Sopa de loro, borracha o de bestia cansada. Pan con vino tinto

Hay una sopeta, una forma de alimentar a niños desganados en los tiempos antiguos, que hoy nos resultarían sorprendente. Es lo que en algunos lugares se llamaba Sopa de loro, Sopa borracha o Sopa de bestia cansada.

Se cortaba de una barra de pan como cuatro dedos de la punta, del chusco o coscurro. Se vaciaba ligeramente de miga y dentro de ponía vino tinto o vino rebajado con agua y se cubría con azúcar.

Si la familia era más fina empleaba bizcochos de paridas que empapaba sobre el vino al que le habían añadido el azúcar y algo de canela. 

Incluso a veces se hacía en vez de con vino tinto de granel con vino generoso, quina, vino dulce, moscatel o rancio. Y en vez de bizcochos, rebanadas de pan de pueblo tostado al calor del hogar.

¿Que por qué se llamaba también Sopa de bestia cansada? Pues por que se daba a las caballerías cuando habían tenido una jornada dura de mucho esfuerzo. Es pero sobre todo era, un alimento de energía.

Cómo lograr dátiles secos y listos para comer o cocinar


Los dátiles marrones que compramos y nos comemos, dulces y secos, en realidad se recogen de la palmera cuando están verdes o inmaduros, de un color amarillo dorado o anaranjado. 

En cuanto dejan de estar verdes.

Una vez recogido el fruto se ponen a secar al sol unos días y se vuelven rojizos y su sabor cambia totalmente de áspero a dulce, mientras su carne pasa a ser jugosa y blanda. 

Se carameliza su carne.

También se puede acelerar algo el proceso, mojando los dátiles en vinagre y dejar secar tapados por un paño o con papel de periódico o incluso mezclándolos con manzanas para que fermenten interiormente y se sequen.

No todas las clases de dátiles son iguales, pues en realidad hay más de 100 clases diferentes o variedades. 

En la antigüedad era considerado el árbol de la vida pues crecían allí donde aunque en apariencia no había más que arena indicando que en los subsuelos había humedad, ya que sus raíces necesitan más humedad que otros arbustos de Oriente Medio, de donde procede, y se adentraban en los suelos.

Es un fruto que consumido en abundancia puede producir problemas digestivos pues resulta pesado, sobre todo para quien no esté muy acostumbrado a tomarlos de forma constante. 

Es un producto de alto valor calórico, por lo que no se recomienda a obesos o diabéticos.

Disfrutemos del marisco, sin que abusen de los precios


Somos país de gran variedad de mariscos, de productos del mar, de pequeños lujos para el paladar. Estamos dentro del tiempo de marisco, de los meses sin erre. Así que toca aprovechar de la frescura del mar, pero cuidando que no abusen de los precios. Los sabores del marisco, su frescura, a veces se usa, para ascender los precios hasta los cielos.

Y si no hay muchas posibilidades, controlar los tamaños es la otra solución. Unas gambas de menor tamaño pueden costar menos de la mitad y el sabor es el mismo si la frescura es igual. Cuidemos la calidad sin que abusen de los precios, apra eso nada como un buen profesional, un mercado de confianza y adaptar los tamaños según presupuesto.

Pastel chino de melón


Efectivamente este es un pastel chino, un Pastel de Luna con sabor a melón que puedo asegurar resulta agradable y diferente a los sabores tradicionales de nuestra gastronomía. 

Así que siendo un producto sencillo de encontrar en los supermercados de comida china, es una posibilidad para probarlo y conocer su sabor, que debemos intentar pues viajar a China cuesta una pasta gansa.

Está relleno de calabaza como si fuera cabello de ángel con un añadido del 15% de melón. La forma, su decoración junto a su sabor lo convierten en un producto que para una comida entre amigos puede sorprender.

La butifarra de Aragón tiene un alto contenido en colágeno


Uno de los embutidos típicos de Aragón aunque sea más conocido como producto catalán es la butifarra blanca y delgada, embutido algo difícil de encontrar en las tiendas y muy distinta en sabor y textura a la catalana.

La butifarra en Aragón es un embutido que se hace con trozos de la cabeza y cara del cerdo, sin nada de sangre, con las pieles o cortezas del cerdo que sumado a las especies como la canela le confieren una similitud en el gusto parecido a algunos fiambres más conocidos que denominamos "cabeza de jabalí" o "chicharrones".

Las carnes se pican muy finamente y se cuecen durante más de 6 horas para que resulta una carne blanda y suave. Al contrario de lo que cree la gente, es un producto con muy poca grasa pues las ternillas y las pieles del cerdo se añaden casi sin grasa del animal. En cambio es un producto muy rico en colágeno, el material que forma las articulaciones de los huesos pues produce cartílago y poner tersa y firme la piel. 

Todos hemos pensado durante muchos años que era un producto con excesiva grasa animal, cuando en realidad estábamos confundiendo el colágeno con la grasa. Es por ello por lo que hay que comer la butifarra aragonesa siempre cruda, pues el calor disuelve el colágeno a casi líquido y pierde su textura y sensación de embutido.

Como cocer arroz tipo japonés para hacer sushis o niguiris


Preparar sushis solo tiene un secreto, la cocción del arroz. Pero si le parece complicado hacer los rollitos, recuerde que es mucho más fácil hacer los niguiris, esas especies de croquetas de arroz blanco que por encima están rodeadas de un pescado generalmente crudo cortado en un filetito fino.

El arroz tiene una forma de cocción distinta a la occidental. El arroz del tipo redondo lo tenemos que lavar muy bien, al menos durante 5 minutos, en agua corriente. Tiene que salir al gua clara y limpia para dejar de lavarlo.

Ponga a cocer el arroz sobre agua a temperatura normal que lo cubra bien, durante unos 8 minutos contando el momento de ponerse a cocer. Después se deja unos 10 minutos en al agua caliente pero fuera del fuego. Pasado este tiempo hay que abanicarlo o en su defecto extenderlo y moverlo para que pierda parte de su humedad.

En un bol preparamos una mezcla de vinagre de arroz (dos cucharadas soperas), azúcar (una cucharada sopera pero depende de gustos) y sal (una cucharadita de café). Menos azúcar si es para pescados crudos, más azúcar si es para pescados ahumados. Pon la mezcla al fuego y disuelve sin hervir. Cuando esté todo bien disuelto, deja enfriar. Existen en el mercado vinagres ya hechos especiales para el arroz japonés.

Mezclamos el vinagre anterior con el arroz. La cantidad del vinagre serviría para medio kilo de arroz seco. Y ya tenemos el arroz listo para preparar los platos japoneses que necesitemos. Si desea ver un vídeo con todo el proceso pinche aquí.

Panes distintos para comidas excelentes


Nada como acompañar toda buena comida con un buen vino y un buen pan. Complementos perfectos y en el caso del pan, ahora también cada vez más variados. 

Puede, debemos, ofrecer ante una buena comida al menos tres clases de distintos panes para que el comensal disfrute de texturas diferentes. Más o menos macerado, con semillas o sin ellas, con olivas, cebolla, ajo, orégano, centeno o pipas. Más o menos tostado, de distintas formas incluso de sabores.

Hay en todas las ciudades panaderías maravillosas. La de la imagen está en Vitoria y muy bien atendida, por cierto.