Paté de mejillones casero

Si desea presentar un buffet de patés y sólo tiene un par de ellos y quiere sorprender, ahora tanto en el mercado como en casa puede enriquecer su mesa con muestras de lo más variopinto.
Desde paté de olivas verdes o negras a paté de pimientos, de gambas, de salmón o de anchoa.
Para hacer en casa un paté de mejillones lo tiene muy sencillo.
Mezcla una lata de mejillones en escabeche con una de atún en aceite, ambas escurridas de sus caldos, aunque no totalmente, más un quesito o su equivalente en queso blando francés.
Lo uede mezclar todo bien con un tenedor, en una picadora o en una batidora. Según el sistema le quedará la mezcla más fina o más gruesa. Para que no resulte muy espesa y seca, debe añadirle algunas cucharaditas de los líquidos que ha retirado de las latas. Poco a poco y según los gustos puede añadir aceite del atún o líquido de los mejillones.
A servir a temperatura ambiente con pan tostado.

Pica en restaurante Zía María de Cambrils (Tarragona)

Los platos de degustación son una buena manera de conocer la cocina de ciertos países. En el Restaruante Zía María de Cambrils (Tarragona) sirve este plato que llaman "Pica" que aquí vemos en su versión para dos personas, con una selección de degustaciones típicas italianas.
Desde diferentes carnes con distintas salsas o cocciones a judías o verduras rellenas a veces imitando algo la clásica tapa española.
Sin duda una excelente elección tanto por su contenido como por su precio, a 7 euros por persona, que pueden dar entrada a un plato de pasta marinera excelente o un risotto con setas muy sabroso a la vez que suave.
La comida italiana es algo más que pasta y pizza, los entrantes y los postres son junto a las carnes y algunas formas de servir las verduras ejemplos que hay que ir descubriendo junto a los arroces.

Gnocchi al pesto, plato italiano de pasta.

Con fécula de patata y arte, los italianos hacen una especie de pasta en bolitas, no de harina repito, sino de puré de patata con harina y huevo, que ponen a cocer en una olla con agua abundante y un poquito de aceite y sal, hasta que las bolitas que forman ellos con la masa cortada en pequeñas porciones, y de diferentes formas, suben a la superficie de la olla en la que los ponen a hervir sueltas las piezas de una en una para que no se peguen.
Calcular para la masa más o menos, un huevo para 3 patatas grandes y un vaso de harina de los de agua.
Una vez las bolitas o piezas de masa suben a la superficie del agua de cocción, se retiran y se reservan.
Se sirven con una salsa típica para pasta, desde Pesto a Boloñesa, con unos golpes de queso por encima. Se puede gratinar o no.

Doradas al horno tradicional

La dorada es hoy un pescado de criadero, muy barato, sin tener el sabor ni la textura del salvaje, pero muy correcto para tomar un plato de buen pescado a un excelente precio.
Se puede hacer al horno, abierto a la vasca o bien enteras también al horno tradicional, como si fueran besugos.
Sobre una cama de patatas, cebolla y algo de verduras, salamos estas con un golpe de pimienta blanca y sal y mojamos con aceite de oliva, agua y vino blanco para que las verduras se hagan sobre un ligero caldo.
Encima pondremos las doradas, son sal, aceite de oliva y unas láminas de ajo por encima más unas gotas de limón.
Se mete el pescado al horno caliente, sobre 180 grados, como unos 15 minutos.
Es mejor haber metido antes las verduras sin el pescado, unos 10 minutos, para que la cocción esté por igual en todos los productos.
Se sirven enteras, pues se venden como piezas de ración.

Comida preparada para quien no tiene tiempo de cocinar en casa

Los platos preparados son las fiambreras modernas. En España poco a poco van apareciendo en los supermercados más platos cocinados, listos para su consumo con un simple calentamiento en microondas y en raciones o individuales o dobles. Algo muy normal en otros países con otros horarios y formas de comida y trabajo.

Si nos acercamos a centros comerciales de alimentación de París, New York, Berlín o Londres veremos que es innumerable este tipo de productos, preparados sobre todo para el consumo en los puestos de trabajo. Y sobre todo muy variados para no cansar al cliente.

