. Pero siempre bien caliente, recién sacado de la plancha.

Hay que advertir que deben ser chipirones o calamares pequeños, pues si son medianos o grandes con pasarlos por la plancha unos segundos no sirve, pues quedarán duros o crudos por dentro, y en ese caso es mejor cambiar el orden de las cocciones y guisarlos una vez rellenos sobre 20 a 30 minutos en una salsa de tomate y pimientos del piquillo. En este caso se debe evitar la cocción de las patas con el relleno, pues con una sola cocción ya sirve. 

¿Qué se comía hace 3.00 años en el trabajo?


Ya sabemos que la comida preparada, la comida que se lleva al trabajo si este pilla muy lejos de casa es algo que se lleva practicando desde hace más de 3.000 años tras detectar en una cueva mina austriaca de cobre, restos de la Edad de Bronce con comida preparada que no eran productos de esa misma zona en concreto. 

Se han encontrado restos de frutas, de frutos secos, de cereales, pero no había restos de haberlos pelado, limpiado o cascado en el lugar, lo que indicaría que se tuvieron que llevar hasta ese lugar de trabajo duro ya preparados los alimentos, para servir de alimentación en el puesto de trabajo. Ni tampoco se han encontrado las herramientas que se deben utilizar para moler o descascarillar los cereales.

Se han encontrado restos de lentejas, trigo, centeno, mijo, nueces, manzanas, moras, fresas, cerdo, ternera y cordero. En los estudios se ha detectado que los cereales los mezclaban con algún líquido, posiblemente leche formando una especie de sopas espesas. 

La idea principal de estos análisis es que este tipo de comida por su calidad no se traía desde el hogar por el mismo trabajador, sino que posiblemente se repartía en el lugar del trabajo ofrecido por la empresa, pues no parece habitual en esos lugares y épocas utilizar las lentejas o el trigo en las comidas habituales del hogar, pues eran consideradas como productos caros. 

En aquellos tiempos era más habitual el consumo de alubias, habas y guisantes que dejaban secar o que chamuscaban ligeramente al fuego, para poder conservar las semillas durante todo el año, entre cosecha y cosecha.

Aperitivo o tostada de salmón, picante o dulce. Muy sencillo


Los aperitivos o los llamados entrantes sirven para eso, para entrar a la comida, para charlar o charrar mientras tomamos conciencia de que es muy bueno el diálogo, la compañía en la mesa, rodeados de un tiempo de calma y de compartir. Así que empezar con unos sencillos aperitivos es una buena manera de comenzar la velada. Os propongo algo muy simple, sencillo y sin técnica. Y además con sorpresa. No hay que cocinar nada.

En unos panes tostados, de molde y a ser posible con semillas, tostados por nosotros quedan mejor, los vamos a cortar en dos o tres trozos, para servir dos tipos distintos de aperitivos de salmón, que parecen iguales pero que no lo son.

En un pan pondremos un poco de salsa de tomate pochado con cebolla y picante. Puede servir cualquiera de esos tomates o salsas de tomate que ya vienen picantes para nachos o similares. Y así no tienes que cocinar.

En el otro trozo de pan vamos a poner la misma cantidad de tomate pero en mermelada, dulce de tomate comprado ya hecho en conserva. Muy sencillo en ambos casos.

Y encima de ambos panes ponemos una loncha de salmón ahumado, mejor si es de una cierta calidad y algo grueso, por lo que hay que huir si es posible de los sobrecitos de 80 gramos, pues son excesivamente finos.

Para diferenciar ambos aperitivos ponemos una rodajita de pimiento de colores, o cualquier tontería al uso.  Nada más fácil para lograr dos presentaciones iguales, que pueden confundir, pero con dos sabores tan dispares. Uno picante y otro dulce. ¿Cuál les gusta más a tus invitados?

