Salsa mayonesa especial. Cómo cambiar la salsa mayonesa de gusto

La salsa mayonesa es una clásica muy sencilla de hacer en casa.
En una batidora ponemos un huevo entero en el vaso (bien seco y sin nada de agua), y cubrimos de aceite. Ponemos el brazo batidor y empezamos a batir, añadiendo a continuación chorrito de aceite hasta que se forme la emulsión del huevo con el aceite. No falla nunca. O casi. Algo de sal y a servir.
Pero a veces necesitamos una mayonesa algo más especial, para ensaladas o pescados por ejemplo.
A la mayonesa le podemos añadir limón, unas gotas de vinagre blanco, como base.
Pero si a la vez que el huevo ponemos un par de dientes de ajo pelados y laminados, habremos creado una salsa ali oli casi perfecta, y muy sencilla y rápida.
También podemos añadir a la mayonesa medio vasito de yogurt para hacerla algo agria y menos aceitosa.
O una cucharilla de salsa mostaza.
Con una cucharada de salsa ketchup más un chorrito de brandy tendremos casi una salsa rosa.
Si le añadimos una cucharadita de alcaparras finamente picadas más otra cantidad igual de cebolla y otra de pepinillos tendremos casi una salsa tártara.

Sardinas o madrillas fritas al tomillo

Las sardinas frescas son un alimento maravilloso por sabor y precio. Es mejor que no tengan un tamaño grande, pero todas sirves si estas bien descamadas.
Este plato se puede hacer también con madrillas, que son unos peces de río de tamaño pequeño.

En una sartén ponemos un par de cucharadas soperas de aceite de oliva y añadimos 4 ajos enteros y una ramita de tomillo a freir. Cuando los ajos hayan tomado color los retiramos junto a la ramita de tomillo.
Habremos pasado por harina las sardinas enteras, simplemente limpias de tripas. Poner muy poc sal al pescado.
Freimos en ese aceite las sardinas o las madrillas hasta que queden crujientes.
Retiramos.
En otra sartén ponemos a dos cucharadas de aceite (pueden ser las de la fritura, pero coladas) un ajo picado fino, otra ramita de tomillo pero esta vez sólo las hojitas, más media hoja de laurel y media guindilla; cuando empiece a tomar color el ajo le añadimos el zumo de un limón y una cucharilla de vinagre blanco.  Dejamos que empiece a hervir y en ese momento se vierten sobre el pescado que estará esperando en una fuente.
Se puede tomar caliente o templado.

'Cocineros por el mundo' en en Canal Cocina

"Hemos dado una vuelta de tuerca a un formato muy conocido y de gran éxito en televisión, y este verano estrenaremos Cocineros españoles por el mundo".
De esta forma ha anunciado la directora de Canal Cocina, Mandi Ciriza, la principal apuesta del canal para la temporada estival, cuya programación ha sido presentada hoy.
"Viajaremos a 22 destinos diferentes y estaremos con cocineros que hacen comida española por el mundo", ha comentado en un encuentro con los medios al que ha asistido Vertele.com.
De esta manera, Cocineros españoles por el mundo viajará a lugares como Dubai, donde conocerá al cocinero Ángel Zapata y su restaurante Ossian; Tokio, donde Gerome Gilbert es encargado del restaurante Carme Ruscalleda; o Los Angeles, donde conocerá la experiencia de Luis de Casas como propietario de Tiger.
"Conoceremos a los 'delfines' de los grandes cocineros españoles"
Cocineros españoles por el mundo viajará con ellos desde el viernes 9 de julio (10:00, 15:30 y 21:30 horas) y mostrará dónde trabajan, cómo viven, así como su forma de interpretar y ofrecer la comida española.
Además, el canal dará a conocer las delegaciones culinarias de grandes cocineros españoles de prestigio internacional, como Carme Ruscalleda, Santi Santamaría, José Andrés, Jordi Vallés o Alvar González. "Son los ‘delfines’ de los grandes nombre de la cocina en nuestro país", ha comentado Ciriza.

Gazpacho con frutas de temporada. Gazpacho diferente.

Todos conocemos el clásico gazpacho con tomate, pepino, pimiento verde y/o rojo, cebolla, ajo, pan duro, aceite y vinagre más sal. Con diversas variables es el clásico.
Pero hay más formas de hacer gazpacho.
Al tomate bien maduro (sirve el de lata, sin freir, al natural) se le puede añadir en una proporción de doble de tomate que de fruta: cerezas sin hueso (maravilloso), sandía (refrescante), melón (más dulce que con el pepino), manzana ácida (diferente).
A estos dos componentes (tomate más la fruta) no les encaja muy bien ni el ajo ni el pimiento verde, y con reservas el pan. Añadir algo más de aceite de oliva para que el gazpacho emulsione algo más y serviri bien fresco. Y no olvidar la sal y probar antes de servir, pues la sal encaja según gustos en más o menos proporción.
Se puede servir en dos copas sobre un plato, quedando muy bonito en el servicio al ser dos sopas frías de distinto color y sabor. Decorar a tu gusto con tomates cherry o con un poco de cebollino o unas olivas sin hueso sobre el plato.