En estas ciudades es muy normal que con un horario muy distinto al español, se pare a lo sumo una hora para comer, tiempo en el que cada operario baja hasta su Centro Comercial más cercano, compre el producto que le apetece en ese momento y se lo tome en una pequeña habitación de su centro de trabajo, habilitada con horno, mesas y utensilios básicos de comedor y cafetera. O incluso en la calle en una plaza y sobre un banco público.

El precio de estos platos cocinados puede oscilar entre los 2 y los 9 euros, pero la elección puede ir desde un simple plato de pollo con patatas como el de la imagen a servicios de sushi o comida thailandesa.

Estos productos inundarán nuestros mercados en cuanto todos seamos capaces de cambiar nuestros horario laboral por uno más lógico, con menos gasto en transporte, más aprovechamiento de las horas del día para poder estar con la familia o realizando nuestras aficiones y con una productividad mayor.

Son platos de fiambrera pero elevado a la categoría de restaurante. Y muchas veces son platos de gran calidad y control de la alimentación. En EEUU es obligatorio poner en cada plato y en grande las calorías que contiene.

¿Porqué pican los pimientos de Padrón?

Si tenía dudas de porqué los pimientos de Padrón unos pican, y otros no nosotros se lo enseñamos. Los pimientos de Padrón deben ser recogidos de la mata cuando están muy verdes, casi sin crecer, antes de que creen el componente picante en su seno. En el momento en que tengan por dentro unos hilillos blancos, ya pican mucho.
Si no se han regado bien, crecen lentamente y cuando tienen el tamaño correcto para vender, ya han desarrollado el picante.
Como unos se recogen con unos días en la mata y otros con menos edad, unos pican y otros no.
Si estos pimientos de Padrón los dejamos crecer en la mata, hasta completar su ciclo, se convierten en los pimientos que se ven en la imagen, unos picantes rojos, tremendamente picantes, casi insoportables.
Con solo cortarlo y chupar un poco un dedo que ha pasado por el pimiento, puede dejarte la boca o los labios escocidos.
Compre pues pimientos pequeños, tersos y brillantes y eso si, tenga suerte.

Rosquillas Simpsons

La rosquilla Simpsons ya las podemos comprar en nuestros mercados. La casa Bimbo las comercializa a 0,90 céntimos de euro el par de ellas.
Suaves, muy aceptables aunque sin llegar al sabor de las que comercializa la casa dunkin donut con un recubrimiento en chocolate rosa muy parecido.
El precio de este producto es muy bajo.
Durante muchos años de la década de los 70 y 80 las bollerías industriales invadieron las meriendas escolares. Las críticas a un producto que engordaba y no entregaba más que azúcares y harinas refinadas les hicieron perder mercado, pues no supieron informar suficientemente a los consumidores, ofreciendo alternativas con productos más estudiados para el consumo infantil.
Creo que sin duda los bocadillos son más mediterráneos, pero que estos productos tienen un hueco si no se abusa, y sobre todo un uso má amplio que el de el mercado infantil.
Un postre de pastelería con estos bollitos industriales, puede resultar igual de sabroso que el de otra pastelería más cara y a veces tan industrial como esta.

Menú del G8 en restaurante japonés



Hoy ponemos un menú que se sirvió n el Hotel Windsor de la ciudad de Hokkaido en Japón, el día 7 de julio de 2008, en una cena de gala para los mandatarios del G8.
Los comentarios sobre el menú pueden ser variados como sus degustaciones.
Prohibido tener envidia.

Solomillo de cerdo a la sal

Un solomillo entero una vez limpio de telillas y nervios, lo pasamos por una sartén grande bien caliente con un poco de aceite, para marcar la carne y cerrar los poros.
El solomillo se encogerá un poco.
En una bandeja pondremos una cama de sal gruesa con unas gotas de agua y encima colocaremos el solomillo entero y pondremos encima de la carne unas gotas del aceite que haya quedado en la sartén y unas hojitas de romero. Cubriremos toda la carne con más sal gruesa y unas gotas de aagua y la pondremos en el horno caliente, a unos 180 grados, unos 20 minutos como máximo, dependiendo del grosor.
Una vez hecha, la dejaremos en el horno sin tocar, y simplemente quitaremos toda la sal y cortaremos la carne en el momento de servir. Eso si, hay que intentar coincidir el momento de que la carne termine de hacerse con más o menos el momento de servirla, pues si está mucho tiempo en el horno esperando a ser servida, se pondrá más seca de lo que conviene.
Se sirve cortada en gruesos tacos, y ligeramente bañada con una salsa de pimienta verde o bechamel a la mostaza o de una salsa dulce por ejemplo a la miel o incluso agridulce. Podemos acompañar la carne con unas verduritas o con un puré de manzana o con unas setas a la plancha.