Buffet de tapas españolas para comenzar una comida lentamente

Nada más socorrido, nada más original, moderno y apetitoso que servir en la mesa para comenzar la comida una pequeña muestra de tapas españolas, degustaciones pequeñas de diferentes platos que combinen en color, en sabores, en productos. De esta manera alargaremos la velada, empezaremos lentamente la comida y favoreceremos el diálogo en la mesa.

Aquí y como muestra hemos puesto una rodajitas de longaniza a la plancha con un poco de mermelada de higo verde, unos filetes de jamón serrano tras pasar unos segundos por el microondas para endurecerlo y puesto sobre una rodaja de tomate, otro poco de tomate picado servido con dos medias alcachofas de lata y una vinagreta de perejil o unos simples frutos secos en cóctel, que todos ellos sirven como muestra de diferentes tapas españolas para un aperitivo con ganas de ser degustado mientras hablamos de lo humano y lo divino.

Casi todo sirve si sabemos elegir los productos para realizar las tapas españolas con imaginación.

La presentación de las tapas en pequeños platos o encima de cucharas, la elección del producto y de la salsa y el contraste de sabores e incluso de temperaturas garantizan una presentación de tapas adaptadas a todo tipo de mercados.

¿Bebida? Desde el clásico vermut a una buena cerveza por ejemplo ipa, a un buen vino blanco fino o del Somontano, un agua con gas o un bitter. 

Pasta guisada y no cocida, con pescado y langostinos


No siempre la pasta debe ser cocida y tras esos minutos de cocción en agua con sal añadirle una salsa a nuestro gusto. Hay otros métodos o técnicas para cocinar una pasta guisada y que ofrecen más posibilidades, reforzando el sabor. La más sencilla es cocinar la pasta del tipo que sea como si estuviéramos haciendo un arroz tipo paella.

Necesitamos un refrito de pimientos, tomate, ajos y/o cebolla. Y en este caso unos trozos de bacalao o merluza o cualquier otro pescado que tengamos por casa, junto a unos langostinos pelados. Los añadimos y los refreímos un minuto. 

A continuación añadimos a la olla del sofrito medio litro de caldo colado que hemos hecho antes con las cabezas de los langostinos y cualquier añadido que deseemos, por ejemplo una patilla de caldo concentrado o unos trozos verdes de la cola de una cebolla, algo de tomate concentrado o pimiento choricero, etc. El doble de cantidad de caldo que de pasta, pero también esto es aproximadamente.

En cuanto todo empiece a hervir añadimos la pasta y dejemos hervir a fuego mediano entre 8 y 15 minutos dependiendo de las indicaciones de cada tipo de pasta. 

Podemos lograr un plato de pasta seca, o melosa con algo de caldo, o totalmente caldosa sin llegar a ser una sopa, dependiendo de la cantidad de caldo que vayamos añadiendo a la pasta en la cocción. Hay que servir casi al instante de terminar el tiempo de cocción para que la pasta no se hinche en exceso. Pero tampoco es una norma de obligado cumplimiento. 

Lo cierto es que habréis conseguido una pasta mucho más sabrosa que si simplemente la cocéis con agua y le añadimos una salsa por encima, aunque la dejemos unos minutos cociendo finalmente con la salsa.

La Peninsular. Cartel curioso de local restaurante


Hay locales gastronómicos o de hostelería en donde desde el nombre a sus iconos o símbolos, sus logos y marcas, sus colores y formas indican claramente no solo dónde estás, sino incluso qué puedes encontrar en su interior. Se decoran de sentimientos, de brillos interiores, y son para "sus" clientes lo que abre la puerta a turistas y similares y se la cierran a los que no comulguen con sus ideas de estética.

Este local es un bar restaurante de Barcelona aunque no lo parezca, un local muy frecuentado en la Barceloneta que ha querido mantener su decoración de siempre, aunque ahora parezca casi imposible en la Barcelona actual. Sus tapas tienen fama por sabrosas, sus paellas y alguno de sus postres, pero si está aquí no es por eso sino por la decoración de este cartel, viejuno pero que marca personalidad.