Alberjes, ciruelas y cerezas de verdad

Hoy he tenido la gran suerte de poder degustar (un hartón más bien) alberjes (albaricoques), ciruelas rojas y cerezas recién cogidas de los árboles, maduras y frescas de la mañana.
Una auténtica maravilla.
Ha sido recordar los sabores ya perdidos, nada que ver con la fruta que se vende en mercados. La fruta que se vende hoy, se recoge muy verde de los árboles para que dura más días entre la comercialización y los puestos de venta, para que no ofrezca manchas ni muescas, pues si no, nosotros mismos no las compramos.
A cambio perdemos totalmente el sabor, su textura, incluso su olor característicos.
En el caso del alberje y de las ciruelas rojas, la diferencia es brutal. Nada tienen que ver unos alberjes maduros con los verdes que podemos comprar.
No hay nada más que hacer. Si se vendieran tal y como yo los he podido probar hoy, no los compraría nadie por el sistema de comercialización actual. 
Seguiremos buscando amigos que cultiven en sus huertos esas maravillas. Por cierto, eran de El Burgo de Ebro, Zaragoza.

Vaina del Jiloca. Un cóctel sencillo


En una coctelera se mezcla el contenido de un vaso de los de agua de vino tinto (de uva garnacha si es posible) con medio vaso de vermú blanco. Le añadimos luego la yema de un huevo, una cucharada sopera de cacao y una cucharada de azúcar.

Se agita muy bien para mezclar y se sirve en copa de cóctel, decorada en el canto con cacao en polvo.

Una bebida muy sencilla de hacer y con ingredientes que todos tenemos en casa.

Artículo sobre el bacalao maravilloso; bacalao sencillo y rápido o bacalao creativo

Alguna vez me he imaginado la escena: alguien se compromete a preparar una comida para la familia, o para unos amigos, y pasa revista a lo que hay en la despensa; se encuentra con que no hay más que unos ajos, unas guindillas, aceite de oliva... y bacalao.
Lejos de desanimarse, ni de salir disparado a buscar más cosas, concibe un plan. Y lo ejecuta. Resultado: una de las cumbres de la cocina cristiana de Occidente, el bacalao al pil-pil.
Hoy nadie concederá la condición de 'creativo' al plato. Pero, realmente, ¿cabe mayor creatividad? Bien es cierto que, a diferencia de la creatividad actual, fruto casi siempre de la reflexión y la investigación, se trata de una creatividad vieja como la cocina: la que viene dada por la necesidad. Cuando uno se ve apurado, discurre; dicho en latín macarrónico, "intellectus apretatus discurret qui rabiat".
Si lo vemos así -ya, ya sé que no fue así, aunque nadie parece saber a ciencia cierta cómo fue-, habremos de aceptar que, de alguna manera, el bacalao al pil-pil es un milagro.
Pero es que el propio bacalao es un milagro. De él escribió Manolo Vázquez Montalbán que es un elemento "nacido pez, convertido luego en cartón y recuperado para la gastronomía por el procedimiento del remojo".
En efecto, es un caso flagrante de resurrección de una momia -la referencia a Camba y su "momia pisciforme" es, al hablar de bacalao, obligada- que, en su nueva vida, al contrario que las momias cinematográficas, es muchísimo más apreciable y apreciada que en la primera.
El bacalao fresco es una cosa de lo más insípida. El bacalao que ha cumplido su ciclo post mortem de manera correcta es una fuente de placeres gastronómicos a los que nunca pudo aspirar antes de ser pescado, salado y remojado.
Hay mucha gente que no puede con el bacalao. Lo entiendo. Durante bastante tiempo, pongamos que veintitantos años, yo milité en el bando de los enemigos del bacalao. No podía ni olerlo. Por fortuna, tuve mi propio camino de Damasco, en el que me fue revelada la gozosa nueva de que el bacalao era una cosa que podía estar muy rica.

Bocadelias o rellenos para bocadillos y tostadas de pan

Los hay de marca o blancos, de varios sabores y texturas. Pero todos estos inventos de rellenos para tostas o bocadillos son unos productos buenos y conseguidos para cenas o meriendas rápidas, para comidas divertidas, para jóvenes y niños. Y para ancianos que necesitan productos blandos.

Pero también se puede hacer en casa de forma muy rápida y sencilla si queemos algo todavía más especial y personal.

Básicamente es un producto principal (atún de lata escurrido, pollo que ha sobrado finamente picado, jamón cocido) más unas verduras pochadas en microondas y finamente picadas más un aglutinante que le de unidad y humedad. Por ejemplo tomate frito, una cucharadita de mayonesa, el aceite del atún, etc. 
Y si se quiere un añadido más especial, sirve huevo finamente picado o aceitunas sin hueso, pepinillos, unos pimientos del piquillo, alcaparras, una cucharada de yogurt, una sardinilla picante de lata, algo de surimi. 
Todo debe quedar jugoso y muy fino, para poder huntar sobre una tostada de pan o sobre un bocadillo. Y a saborear con un buen pan crujiente.
Y que no se nos olvide que también se puede servir sobre una rebanadita de pan tostado, a modo de tapas con muchas más variables posibles.

