Platos de la cocina murciana. Sabor y delicadeza

Veamos algunos detalles del menú que preparaban hace dos años en el Casino de Murcia. Delicias para disfrutar de esta tierra. Algunos no tan complicados de realizar en nuestra propia casa.

Unos quesos curados de Murcia o de donde quieras o puedas, acompañados de unos buenos panes como detalles y algunas mermeladas como la de tomate.

Unos salazones de Murcia, sin duda excelentes y fáciles de conseguir pues ya se venden en grandes superficies. Los lomos de bonitos, espléndidos siempre, si son enteros o medios. Con almendras o frutos secos dulces y salados y siempre con buen vino. Un Jumilla bien elegido puede servir, pero bien elegido.

Ensalada de perdiz escabechada. Pulpo con alcachofas. Hilos de sepie a la plancha con habitas y jamón. 

Los arrozes del Levante levantan. Un arroz en caldero, uno con anchoas, otro con coliflor. 

¿Conoces los matrimonios murcianos? Sencillos, fáciles, sabrosos. ¿Y los humus de aguacate o de alcachofas?

Las habas son en Murcia un manjar, sean habitas o michirones. Un manjar sabroso. 


Aperitivos típicos en las barras de bar de Murcia

También la ciudad de Murcia tiene fama por sus aperitivos, no solo hay que bajar a Andalucía para conocer sus tapas variadas y originales. En Murcia tenemos sus caballitos, sus bicicletas. sus marineros o sus matrimonios, las ortiguillas, los hojaldres rellenos, sus ollas y huevas, sus habitas o alcachofas, sus bonitos o mujoles, sus alcaparrones, sus croquetas.

Delicias murcianas de la huerta, del campo, del mar, de sus cocinas árabes. No es Andalucía, no es tampoco Valencia, es llanamente Murcia. No necesita más para ser rica en sabores propios.

Ensalada de tomate y pan con aceite

Pocos platos de ensalada pueden ser más sencillos que este, con ingredientes muy básicos, muy pegados al campo y a las familias con pocos recursos, pero a la vez con más sabor y más cariño en su presentación. Hay que tener mucha seguridad en esta ensalada para servirla en un restaurante a unos turistas. Y el resultado aunque parezca lo contrario es bueno.

Ensalada de tomate y pan en un restaurante de Eslovenia parecería un detalle sin importancia si no fuera porque resulta muy agradable. Una base de pepino cortado en trozos pequeños y siendo también un fruto no muy grande, y servido con su piel. Unas láminas de cebolla morada. Tomate bien rojo y maduro pero terse cortado en trozos pequeños. Pan frito. Sal y un buen aceite de oliva.

Más simple es imposible. Pero el resultado es muy agradable. A veces no hay que recurrir a platos sofisticados, pues la tradición y la historia gastronómica nos recuerda que hay lujos con muy poco dinero. En este plato el éxito está en el pepino más bien pequeño, en el tomate de sabor, en el pan de calidad y en el aceite de oliva sin engaños.

Verduras y frutas en un huerto urbano, muy fácil de mantener

Las tendencias urbanas de intentar tener pequeños huertos en los balcones, terrazas o incluso en paredes con sol va en aumento. En España pero sin también en muchos otros países de Europa donde puede resultar más complicado entenderlo.

Pero no sabemos atender esta nueva decisión de hogar, pues no tenemos formación suficiente de lo que realmente podemos hacer con pocos metros cuadrados de espacio. Da incluso la sensación de que no interesa que lo sepamos. 

Dicen que con solo 9 metros cuadrados de tierra bien tratada tenemos para alimentar a una persona. Sabemos que en Almería o en Israel ya se están produciendo hortalizas sin tierra. Sabemos que parte del éxito o del secreto está en la alimentación de los sustratos, sean tierra con un compost o aguas con fertilizantes.

También nos hemos dado cuenta que no es tan importante el sol como la luz, y que los sistemas de riego por goteo además de sostenibles e inteligentes son mucho mejores. Esa jardinería urbana que crece necesita más formación básica y posibilidades comerciales para montar en cada espacio el auto abastecimiento de ciertas plantas.

Es muy sencillo tener en casa plantas aromáticas. Pero también tomates, acelgas, pimientos, apio, ajos y cebollas, patatas, espinacas, judías, soja, lentejas, garbanzos, habas, lechugas, incluso berenjenas, calabazas o pepinos.

Pero si tienes terraza, en macetones de menos de un metro de altura puedes tener melocotones, peras, cerezas, naranjas o limones, manzanas o ciruelas. Y con macetas desde medio metro de profundidad puede tener uva o moras, para disfrutar de pequeños arbustos de fruto.

De las acelgas que vemos en la imagen llevo comiendo seis meses. Se recortan las hojas grandes de fuera y se va dejando que sigan creciendo las de dentro. La planta durante varios meses hasta que crece para dar semillas. Y os puedo asegurar que el sabor de estas acelgas de plantero o de semilla no tienen nada que ver con las que se venden. Son mucho más potentes de sabor.

Cuando se crecen en exceso se arrancan y dejamos un par de ellas para que den semillas. Las replantamos y cuando tiene unos 3 centímetros de altura las volvemos a plantar en macetones algo más grandes. Estas en macetas alargadas de menos de 20 centímetros de altura son planteros que se nos han ido de las manos y han crecido en exceso y por ello las hemos dejado para comer. Pero son macetas muy pequeñas. Lo normal son macetones de unos 40 centímetros de altura donde dan hojas muy grandes.

¿El truco? Tener fiemo, estiércol o abono natural que me traen unos amigos del campo. O que se puede comprar por internet. O que podemos hacer nosotros con una compostadora. Hacer compost en casa es una opción ecológica de tratamiento de nuestras basuras. Y a poco espacio que tengamos en un balcón, no tienen que molestar los olores. 

Hay que advertir que estas imágenes de hoy mismo son de una terraza del centro urbano de Zaragoza, donde la semana pasada tuvimos 43 grados de temperatura y llevamos dos semanas con noches que no bajan de 25 grados. Un clima asqueroso para estos huertos urbanos. El melocotonero es salvaje, debió nacer de un hueso de otro melocotonero que tengo cerca en una maceta de unos 80 centímetros de altura. Estos son sus primeros melocotones. 


La soparnik, un plato sencillo de la cocina croata

La cocina croata, mediterránea y de alguna forma tomando detalles de la cocina turca, griega e italiana, ofrece sorpresas encantadoras. Esta empanada la llaman “soparnik” y es una clásica empanada con masa hojaldrada y muy fina, rellena de acelgas y un poco de patata cocida, todo refrito con ajo antes de ponerlo como relleno de la masa de pan fino para meterlo al horno.

Un plato de la cocina rural, de la cocina incluso de familias con pocos recursos, que en España se toma casi igual pero sin la masa, directamente en el plato. ACelgas cocidas con la patata y refritas con ajo.

Este plato croata, el soparnik, está considerado el plato más conocido de la zona de Dalmacia y es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En algunos casos en el relleno y para darle algo más de calidad incorporan nueces picadas, piñones o uvas pasas.