Paellas en los EEUU contra pavo asado de Galicia

El actor americano Rob Schneider nos ha entretenido las rede sociales estas navidades con su foto de la paella con mejillones y bogavante o langosta. Como es lógico los valencianos se le han tirado a los ojos, convencidos de que paella solo hay una y es la que se hace a orillas de la Malvarrosa. Poco arroz antes de meterse al horno, mucho marisco del caro, y poca chicha arrocera. Bien, ya irá aprendiendo pues se han surgido mil profesores. 

Pero no me diréis que a poco que le supiera poner un buen caldo, aquello no estaba de chuparse los dedos ¿verdad?

Jamie Oliver hizo antes un intento de quedar mal, con su paella con chorizo español. Y eso que no nos dejó si el chorizo era de León y picante o de Rioja o Soria. Le perdonamos también, aunque nos dijo que era chorizo ahumado. 

Pavo Acción de Gracias gallego y paella inglesa con chorizo
Pero los castigos de algunas imágenes de respuesta no tienen desperdicio. El pavo de Acción de Gracias con pulpo está para reír y no parar. Si se viera el poble pavo, desnudo de plumas y con el culo violado por el pulpo patoso, le entrarán ganas de no haber nacido. Y no digo nada del triste pulpo sin cabeza que ha terminado dentro del culo de un pavo al que no conocía de nada. Aunque os digo un secreto. Lo peor es no haber puesto patatas en el asado.

Turrones de sabores navideños, desde Madrid

Creo que hablar de Navidad en España es recordar los sabores del turrón de todas las casas. De niños teníamos sobre todo el turrón duro o de Alicante, el blando o de Jijona y si acaso el de guirlache. Luego nos vinieron los turrones Lacasa con varios sabores, para completar en precio asequible los excelentes turrones que en algunas ciudades se hacían con mazapán, chocolates y frutos secos.
Hoy los turrones en España son un producto reconocido en muchos otros lugares del mundo, exportado incluso, y sin duda un dulce navideño que traspasa fechas hasta alcanzar más temporada. Estos ejemplos son de Madrid, pero ARagón produce excelentes turrones, Cataluña también, y en otras zonas se van trabajando muy bien los mazapanes, como en Toledo o en algunas zonas de Andalucía, hasta completar la gastronomía del dulce que seguro, bebe de los tiempos árabes.

Menú especial para una Navidad vasca

En tiempos de menús navideños somos capaces de crear menús no excesivamente sofisticados pero muy agradables de los que podemos copiar ideas, también cualquier momento es bueno para ir al restaurante y que nadie tenga que cocinar, ni comprar. Ni después recoger y limpiar. 

Esos días son cada vez más numerosos los restaurantes de todos los tamaños y calidades que ofrecen menús bien estructurados para una cena y sobre todo una comida de Navidad o Año Nuevo

Vamos a ver el menú especial que nos presenta un restaurante de Bilbao, para conocer posibilidades y maridajes.

Un aperitivo de entrada, que el jefe de cocina decidirá en su momento.

Una ensalada de bacalao al pil pil, algo de naranja y unos anacardos. Casi un clásico vasco.

Unos langostinos a la plancha con su propio aliño de la casa.

Unos hongos salteados con foie.

Una merluza rellena de txangurro con salsa de txakolí. Excelente propuesta.

Una carne, una pluma ibérica con salsa a la pimienta

Y de postre una tarta de zanahoria con helado de idiazabal.

Vino tinto de crianza, o un blanco verdejo o un txokolí, que sería la perfecta compañía. Agua, café e IVA incluido, por 38 euros todo a finales del año 2016. Propuesta muy acertada, sin duda.

Cómo hacer chuletón de buey madurado

Son semanas de grandes comidas y cenas, de muchos mariscos variados, de carnes de todo tipo, de vinos y cavas. Se está poniendo de moda (literalmente) la carne de buey asentada, madurada, dejada reposar unos largos meses incluso en cámaras que la mantienen a cero grados pero sin congelar y a una humedad controlada. Se deja madurar hasta más de un año para jugar a ver quien va más lejos. Con tres meses de cámara sería suficiente.

