Una sencilla ensalada de patatas. Con fresas y anchoas y un toque picante

Ayer hablaba de los menús bien servidos, hoy insisto. Es el mismo restaurante, La Finca de Susana, con el añadido de que hoy ya sé que es de un Grupo de Restauración, creo que catalán pero con media docena de restaurantes en Madrid todos con nombres diferentes, y donde curiosamente Filipinas parece que algo debe tener. Pero vayamos al plato sorpresa de hoy. Una sencilla ensalada de patatas. 

Una ensalada de patata con anchoas y fresas que además llevaba unos toques muy ligeros de picante, con un picado muy fino de guindilla roja casi imperceptible. Una simple ensalada presentada de una original y trabajada forma. Un menú de 11 euros donde se puede elegir entre 4 primeros y 4 segundos. Por ejemplo lentejas con chipirones. O estofado de ternera con alcachofas y arroz thai. O pescadillas fritas con ensalada. A partir de las 14 horas es complicado encontrar mesa vacía.

Menú de 11 euros en el centro de Madrid. La Finca de Susana

En un menú de 11 euros es complicado encontrarte platos novedosos, por eso que te den un postre que es un puding de turrón tan bien presentado como se ve en la imagen, en el Restaurante La Finca de Susana en la calle Príncipe del centro de Madrid, es muy de agradecer y creo que debemos recordarlo aquí. 

Sabe a turrón de Jijona, es simple pero efectivo, sale muy fotogénico y es el final de unos blinis de salmón con ensalada y un excelente filete de bonito (o similar) a la plancha en su justo punto con unas verduras pochadas que estaban perfectas en una mezcla de calabacín, cebolla, zanahoria y hojas de col en una ligera salsa que recordaba a una parrillada. Con vino e iva 10,90 euros. 

Mil hojas de morcilla, servido en Restaurante Zamora de Valladolid

Este pincho o tapa está servido en el centro de la ciudad de Valladolid, localidad castellana donde también se cuida y mucho la buena comida hacia sus habitantes, sin olvidarse del turismo que va en aumento. Este pincho lo llaman en Restaurante Zamora “Mil hojas de manzana con morcilla, pasas, piñones y salsa de queso” y por 2,60 euros te sirve para degustar un plato moderno como vemos en la imagen, muy logrado y bien acompañados sus elementos, que puedes degustar entre dos personas con un buen vino blanco o rosado de la zona.

Café Vela de Cambrils, un ejemplo de servicio con detalles

En gastronomía como en todos los servicios, los detalles son la marca de calidad que diferencia un trato normal o incluso mediocre de otro que busca la excelencia intentando agradar al cliente. Y el coste muchas veces es inferior a la reversión que se logra en el servicio bien realizado, bien con la vuelta del cliente, bien con la aceptación de un precio ligeramente superior por el trato que se recibe.

Este pequeño croissant se sirvió en una cafetería de Cambrils en Tarragona, cafetería Restaurante Vela. Al final de su avenida Miramar, entre el puerto pesquero y el parque de la localidad. Lo importante no es tanto servir un pequeño pastel con un café cortado sin que el cliente lo solicite. Lo realmente bello y que marca la diferencia es la forma de servirlo en una cafetería que cobra sentados en mesa de exterior 1,50 por el servicio junto al puerto. Hay cafés más baratos, pero puede que más bonitos no. Y como me pareció un detalle a remarcar lo traigo como ejemplo de buen servicio.

Cerveza con melocotón y uva, sin alcohol

Los mercados están para vender y por ello para crear, inventar nuevos sabores y presentaciones. Cerveza San Miguel sin alcohol nos presenta esta mezcla de cerveza con melocotón y uva, entre cerveza y zumo, con un 19% de zumo de melocotón, un 6% de zumo de uva y un 73% de cerveza. Puede parecernos novedoso pero en Bélgica país cervecero sin duda, los productos mezcla de cerveza con frutas son habituales aunque realizados de otra manera. Cada vez más la cerveza sin alcohol intenta asentarse en los mercados de personas que o no pueden o no deben o no quieren tomar ni una gota de alcohol. Tal vez la muy vieja cerveza con limón siga siendo la reina de estas mezclas.

Paté de sardinas en aceite de oliva, hecho en casa

Nuevos sabores fáciles de lograr en casa. Esta etiqueta es de un paté de sardinas en aceite de la marca Olibher de Valladolid. El producto lleva un 30% de sardinas en aceite a la que añaden copos de puré de patata, leche y sal. 

En realidad esta presentación es sencilla de hacer en casa con cualquier tipo de conservas como las sardinas. Sean picantes, al limón, en escabeche. 

O incluso con atún, calamares en salsa americana o mejillones. 

Basta pasar el contenido de una lata de conserva por una batidora, con su propio caldo o aceite y añadirle un poco de puré de patata para espesar o de leche para lograr una textura espesa pero a nuestro gusto.

En esta caso el sabor obtenido es muy correcto para unos canapés, mantiene perfectamente el sabor suave de unas sardinas en conserva y tanto para unas tostadas de desayuno como un aperitivo o un acompañamiento en entremeses o un plato principal, encaja de forma muy sencilla algo que resultará sin duda original. 

La presentación y los detalles finales pueden ser muchos. Desde unas gotas de aceite de oliva por encima a unas huevas de salmón o medio tomatito cherry.