Paellas en los EEUU contra pavo asado de Galicia

El actor americano Rob Schneider nos ha entretenido las rede sociales estas navidades con su foto de la paella con mejillones y bogavante o langosta. Como es lógico los valencianos se le han tirado a los ojos, convencidos de que paella solo hay una y es la que se hace a orillas de la Malvarrosa. Poco arroz antes de meterse al horno, mucho marisco del caro, y poca chicha arrocera. Bien, ya irá aprendiendo pues se han surgido mil profesores. 

Pero no me diréis que a poco que le supiera poner un buen caldo, aquello no estaba de chuparse los dedos ¿verdad?

Jamie Oliver hizo antes un intento de quedar mal, con su paella con chorizo español. Y eso que no nos dejó si el chorizo era de León y picante o de Rioja o Soria. Le perdonamos también, aunque nos dijo que era chorizo ahumado. 

Pavo Acción de Gracias gallego y paella inglesa con chorizo
Pero los castigos de algunas imágenes de respuesta no tienen desperdicio. El pavo de Acción de Gracias con pulpo está para reír y no parar. Si se viera el poble pavo, desnudo de plumas y con el culo violado por el pulpo patoso, le entrarán ganas de no haber nacido. Y no digo nada del triste pulpo sin cabeza que ha terminado dentro del culo de un pavo al que no conocía de nada. Aunque os digo un secreto. Lo peor es no haber puesto patatas en el asado.

Turrones de sabores navideños, desde Madrid

Creo que hablar de Navidad en España es recordar los sabores del turrón de todas las casas. De niños teníamos sobre todo el turrón duro o de Alicante, el blando o de Jijona y si acaso el de guirlache. Luego nos vinieron los turrones Lacasa con varios sabores, para completar en precio asequible los excelentes turrones que en algunas ciudades se hacían con mazapán, chocolates y frutos secos.
Hoy los turrones en España son un producto reconocido en muchos otros lugares del mundo, exportado incluso, y sin duda un dulce navideño que traspasa fechas hasta alcanzar más temporada. Estos ejemplos son de Madrid, pero ARagón produce excelentes turrones, Cataluña también, y en otras zonas se van trabajando muy bien los mazapanes, como en Toledo o en algunas zonas de Andalucía, hasta completar la gastronomía del dulce que seguro, bebe de los tiempos árabes.

Menú especial para una Navidad vasca

En tiempos de menús navideños somos capaces de crear menús no excesivamente sofisticados pero muy agradables de los que podemos copiar ideas, también cualquier momento es bueno para ir al restaurante y que nadie tenga que cocinar, ni comprar. Ni después recoger y limpiar. 

Esos días son cada vez más numerosos los restaurantes de todos los tamaños y calidades que ofrecen menús bien estructurados para una cena y sobre todo una comida de Navidad o Año Nuevo

Vamos a ver el menú especial que nos presenta un restaurante de Bilbao, para conocer posibilidades y maridajes.

Un aperitivo de entrada, que el jefe de cocina decidirá en su momento.

Una ensalada de bacalao al pil pil, algo de naranja y unos anacardos. Casi un clásico vasco.

Unos langostinos a la plancha con su propio aliño de la casa.

Unos hongos salteados con foie.

Una merluza rellena de txangurro con salsa de txakolí. Excelente propuesta.

Una carne, una pluma ibérica con salsa a la pimienta

Y de postre una tarta de zanahoria con helado de idiazabal.

Vino tinto de crianza, o un blanco verdejo o un txokolí, que sería la perfecta compañía. Agua, café e IVA incluido, por 38 euros todo a finales del año 2016. Propuesta muy acertada, sin duda.

Cómo hacer chuletón de buey madurado

Son semanas de grandes comidas y cenas, de muchos mariscos variados, de carnes de todo tipo, de vinos y cavas. Se está poniendo de moda (literalmente) la carne de buey asentada, madurada, dejada reposar unos largos meses incluso en cámaras que la mantienen a cero grados pero sin congelar y a una humedad controlada. Se deja madurar hasta más de un año para jugar a ver quien va más lejos. Con tres meses de cámara sería suficiente.

Su sabor es único…, si se sabe hacer bien y la carne es de garantías y sin trampas en la venta. Se saca un par de horas antes de la nevera para que tenga temperatura ambiente. En una plancha gruesa o una sartén muy gruesa se pone grasa del mismo tipo de carne  de vaca o buey en vez de aceite, para darle grasa a la plancha. Se pone sal gruesa sobre la plancha y cuando esté bien caliente se pone la carne. Una sola vuelta a cada lado y el tiempo de calor a gusto de cada comensal. Dice que 4 minutos por cada lado si es un chuletón de kilo.

Si has comprado carne de buey o vaca madurada, por menos de 30-35 euros el kilo, sospecha. Será carne de vaca sin madurar y nunca de buey. Es imposible pues lograr un buey de 600 a 800 kilos cuesta tiempo y dinero. 

El buen buey viejo y con meses de maduración supera esa cantidad. 

Es importante que sea carne buena, gallega o similar y la pieza tenga un peso de unos 300 a 400 gramos la ración. Y a disfrutar. Mientras se come hay que mantener el calor con la misma plancha ya apagada o la sartén sobre la mesa, a falta de mejores sistemas que mantengan el calor, sin añadirle cocción a la carne.

El chuletón de la imagen es de San Sebastián, y a 35 euros el kilo en periodos que no sean de Navidad.