Su sabor es único…, si se sabe hacer bien y la carne es de garantías y sin trampas en la venta. Se saca un par de horas antes de la nevera para que tenga temperatura ambiente. En una plancha gruesa o una sartén muy gruesa se pone grasa del mismo tipo de carne  de vaca o buey en vez de aceite, para darle grasa a la plancha. Se pone sal gruesa sobre la plancha y cuando esté bien caliente se pone la carne. Una sola vuelta a cada lado y el tiempo de calor a gusto de cada comensal. Dice que 4 minutos por cada lado si es un chuletón de kilo.

Si has comprado carne de buey o vaca madurada, por menos de 30-35 euros el kilo, sospecha. Será carne de vaca sin madurar y nunca de buey. Es imposible pues lograr un buey de 600 a 800 kilos cuesta tiempo y dinero. 

El buen buey viejo y con meses de maduración supera esa cantidad. 

Es importante que sea carne buena, gallega o similar y la pieza tenga un peso de unos 300 a 400 gramos la ración. Y a disfrutar. Mientras se come hay que mantener el calor con la misma plancha ya apagada o la sartén sobre la mesa, a falta de mejores sistemas que mantengan el calor, sin añadirle cocción a la carne.

El chuletón de la imagen es de San Sebastián, y a 35 euros el kilo en periodos que no sean de Navidad.

Consejos si comes mucho de restaurante

¿Qué podríamos comer si tenemos que comer fuera de casa y en restaurante con excesiva normalidad, y que fuera sano y no me afectara en exceso a la salud? Vamos a revisar algunos consejos, para ayudarte en esta práctica no muy correcta, pero muchas veces inevitalbe según el tipo de trabajo que tengamos.

Si hay que terminar tomando un aperitivo, intenta engañarte un poco. No tomes fritos, son mortales por las grasas, elija si puedes aceitunas, mejillones, champiñones, pepinillos o unas anchoas. Mejor un poco de vino o cerveza que una bebida excesivamente azucarada. Puedes tomar un bitter o un agua con gas, que te ayudará a sentirse lleno.

Para primer plato las verduras son ideales, Las legumbres también aunque en según qué lugares van acompañadas de un exceso de grasa. Una ensalada con algunos toques especiales también encaja. Y si hay que cambiar para variar, un arroz encaja mejor que una pasta y mucho mejor que un plato de embutidos.

Para segundo plato, uno que sea suave. Un pescado, una carne no muy contundente y a la plancha, algo no muy condimentado y sin que sea un guiso feroz. No tomes patatas fritas y elije ensalada que la puedes solicitar a cambio de las patatas, una vez que haces el pedido. No es muy recomendable los huevos. Mejor platos al vapor, a la plancha, que guisados. No tomes la piel de las aves.

De postre además de las frutas pueden ser recomendables los lácteos no muy pesados. Una cuajada, un queso fresco, un yogur, un sorbete, un helado.  Nada de natas. No tomes mucho pan con la comida, mejor si es posible muy poco. Una copa de vino si no se ha tomado alcohol en el aperitivo está bien. No tomes licores y sí una taza de café pero sin abusar o cortado, para que no sea un irritante gástrico.

Y recuerda siempre. Es mejor poco y bueno, que mucho y con dudas. Si comes fuera de casa, asegúrate de la limpieza y de que los alimentos sean frescos  y recién cocinados. Sentido común y mejor un poco de hambre que un abuso.

Maridajes para el Gin Tonic. Ejemplos para elegir

Estamos en el mundo del Gin Tonic, de la bebida de moda para las noches o tardes. Una buena ginebra, una buena tónica al gusto de cada uno, más o menos amarga. Y unos complementos añadidos.