Hacer queso en casa (inicios)

Hoy vamos a intentar hacer queso de untar, tipo Filadelfia, pero de una manera muy sencilla y con la que aprenderemos los primeros pasos para hacer queso.
Utilizaremos dos yogures tipo griego o de los que se hacen en casa en yogurtera, porque son un poco más ácidos.
Mezclamos muy finamente picado, unas hierbas aromáticas, a tu gusto con los yogures. Desde una guindilla a pimienta de colores, pasando por cebollino, ajo, eneldo, albahaca, tomillo, etc. A tu gusto. También sirve añadir algo de queso fuerte, tipo Cabrales, salmón, etc.
Añadimos como una cucharadita de café de hierbas o condimentos por yogur, incluida una pizca de sal.
En un trapo muy limpio ponemos toda la masa en el centro y como si fuera un pañuelo, lo cerramos con las cuatro puntas dejando como si fuera una bola que cuelga del trapo y recogida, toda la masa, cerrando con una goma todo el atadito de la tela.
Lo dejamos reposar sobre un colador que pondremos encima de un plato durante 24 horas, para que el yogur suelte todo el suero con el agua, hasta quedar una masa bastante seca, tras lo cual se puede poner en pequeñas dosis para untar en pan. Se puede presionar algo la masa para ayudarle a expulsar el suero.
Se conserva en frigorífico un día.

Torreznos de Soria

Del cerdo gusta hasta los andares y en Soria tratan a este animal con suma cortesía, sabiendo encontrar platos tan especiales que sólo en esta provincia de Soria son capaces de logar.
Desde el jamón, sin duda distinto al menos a todos los demás, curado al frío soriano con tiempo y calma hasta los chorizos, morcillas dulces o saladas, el picadillo, la panceta o la costilla de cerdo.
Las matanzas son sobre todo por la zona de El Burgo de Osma y alrrededores una fiesta de Baco en donde se pude incluso encargar la crianza de "tu" cerdo, para que te lo maten, te lo apañen y te entreguen toda la matanza, curada o solo preparada.
Aquí hoy presento una imagen de torreznos, que son trozos de la panceta curada del cerdo, como sólo en Soria saben hacer, bien frita para que salga crujiente.
Con unos huevos fritos acompañan a un almuerzo soriano de los de rcordar los viejos tiempos.
No nos olvidamos ni de la careta del cerdo ni de sus rabos, que secos, se utilizan para pucheros, cocidos o platos de invierno.
Soria es un pequeño paraiso, escondido todavía.
No vayan, no es bueno que se descubra. Todo para mi.

Restaurantes baratos en España

Cada día es más dificil encontrar restaurantes con un precio aceptable para la inmensa mayoría de la gente de calle. Es un servicio este, que ha aprovechado muy bien el cambio al euro para saltarse el IPC y poner unos precios casi imposibles para muchas familias.

Hoy, comer por menos de 25 euros por persona es casi imposible en muchas ciudades de España, y aunque ya sé que todavía en otras se puede comer por 12 euros un menú aceptable, son las menos y hay que conocer los lugares.

Sobre todo para los visitantes esperádicos que no conocen los rincones escondidos, las calles de segunda fila, los restaurantes de barrio.

Una ciudad barata para comer sigue siendo Madrid, no así Barcelona donde es más complicado encontrar cocina catalana a buen precio si no eres de allí.

Mientras tanto, los restaurantes asiáticos o turcos, los de comida rápida y algunos buffet se siguen llenando de gente, por ser los únicos con un precio asumible para muchas familias.

No hace tanto era normal tener en los barrios de muchas ciudades españolas restaurantes de alto nivel en la cocina de entonces, con menús diarios que crecían los fines de semana, por unos precios aceptables. 

Sé que en Madrid todavía los hay, pero no así en muchas otras ciudades, que han ido perdiendo este servicio bien porque han cerrado, bien porque han subido su precio en el mismo movimiento de perder clientes.