Consejos si comes mucho de restaurante

¿Qué podríamos comer si tenemos que comer fuera de casa y en restaurante con excesiva normalidad, y que fuera sano y no me afectara en exceso a la salud? Vamos a revisar algunos consejos, para ayudarte en esta práctica no muy correcta, pero muchas veces inevitalbe según el tipo de trabajo que tengamos.

Si hay que terminar tomando un aperitivo, intenta engañarte un poco. No tomes fritos, son mortales por las grasas, elija si puedes aceitunas, mejillones, champiñones, pepinillos o unas anchoas. Mejor un poco de vino o cerveza que una bebida excesivamente azucarada. Puedes tomar un bitter o un agua con gas, que te ayudará a sentirse lleno.

Para primer plato las verduras son ideales, Las legumbres también aunque en según qué lugares van acompañadas de un exceso de grasa. Una ensalada con algunos toques especiales también encaja. Y si hay que cambiar para variar, un arroz encaja mejor que una pasta y mucho mejor que un plato de embutidos.

Para segundo plato, uno que sea suave. Un pescado, una carne no muy contundente y a la plancha, algo no muy condimentado y sin que sea un guiso feroz. No tomes patatas fritas y elije ensalada que la puedes solicitar a cambio de las patatas, una vez que haces el pedido. No es muy recomendable los huevos. Mejor platos al vapor, a la plancha, que guisados. No tomes la piel de las aves.

De postre además de las frutas pueden ser recomendables los lácteos no muy pesados. Una cuajada, un queso fresco, un yogur, un sorbete, un helado.  Nada de natas. No tomes mucho pan con la comida, mejor si es posible muy poco. Una copa de vino si no se ha tomado alcohol en el aperitivo está bien. No tomes licores y sí una taza de café pero sin abusar o cortado, para que no sea un irritante gástrico.

Y recuerda siempre. Es mejor poco y bueno, que mucho y con dudas. Si comes fuera de casa, asegúrate de la limpieza y de que los alimentos sean frescos  y recién cocinados. Sentido común y mejor un poco de hambre que un abuso.

Maridajes para el Gin Tonic. Ejemplos para elegir

Estamos en el mundo del Gin Tonic, de la bebida de moda para las noches o tardes. Una buena ginebra, una buena tónica al gusto de cada uno, más o menos amarga. Y unos complementos añadidos.

Manzana, albahaca, pomelo, jengibre, naranja, fresa, limón, saúco, regaliz, tomillo, lima, enebro, romero, canela, uva o pepino. Hay donde elegir para complementar el Gin Tonic.

Garnaccio, un licor aragonés de garnacha

Probé el otro día un licor de vino que me ofreció un amigo, o un vino de licor que las dos acepciones sirven, aragonés y embotellado por Grandes Vinos y Viñedos de Cariñena en Zaragoza, presentado en una hermosa botella. Es un licor suave, una mezcla de vino rancio algo dulce y bien tratado, limpio en boca, como ellos dicen sorprendente para una repostería, para unos postres algo contundentes, para salirse de un típico moscatel ante unos frutos secos, y sin duda para acompañar un melocotón de Calanda, en vino o al natural.

Dicen de servirlo con hielo, con una rodajita de naranja o incluso acompañando a la cola. Yo salvaría la rodajita de naranja, pero ni el hielo ni la cola las veo como acompañantes de este licor. Algo fresco eso si, copa de licor y a disfrutar de sus 21,5 grados y de su saber excelente. Es una garnacha venida a más, un sabor diferente pero muy recomendable y un licor aragonés para disfrutar solo o en compañía…, de otras personas.
 
Si alguien desea que les pruebe licores novedosos, que me avisen, que les prometo exigencia y mimo. Para eso estamos.

Masa ktaif o kataifi en pastelitos árabes

Los pastelitos árabes, libaneses, palestinos o como en según qué mercados les pongan de nombre, son auténticas maravillas de sabor bastante común y similar, que entran por los ojos, y que se componen sobre todo de diversos frutos secos, bien molidos o partidos, miel, agua de azahar en muchos casos y alguna pasta como esta de la imagen llamada masa ktaif o kataifi. 

Que curiosamente es fácil de hacer en casa con una simple lata vacía a la que le podemos hacer en el fondo unos agujeritos para que una vez la hayamos llenado de esa masa algo líquida, como un chocolate espeso, sale la masa como hilos hacia una sartén tipo pizza que habremos puesto al fuego sin aceite a modo de horno de pan tipo piedra, o bien en una sartén con aceite para hacer la masa de hilo bien frita.

La pasta kataifi, también llamada ktaif, kadaif, kanafeh o kadayif, es una pasta elaborada del mismo modo que la pasta philo, pero realizada en forma de finos muy fideos. Su origen está en la zona central del Mediterráneo, sea Grecia o Líbano, empleando la pasta kataifi principalmente para la elaboración de dulces y postres, pero también para envolver pequeños trozos de carne o pescado y marisco.

La repostería y pastelería árabe es la madre de muchas reposterías, sin duda, y una maravillosa forma de acercaros a sabores históricos, cercanos en muchos casos, mediterráneos, y que complemente perfectamente platos que todos en casa podemos hacer, como cous cous, tajines, falafels, humus diversos, purés o sopas, guisos de carne de cordero, etc. La cocina árabe es bastante sencilla pero muy trabajada pues suele llevar cocinados lentos, con especias pero sin pasarse, contundente de sabor y que podemos modificar algo para adaptarla un poco más a nuestros sabores o aprender a emplear sus especies pues hoy ya es muy sencillo encontrarlas en las tiendas. Si tenemos dudas de la marca, acudir a sus propios establecimientos y preguntar.