Manzana, albahaca, pomelo, jengibre, naranja, fresa, limón, saúco, regaliz, tomillo, lima, enebro, romero, canela, uva o pepino. Hay donde elegir para complementar el Gin Tonic.

Garnaccio, un licor aragonés de garnacha

Probé el otro día un licor de vino que me ofreció un amigo, o un vino de licor que las dos acepciones sirven, aragonés y embotellado por Grandes Vinos y Viñedos de Cariñena en Zaragoza, presentado en una hermosa botella. Es un licor suave, una mezcla de vino rancio algo dulce y bien tratado, limpio en boca, como ellos dicen sorprendente para una repostería, para unos postres algo contundentes, para salirse de un típico moscatel ante unos frutos secos, y sin duda para acompañar un melocotón de Calanda, en vino o al natural.

Dicen de servirlo con hielo, con una rodajita de naranja o incluso acompañando a la cola. Yo salvaría la rodajita de naranja, pero ni el hielo ni la cola las veo como acompañantes de este licor. Algo fresco eso si, copa de licor y a disfrutar de sus 21,5 grados y de su saber excelente. Es una garnacha venida a más, un sabor diferente pero muy recomendable y un licor aragonés para disfrutar solo o en compañía…, de otras personas.
 
Si alguien desea que les pruebe licores novedosos, que me avisen, que les prometo exigencia y mimo. Para eso estamos.

Masa ktaif o kataifi en pastelitos árabes

Los pastelitos árabes, libaneses, palestinos o como en según qué mercados les pongan de nombre, son auténticas maravillas de sabor bastante común y similar, que entran por los ojos, y que se componen sobre todo de diversos frutos secos, bien molidos o partidos, miel, agua de azahar en muchos casos y alguna pasta como esta de la imagen llamada masa ktaif o kataifi. 

Que curiosamente es fácil de hacer en casa con una simple lata vacía a la que le podemos hacer en el fondo unos agujeritos para que una vez la hayamos llenado de esa masa algo líquida, como un chocolate espeso, sale la masa como hilos hacia una sartén tipo pizza que habremos puesto al fuego sin aceite a modo de horno de pan tipo piedra, o bien en una sartén con aceite para hacer la masa de hilo bien frita.

La pasta kataifi, también llamada ktaif, kadaif, kanafeh o kadayif, es una pasta elaborada del mismo modo que la pasta philo, pero realizada en forma de finos muy fideos. Su origen está en la zona central del Mediterráneo, sea Grecia o Líbano, empleando la pasta kataifi principalmente para la elaboración de dulces y postres, pero también para envolver pequeños trozos de carne o pescado y marisco.

La repostería y pastelería árabe es la madre de muchas reposterías, sin duda, y una maravillosa forma de acercaros a sabores históricos, cercanos en muchos casos, mediterráneos, y que complemente perfectamente platos que todos en casa podemos hacer, como cous cous, tajines, falafels, humus diversos, purés o sopas, guisos de carne de cordero, etc. La cocina árabe es bastante sencilla pero muy trabajada pues suele llevar cocinados lentos, con especias pero sin pasarse, contundente de sabor y que podemos modificar algo para adaptarla un poco más a nuestros sabores o aprender a emplear sus especies pues hoy ya es muy sencillo encontrarlas en las tiendas. Si tenemos dudas de la marca, acudir a sus propios establecimientos y preguntar. 

Cocina española para nuestra economía y gastronomía

Deténgase buen amigo, y olvide un poco la prisa mientras prueba complacido nuestra española cocina.

Fabada, callos, cocido, chipirones en su tinta, carnes, pescados y guisos de hispana gastronomía.

Platos hechos al instante, al minuto, al momento para que usted caminante, disfrute del alimento.

Sólo deben encargarse, con un día de por medio la paella del levante y el cocido madrileño.

Sin duda la cocina española está de moda en todo el mundo porque se la ha sabido ganar a base de cuidar sus fogones, sus presentaciones y su comedor. 