Se puede hacer un menú original por 12 euros, y llenar los comedores. Lo que no se puede hacer es cobrar 15 euros por un mal vino que no les cuesta más de 1,5 euros si es de marca, y unos platos mal elegidos y con materiales de baja calidad. Que no se quejen de la proliferación de asiáticos, son ellos mismos los que les dan vida.

Cacik, ensalada turca de pepino y yogurt

Hoy vamos a realizar un plato turco, una ensalada turca que llaman Cacik, hecha de peino y yogurt.
Pelamos un par de yogures y los cortamos primero en láminas y luego en bastoncitos muy finos. También se puede rallar si se tiene una mandolina.
Ponemos el pepino ya cortado sobre una hoja de papel de cocina y lo cubrimos con otra, para que absorva el agua que desprenda.
Hacemos en un bol una mezcla de yogurt ácido, puede ser el que se vendo como yogurt griego pero también sirve el que hacemos en nuestra yogurtera. Debe ser un yogurt fuerte.
Para dos pepinos prepararemos una mezcla con dos yogures.
Mezclamos pues los dos yogures con un majado o machacado de 2 dientes de ajo, unas hojas de menta y un puñadito de perejil o de cebollino, sal y un polvo de pimienta negra molida, una chorradita de aceite de oliva (como una cucharada sopera) y el sumo de un limón.
Toda la salsa la reservamos hasta el momento de servir, y es entonces cuando mezclaremos el pepino con la salsa y servimos en una bandejita o como acompañamiento de un plato de carne asada o a la plancha o un pescado a la parrilla por poner dos ejemplos.
Si esta ensalada pero con menos pepino, la pasamos por una batidora, tenemos una salsa fría de yogurt, perfecta también para carnes y verduras o para ensaladas de lechuga y tomate.

Tinto de Miedes (Campo de Calatayud) Zaragoza España

Hoy he cenado con tinto de granel, en caja con dosificador tal y como se ve en la imagen; un Marqués de Nombrevilla, del Campo de Calatayud, en Zaragoza, España.
Un excelente tinto del año, tanto a su temperatura ambiente como fresco, potente sin molestar, gustoso con recuerdos dulces y afrutados pero con persistencia en boca.
La denominación de origen Campo de Calatayud tiene fama sobre todo por sus excelentes rosados, sobre todo aquellos se se podían beber en las bodegas por los años del anterior siglo. Pero también hace unos tintos excelentes, incluso a precios muy ajustados.
Se está cuidando mucho la calidad, en productos que en gran medida se exportan a otros países.
Acompañando embutido, quesos, jamón, una carne a la plancha, unas patatas asadas o incluso un pescado potente en salsa marinera marida de maravilla. Un excelente vino a un precio más que excelente, lo que demuestra que no siempre hay que pagar un alto precio para saborear un buen vino.

Lentejas guisadas o las ventajas de las legumbres

Decir que comer legumbres es beneficioso para la salud es repetir lo que todos sabemos, es cierto también que a la hora de cocinarlas nos entra miedo principalmente por su incierto punto de cocción y por el tiempo que esta lleva.
Si utilizamos una olla rápida, con 20 minutos en la mayoría de los casos, es suficiente para que la legumbre esté en su punto.
Hacer unas lentejas guisadas es sencillísimo.
Ponemos en una olla rápida unas lentejas rápidas, de las que no necesitan estar en agua desde el día anterior, que son la mayoría de las que se venden ahora.
Les añadimos media cebolla en un trozo, una zanahoria, un pequeño hueso de jamón o un chorizo entero, un poco d aceite de oliva, una hoja de laurel y sal, y las cubrimos con agua mineral.
Cerramos la olla y contando 20 minutos desde que el pito de la misma suene, tendremos un plato terminado, excelente. No hay que trabajar más que poner los ingredientes en la olla.
Es cierto que este plato se puede mejorar si las verduras las pochamos, cortaditas finamente, en aceite y dentro de la misma olla, antes de poner el agua y las lentejas. Esto mejora el plato pero lleva más tiempo de cocina.
No deje de comer legumbre por el tiempo, si tiene dudas de la cocción, las que venden enlatadas o en frascos de cristal, sean garbanzos, lentejas o judias, están excelentes como base para añadirles un refrito y servirlas a tu gusto.