Caracoles a la brasa, cargols a la llauna, en horno

Un clásico plato catalán de todas las épocas son los caracoles a la llauna o caracoles (cargols) a la brasa, que aunque también se pueden hacer al horno de casa, lo típico es hacerlos encima de las brasas de una buena hoguera de buena madera. Pero no todo es fácil ni posible. Así que enseñaremos a realizarlos en el horno de casa.

Lavamos los caracoles vivos, y para ello antes los habremos puestos en una fregadera con poco agua, para que ellos se engañen y salgan de la concha a ver la humedad. Pero no hay que limpiarlos nada más, deben estar con sus babas y sus tripas, y si esto os da asco, olvidaros de este plato. El sabor está en que los caracoles no se laven más que un poco mientras se “despiertan”.

En una bandeja que soporte bien el fuego, de metal si los vamos a poner sobre las brasas, pondremos los caracoles bien escurridos y “boca arriba” y les añadiremos abundante sal para que ellos mismos vayan soltando las babas, no se escapen y esas babas formen parte de la cocción.

Les añadiremos por encima ajo en polvo, pimienta negra, pimentón algo picante según los gustos, y perejil o tomillo y romero finamente picado. Para finalizar una buena chorrada de aceite de oliva. Como si fuera una ensalada.

Si los va a hacer a la brasa se ponen encima de unas brasas durante unos 15 minutos. Si es al horno debes tener este bien caliente al máximo, al menos 250 grados, y los debes meter como unos 20 minutos. Al terminar la cocción de los caracoles los rociaremos de brandy y los flambeamos.

Se sirven con dos salsas, la clásica alioli y otra de un tomate natural rayado y picante para que cada comensal se ponga de la que él desee, mojando la carne del caracol con la salsa.

Muchos colores de tomates, pero ningún sabor ni olor

Es posible que ya falte menos para tener otra vez en los mercados unos tomates con sabor a tomate. De momento estamos logrando muchos colores y formas en tomates que antes no estaban en las estanterías, pero las diferencias de sabor entre ellos no son muchas y siguen muy alejados de los sabores que tienen los tomates de campo.

Ya sé que todos creemos que los tomates vienen del campo, pero no es así. A veces vienen de enormes fábricas de tomates, de lugares donde los tomates se crían envueltos en plásticos, cuando no directamente en agua y no en tierra, donde no ven el sol y donde crecen a una velocidad mucho mayor que las de los tomates de siempre.

Yo tengo amigos de campo y el sabor de sus tomates es totalmente distinto. Y lo que es mucho más curioso. Incluso su olor. Si han entrado alguna vez en esos "campos" enormes de tomates bajo el plástico, observarán que aquel espacio sin ventilación con miles de matas de tomate de 3 metros de altura…, no huele a nada. Curiosidades de laboratorio natural.

Whisky de malta, excesivamente caro en tienda

No es el whisky más caro que he visto en las estanterías, pero sí uno de ellos. Un whisky Aberfeldy de malta de 28 años es un producto elegido y en apariencia un excelente líquido para días especiales. peor cabe preguntarse si no es un lujo que no compensa por el precio. 

Aunque admito que los 653 euros no son los mismos para todas las personas, o que para regalar mola un huevo quedar bien con una cantidad elevada. ¿De verdad quedas bien así?

Por cierto, si se compra por internet se puede adquirir incluso por menos de 200 euros. ¿Quién es pues el que se lleva el beneficio, la tienda o el fabricante?

De cualquier manera no sería una botella que yo me compraría, me parece un abuso no ya el precio que en un mercado libre cada comerciante lo puede poner donde quiera, sino que seamos capaces de crear productos así y tengamos los huevazos de mostrarlos en vitrinas sin ruborizarse, con las necesidades que existen en todo el mundo.

Sopa china de China. Es posible encontrar estos sabores fuertes y picantes

A veces es posible encontrar sopas de sobre de China, o de países orientales cercanos, con todo su sabor real, no las sopas presuntamente con sabor asiático y que nos fabrican para los europeos, ya totalmente lavadas y pasadas por el filtro de los que consideran son nuestros sabores y nuestras limitaciones en cuanto al gusto.

Una sopa china es fuerte de sabor, picante, con verduras secas y con fideos de arroz más algas. Y estos sabores, mezclados y unidos son únicos. Aunque a veces abusan del glutamato y eso hace perder frescura. pero no todo se puede conseguir cuando estás a miles de kilómetros de distancia.

En los sobres de sopa te encuentras dos o tres sobrecitos con ingredientes, más los fideos y/o las algas secas. Antes de echar los sobres en el agua de la cocción, puedes probarlos ligeramente para detectar cuál contiene el picante y dosificarlo si no eres muy dado a soportar este sabor.