Sus calidades y sus servicios. No debemos olvidarnos de su gran poder económico para una gran parte de la sociedad española.

Empanadas gallegas de masa de verdad con sus 3 ingredientes básicos

Cuando se viaja uno de los grandes placeres que debe acompañar al viaje es probar su gastronomía. Sea excelente o simplemente diferente. Si vamos a Galicia sus posibilidades son inmensas, sin duda. Es tierra recia, de potes, de marisco, de guisos, de verduras, de carnes de buey y vaca, de licores y vinos. Y también de panes y empanadas.

Me dijeron los gallegos que lo más parecido a una buena empanada gallega si se está fuera de su Galicia y no conocen a buenos panaderos, es comprar las de Mercadona, que además de ser hechas en Galicia son realmente muy buenas y baratas.

Una empanada gallega es una masa más bien delgada que contiene unas numerosas posibilidades de relleno. Para todos los gustos. A mi las contundentes me gustan menos que las delicadas. Unos mejillones, unas vieiras, unos escabeches (la única que dejan los puristas que lleve tomate), unas verduras. Pero se puede hacer también de carne de conejo, de pulpo, de carne de cerdo, de espinacas o de pescado.

Tres ingredientes básicos. Una buena masa casi de pan, un buen relleno y un buen horno.

Menú castellano especial en Toledo

Casa Aurelio en Toledo es el restaurante más antiguo del casco histórico, pues lleva abierto desde el año 1953. En la calle Sinagoga de Toledo, están en pleno barrio judío, un lugar sin duda para visitar con calma y para degustar platos que también son históricos. Os dejo la carta del menú especial, con platos típicos de Castilla. No tengo referencias de la calidad de los platos ni del servicio, lo presento más como un lugar típico con un menú cuando menos curioso por si se quiere conocer la cocina castellana, que es mucho más que el clásico cocido.

Figuritas de mazapán que no deberíamos comernos

Cuando la repostería de un país o una ciudad es capaz de ofrecer estos casi juguetes, debemos admitir que es una gran pastelería repostería, capaz de convencer a cualquier comensal. Estas figuritas de mazapán cuestan un euro cada una. Su precio es su labor, pero también su diseño, la idea de crear pequeños personajes que dan pena comérselos. España sin duda es un gran referente en la gastronomía, pero no debemos olvidar ni sus postres, muchos de ellos de influencia árabe, ni sus grandes trabajos artesanales con los alimentos, que casi son diminutas obras de arte.

Tomate templado con rulo de queso cabra

Este plato de hoy es muy sencillo y realmente muy sabroso y puede sorprender al comensal amigo, como un inicio de comida con un toque diferente, más moderno. Y además sabe combinar muy bien verdura y queso, frutos secos, dulce y salado.

De base ponemos unas manchas de una mermelada de frutos rojos o de fresa. Sobre ella ponemos medio tomate crudo y grande cortado por la mitad y un poco por los "culos" para que asiente bien en el plato.

Encima del tomate colocamos un pochado de cebolla roja (no se ve en la imagen) caramelizado con un poco de vino rancio, o moscatel u Oporto. Y encima de todo una rodaja de un queso de cabra de rulo de los grandes.

Con el soplete de cocina o gratinando en el horno, calentamos todo hasta que se tueste un poco el queso y empiece a fundirse. Añadimos unas nueves y unas hojitas de lechuga o de diente de león o de achicoria. Unas gotas de un buen aceite de oliva deben rematar el plato muy sencillo con una gotas de la mermelada que hemos puesto de base.

Legumbres viudas, para cuidar la salud del aparato digestivo

Nos dicen de tomar legumbres al menos dos veces por semana. Son proteínas baratas y fáciles de digerir, con fibra y de gran valor nutritivo que ayudan a la salud si no nos pasamos añadiendo grasas animales en sus compongos. Pero no hacemos caso y cada vez se consumen menos.