Cómo hacer pacharán casero de forma muy sencilla

No es tiempo de hacer pacharán, pues hay que recoger los arañones o endrinas para octubre, pero puede ser tiempo de abrir las botellas del otoño pasado y de recordar cómo se hace el pacharán en casa. Es muy sencillo y si vas al campo a recoger los frutos, muy entretenido.

Hay que recoger los arañones cuando empiecen a arrugarse un poquito. Algo complicado pues es una fruta salvaje muy buscada y la cogen de la mata antes de que esté madura del todo. Si no está bien madura la fruta, saldrá el pacharán menos rojo.

Una vez recogidos los arañones o endrinas (se llaman de las dos formas) se lavan y se reservan. Cuidado con pincharte al recoger los frutos, pues las ramitas son muy duras y traicioneras.

Se compra anís semiseco o seco (el dulce da una bebida empalagosa para mi gusto) y que sea de calidad. Por cada ¾ de litro de anís hay que poner dentro de la botella de cristal un vaso de los de agua lleno de arañones. Añade luego media docena de granos de café y una ramita de canela. 

Se cierra bien la botella y se deja a oscuras, dando una vuelta a la botella cada semana (más o menos) para que se vaya mezclando la maceración de la fruta con el anís.

Para la primavera ya está listo el pacharán para beberse directamente o con unos cubitos de hielo. Así de sencillo. La calidad de la fruta y el momento de su recolección es fundamental para un buen sabor y color.

Consejos básicos para perder peso y para una alimentación más sana

 Consejos para realizar la compra
  • Compre sin tener hambre. Comprará menos.
  • Compra con la lista hecha previamente y así no comprarás compulsivamente.
  • Vaya con frecuencia a la tienda (despierta menos interés por las novedades o diseños atractivos).
  • Evite platos preparados o precocinados. Llevan escondidos grasas de compleja digestión.
Consejos para una buena alimentación
  • Elija alimentos con poca grasa.
  • Reduzca en consumo de azúcar.
  • Reparta su alimentación en 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
  • No alterne períodos de ayuno con comidas abundantes.
  • No coma entre comidas.
  • Coma sentado, despacio y mastique muy bien los alimentos. Dé bocados pequeños, con pequeñas cantidades.
  • Entre bocado y bocado deje los cubiertos sobre la mesa.
  • Coma en un lugar concreto, no coma caminando, en lugares improvisados o de paso.
  • Mientras coma no lea ni vea la televisión.
  • Disminuya el consumo de carnes rojas y aumente el de pescados.
  • Consuma verduras y hortalizas en abundancia.
  • Tome de 2 a 3 piezas de fruta al día.  Evite aquellas con abundante contenido en azúcar: plátano, uvas, higos, cerezas, nísperos, chirimollas...
  • Beba abundante agua, entre 1.5 y 2 litros al día.
  • Evite o limite el consumo de alimentos fritos o cocinados con excesiva grasa.
  • Esconda los alimentos ricos en calorías.
  • Tenga a mano tentempiés más saludables: verduras, lácteos desnatados, fruta...
  • Retire toda la grasa visible de las carnes o la piel del pollo antes de cocinarla.
  • Utilice formas de cocinar sencillas, que no requieran mucho aceite: plancha, grill, horno, microondas.
  • La cocción al vapor con la olla a presión permite cocinar con poca agua y se preservan todas las propiedades de los alimentos.
  • Para cocinar carnes y pescados envuélvalas en papel de aluminio (papillote), así se cocinan en su propio jugo, conservándose tiernos y gustosos, sin necesidad de añadirle grasa.
  • Cuando haga estofados, prepárelos con antelación. Déjelos enfriar en la nevera y retire la capa de grasa con una cuchara o espátula. De esta manera conserva el sabor sin apenas grasa.
  • Cuando elabore vinagretas, invierta la proporción habitual de tres partes de aceite por una de vinagre a tres partes de vinagre por una de aceite. Para que el sabor no sea tan ácido utilice vinagre de sabores (de manzana, de frambuesas, etc).
  • Si necesita utilizar alguna salsa para añadir a una ensalada puede utilizar yogur natural desnatado, rebajado con zumo de limón. Se bate bien y se queda una crema suave y baja en calorías. También puede probar con salsa de soja. Añadiéndole alguna especia o hierba aromática que le apetezca.
  • Para preparar salsas de leche o queso utilice leche desnatada o queso tipo parmesano, que contiene menos calorías y es más aromático. En la preparación de la salsa bechamel emplee aceite de oliva o margarina baja en calorías y leche desnatada.
  • En la confección de algunos platos que requieran salsa mahonesa, seleccione las que son bajas en calorías.
  • No compre salsas comerciales porque suelen contener grasas ocultas.