Es verdad que la cocción es lenta, pero no lo es que sea complicada. Ahora tenemos todos ollas rápidas, cuando no robot de cocina o placas con programación. Y la variedad de legumbres en España es inmensa, y de todos los precios. Solo en alubias podemos encontrar productos que multiplican por cinco el precio de otra legumbre. 

Y recordar que además de con carnes y embutidos, se pueden hacer con pescados pero también con verduras. E incluso "viudas" que están muy buenas si le añadimos algunas especies bien elegidas. Unas lentejas con cebolla y ajo muy picadito fino puesto junto a la legumbre en el momento de la cocción, casi solo necesitan el acompañamiento de un par de hojas de laurel o unos golpes de de pimienta negra, o media cayena, o un toque de nuez moscada, más su correspondiente chorro de aceite de oliva final.

Caldo vegetal contra el mal cuerpo


Sin duda contra el mal cuerpo, la gripe o el invierno, contra la resaca o el enfriamiento, un buen caldo depurativo casi hace milagros. En una olla rápida o normal ponemos una cebolla a gajos, dos hojas de apio, un puerro cortado, algo de calabaza naranja o boniato si tenemos, una zanahoria gruesa o dos medianas y un litro de agua y ponemos a hervir. Con 15 minutos de olla rápida o 30 de olla normal es suficiente. Se añade media pastillita de sabor y sal al gusto y se deja cocer otros 5 minutos. Se prueba y si está bien se decide si se quiere sopa o crema.

Si es sopa se cuela y con un chorrito de aceite de oliva se toma bien calentita o con unos tostones de pan frito.

Si es crema se pasa por la batidora todo el cocido, el caldo con las verduras, y se cuela después para que quede más fina y sin hilos o trocitos. Se sirve bien caliente y rectificada de sal si lo necesita pues la zanahoria es dulce.

También la podríamos haber añadido unas espinacas, una cucharada de tomate frito o un tomate bien madura partido, una ramita pequeña de cardo o de coliflor, una patata pequeña e incluso algo de jengibre o un golpe de pimienta blanca. Incluso una chorradita de leche en la última cocción para cambiar el color. Todo va por gustos.

Refollao de calabaza naranja, para desayunar un día especial

Sería muy complicado disfrutar de la repostería excelente que ofrecen las panaderías y pastelerías españolas, sin la influencia árabe de tantos siglos, dejando sabores y formas de trabajar los cereales y las frutas, las masas y los hornos de leña. En la localidad oscense de Ayerbe, la pequeña panadería repostería  Ascaso (y digo bien panadería repostería, para no confundir con la famosa pastelería) ofrece unas tortas de huevo o tortas de Ayerbe que son las que más nombre tienen aunque personalmente no sean mis preferidas.

Sus panes son muy variados y desde hace muchos años una delicia para las mesas, ofreciendo algo tan simple como el pan, y que ahora ya se han recuperado en diferentes formas y calidades, en muchas otras panaderías de ciudad.

Pero para compensarme, Panadería Ascaso hacen también tortas de anís, dobladillos de cabello de ángel, de albaricoque o de frambuesa. Tortas de aceite, pero sobre todo y para mis vicios, los “refollaos” que son una especie de empanada grande y muy dulce, con una masa muy fina, como una hoja de papel, y que a modo de empanada gallega pero de masa tipo hojaldre, están rellenas de calabaza naranja, cabello de ángel, chocolate o crema. Sin duda el refollao de calabaza naranja con canela es un lujo antiquísimo que se repite en muchas localidades de Huesca.

Menú First Date, un programa de amores o amistades

Las personas que alguna vez hemos visto el programa televisivo de la cadena Cuatro, donde unas parejas intentan buscar amor o sexo, vemos que el restaurante que han montado para las citas a ciegas ofrece un menú cerrado y que se repite programa tras programa. 

En el restaurante del programa First Dates les ofrecen cinco primeros y cincos segundos para elegir, más dos postres, por 15 euros precio final. Os dejamos el menú de First Date del año 2016 para saber qué comen los que buscan amor o simplemente amistad.

Pan de chía, de kamut, de quinoa, de semillas enteras

 Crecen las calidades del pan, crecen la búsqueda de nuevas harinas, nuevos cereales y semillas, productos realizados con recetas antiguas, panes de calidad variada, para poder elegir.
Panadería Simón de Zaragoza ofrece en los últimos meses estos cuatro panes incorporados a su amplio catálogo de masas. Pan de chia, pan de semillas de grano entero, pan de quinoa y pan de kamut.

Dos caldos de hace un siglo para personas enfermas

 Estas recetas son del año 1918, del libro “La cocina moderna” escrito por la maestra andaluza Carmen de Burgos. Nos pueden sorprender los elementos de estos caldos, que hay que recordar eran en muchos casos realizados para personas enfermas, pues eran líquidos calientes en casi todos los casos, con sabor y sustancia, pero sin nada sólido. 

Caldo de ranas, y nos advierte que solo los cuartos traseros. Y caldo de vísceras de vaca que más bien es caldo de pilmçon de vaca con dátiles e higos. No los he probado, creo que sería incluso incapaz de realizarlos. ¿Dónde compramos ranas? ¿las venden vivas o ya muertas? ¿Y el pulmón de vaca lo podemos mezclar con pasas y dátiles sin un excesivo olor en la cocina?

Arroz con costilleja de Murcia, con tomillo y romero

Ayer en un restaurante modesto solicitamos una paella de verduras con costilleja, es decir un arroz de verduras con costilla de cerdo en la zona de Murcia donde no existe la paella sino el arroz. 

Estaba excelente y nos lo sirvieron con medio limón que nos aconsejaron que al menos en medio plato nos pusiéramos unas gotas para lograr el sabor final del arroz murciano, recién hecho. Y así hicimos.

Para mi gusto la carne estaba algo excesivamente hecha, muy cocida para sacarle todos sus sabores. Pero lo importante era el arroz y estaba delicado. Y tenía un ligero sabor que detecté enseguida y al final de la comida pregunté al camarero si llevaba tomillo.

La respuesta me vino enseguida por parte del cocinero que salió a explicármelo. Algo sin duda muy poco habitual. Alegre de que hubiera gustado el arroz nos dijo que además de un poco de tomillo llevaba otro poco (pero en menor cantidad) de romero. 

Hierbas de campo que solo pone cuando lleva alguna carne, pues por ejemplo al cerdo le resalta los sabores. Es decir, que además de informar y de salir a darnos la información, se deleitó en la explicación. Eso es calidad en el servicio de Restaurante Los Toneles de Murcia. Sencillo lugar pero con personas dispuestas a agradar al cliente.

Restaurante Los Navarros de Murcia. Un mal día

Pocas veces salgo desencantado de un restaurante de menú del día pues uno ya sabe que por 10 euros te deben y pueden dar lo justo y a medida del local. Por eso para buscar lugares que no me defrauden busco locales que tengan clientes, que tengan un menú normal con algunos platos de los que se hacen en el momento, y que aparente limpio el lugar.

Hoy en Murcia hemos ido a comer al Restaurante Los Navarros, en la calle Simón García de Murcia. Muy cerca del famoso Restaurante Salzillo que espero conocer mañana. Restaurante Los Navarros han sido un fracaso inmenso, en el seguro que muy mal día y con poca profesionalidad de alguien, que ha creído que es fácil engañar.

El comedor abría a las 13,30 y he solicita para primero una olla gitana y para segundo un arroz con verduras. La olla gitana es un plato de verduras guisadas y que esperaba más potente de sabor, pero ha resultado aceptable. No encajan mucho las patatas tan grandes con el resto de las verduras más pequeñas, pues eso hace que no queden igual de cocción, unas u otras. Pero lo admitimos.

El segundo plato pedido era arroz con verduras, sabiendo que era un plato similar al primero en algunos aspectos. Pero quería ver ingredientes y sabores. A las 14,15 me han dicho que el arroz tardaría como unos 15 minutos, que o esperaba o cambiaba. Como mi compañía había solicitado merluza he optado con cambiar al mismo plato. Uff. No es posible si se abre el comedor a las 13,30 que se tarde 45 minutos en sacar el arroz, que por cierto he visto al salir, en una enorme paellera sobre la mesa de la entrada.

La merluza pecaba de microondas, las patatas eran de edad indeterminada y nada crujientes y con esos datos no quiero opinar sobre su pasado. Pero del medio huevo duro sí debe opinar. No es lógico presentar un huevo duro que delata haber sido cortado hace muchas horas, ha cambiado de color y ha formado costra por encima. He dicho horas, pues horas deja a la imaginación.

Lo lógico hubiera sido cambiar los platos y quejarnos, las dos merluzas iguales, pero el pescado del microondas se salvaba y estábamos más cansados de ver museos que con ganas de quejarnos en ese momento.

Cuando en un restaurante lo mejor son las olivas del aperitivo, algo falla. Aunque sea un menú de 10 euros, de los que casi somos expertos y por ello podemos opinar con conocimiento.

Café asiático. Dulce y muy fuerte, con mucho sabor

Ayer nos pedimos unos cafés en un local de Comercio Justo. Había una veintena de cafés diferentes, no sólo de procedencia y fuerza, sino de presentación y mezcla. Un placer para los cafeteros.  Os pedimos dos cafés asiáticos, para ver con qué nos podían sorprender. 

Una maravilla de sabor al que luego le sacamos la receta con ese engaño suave de hacernos los amigables. Es muy sencillo de repetir en casa, aunque el resultado no será exacto.

Sobre el vaso ponen medio dedo de leche condensada y otro medio dedo de una mezcla de Licor 43 y brandy. Lo meten a la cafetera exprés a esperar que le caiga un fuerte café de la zona de Indonesia. Cuando ya la espuma está en su sitio le añaden media cucharadita pequeña de canela. Y a disfrutar. Con la leche condensada ya estás servido de azúcar, e incluso más que servido.

Revuelto de acelgas, con tinto Pino Doncel de Jumilla

En el Mesón Los Toneles de Murcia entre otros platos de la cocina murciana nos han ofrecido uno muy simple y básico, que hemos solicitado precisamente por su sencillez. Un revuelto de acelgas. No es fácil lograr algo correcto con tan simples elementos. Acelgas cocidas y huevos. Y queríamos saber hasta donde eran capaces de lograr algo correcto con tan elementales productos.

Un revuelto necesita sobre todo buenos huevos revueltos y nunca batidos. Un huevo revuelto es un huevo roto al que se le dan dos vueltas con el tenedor antes de mezclarlo con sus elementos añadidos sobre la sartén ya caliente y no dejar que se cuaje en exceso. En este caso una simples acelgas cocidas con un ligero toque de pimienta blanca eran suficientes para realzar al huevo que debe tener un cierto protagonismo. No está en el plato para hacer de pegamento.

Lo hemos acompañado de un queso blanco a la plancha y una ración generosa de morro frito con limón.

Hemos solicitado un tinto de Jumilla con las acelgas, a gusto del camarero buscando un vino que me sorprendiera y me han ofrecido un Pino Doncel de 5 meses, cosecha de 2015, que sin duda me ha sorprendido muy gratamente, hasta llevarme a una interesante conversación con el camarero sobre los vinos de Jumilla que no son siempre bien conocidos fuera de su región de origen. Al revisar los premios obtenidos por este vino, uno detecta que no se ha equivocado con este vino tinto, capaz de levantar al Jumilla en bocas poco expertas, como la mía. No creo concer la uva Petit Verdot que le entrega un ligero sabor dulce al final, pero un dulzor con cuerpo, que le encaja muy bien a un tinto.

Butifarras de diferente color y tipo de carne

Uno de los embutidos típicos del noreste español, de Aragón, Navarra y Cataluña es la butifarra blanca y delgada, embutido casi en decadencia en Aragón, algo difícil de encontrar en estos tiempos en las tiendas, no así en marcados y muy distinta en sabor y textura entre ellas.

La butifarra en Aragón es siempre blanca, tiene más colágeno, es un embutido que se hace con trozos cocidos de la cabeza y cara del cerdo, sin nada de sangre, con las pieles o cortezas del cerdo que sumado a especies como la canela, le otorgan una similitud en el gusto parecido a algunos fiambres más conocidos por todos y que denominamos como "cabeza de jabalí" o "chicharrones".

Las carnes se pican muy finamente y se cuecen durante más de 6 horas para que resulta una carne blanda y suave. Al contrario de lo que cree la gente, es un producto con muy poca grasa pues las ternillas y las pieles del cerdo se añaden casi sin grasa del animal. En cambio es un producto muy rico en colágeno, el material que forma las articulaciones de los huesos pues produce cartílago y poner tersa y firme la piel.

Todos hemos pensado durante muchos años que era un producto con excesiva grasa animal, cuando en realidad estábamos confundiendo el colágeno con la grasa. Es por ello por lo que hay que comer la butifarra aragonesa siempre cruda, pues el calor disuelve el colágeno hasta convertirse en boca en casi líquido y pierde su textura y sensación de embutido.

En Cataluña o en Navarra se hacen butifarras con más productos. Bien con añadidos de sangre o bien con carne de pollo. En estos tres ejemplos, la blanca sería la más parecida a la aragonesa, la negra junto a la blanca es la catalana, y la amarilla es la que se suele vender en la zona de Navarra mezclada con carne de ave.

Menú Día del Pilar, en restaurante de barrio

Cuando se acercan los días grandes de fiesta en las “Grandes ciudades”, todos los locales de restauración ofrecen unos menús más elaborados, y con un precio más alto pues se une un servicio mejor y de más calidad y el trabajo del personal del restaurante en un día de fiesta. Hay que pagar como es lógico, ese servicio extra en días extras, mientras los comensales disfrutamos de no tener que cocinar ni limpiar.

Este menú es de un restaurante de barrio, no por ello tiene que ser menos excelente, pero sí que hay que admitir que va dirigido a sus clientes habituales, a los de las calles cercanas a su influencia. No acudirán turistas que vayas ese día a Zaragoza, a disfrutar del Día del Pilar.

Es un menú casi excesivo. Personalmente hubiera eliminado el entrante fácil, por unos aperitivos más festivos y que no llevaran mucho trabajo de realización. Por ejemplo unas tostas con jamón y paté suave. El primer plato me parece un acierto, de entrada. Pero hubiera cambiado el orden del segundo y tercer plato. No es lógico servir antes la carne que el pescado. Y hubiera explicado algo más en qué consistirá el postre que nos imaginamos especial y de hojaldre.

¿Está incluido el IVA? ¿Y el café? Por lo demás, un precio normal para este tipo de jornadas. Como no es publicidad (en este blog, nunca lo es) no ofrezco el lugar, sino solo una crítica constructiva a su ofrecimiento, al no poder opinar más de su servicio y calidad.

Las nueces españolas son más feas. Tú decides

Ya sabemos todos que las nueces de España, las de Aragón y Cataluña, no son bonitas, que las nueces españolas son más pequeñas, más oscuras, más irregulares, y que su contenido interior es algo menos grueso, más seco, menos presentable. 

Es cierto. Pero también tiene sus ventajas.

A cambio las nueces españolas son mucho más sabrosas. Más potentes de sabor, para tomarlas tal cual o para cocinar.

Nos llegan nueces desde otros mercados de medio mundo, posiblemente sean californianas o no, pero sin duda son más anodinas, menos sabrosas, más flojas, más artificiales. 

Puede que sea el sol, el tipo de árbol o la tierra, pero las nueces españolas saben más. Y ahora cuando vayas a la tienda, tú decides.