Sancocho

Sancocho que no zancocho.
En aragonés, un zancocho es un embrollo, un lío, pero también una comida sin mucha limpieza, muy revuelta.
Esta sopa que ahora les muestro es de Colombia. Y curiosamente y como en aquellos países es más normal la familias numerosas, el sobre es para 6 raciones, cuando en España ya muchas de las sopas de sobre, son o para 3 o para 2 raciones.
Peca de excesiva harina, tiene un sabor sencillo, muy normal, no resulta extraño al paladar español. Es una crema de patata y harina con algunas trazas de sabor a pollo y a perejil y ajo.
Pero en el mismo sobre avisa de dos maneras de presentación que debo señalar, pues mejoran mucho el plato, convirtiéndolo en algo original.
Por una parte aconseja añadirle mientras hierve plátano verde y trocitos de patata sabanera. Nosotros los hemos probado con el plátano y mejora mucho el plato.
También ofrece la posibilidad de añadir trocitos de yuca cocida y más cilantro picado.
Sin duda un plato ligeramente distinto, al menos curioso si le haemos caso a los consejos de mejora que acompaña el sobre.

Pescado relleno rebozado

Siguiendo en nuestra ideas de presentar platos sencillos pero interesantes les presento hoy uno de los sencillos.
Partimos por la mitad unos filetes de pescado congelado, aquí es importante comprar pescado contrastado, porque no todo tipo de congelados son igual de jugosos aunque en los últimos años ha mejorado mucho el sistema de congelación.
Los salamos, ponemos encima de cada trozo de pescado media loncha de queso suave, incluso del que se vende ya en láminas para gratinar, y pasamos el pescado primero por harina, luego por huevo bativo y finalmente por pan rallado. Debe quedar bien rebozado de pan, si no es así, se debe repetir los 3 pasos.
En estos procesos hay que tener cuidado en que el queso no se separa del pescado. Al final, quedará pegado al mismo por el paso de los 3 ingredientes del rebozado.
Lo freimos en una freidora eléctrica hasta que esté dorado.
Se puede servir con un poco de ensalada y un golpe de salsa mostaza o salsa yogurt, a gusto del comensal.
Un rosado de Navarra puede maridar perfectamente.

Ensalada de garbanzos

De entrada hoy, una ensalada de garbanzos cocidos de lata.
Es un plato, fresco y rápido, pues la labor más costosa, cocer la legumbre, nos la podemos saltar comprando los garbanzos ya cocidos en un bote de cristal a un precio realmente bajo.
Añadimos un huevo y una patata cocidos, pimiento rojo y verde, cebolla, tomate, maíz, unos granos de pimienta verde picados o machacados y aliñamos todo con una salsa vinagreta sencilla o con una vinagreta a la que le añadimos una cucharadita de salsa mostaza.
Todos los vegetales los hemos cortado a un tamaño parecido al de la legumbre, y eso si, la servimos fresca que no es lo mismo que muy fría.
Esta misma ensalada se puede hacer también con alubias cocidas o incluso con lentejas si están enteras y sin que las pieles estén separadas.

Jack Daniel es un amigo americano

Por su sabor dulce y a madera vieja, por su olor totalmente personal, por la textura de la botella que soporta los siglos como si de un diseño moderno se tratara, por la repetición exacta de su sabor año tras año, algo realmente muy difícil de encontrar en productos conocidos pero que no saben mantener la exactitud en materiales que están vivos.
Por su precio aceptable.
Porque me gusta más que ningún otro whiskey americano, le dedico la entrada.
Siempre con hielo industrial, en vaso bajo grueso, en copa fina, en vaso alto y liso, pero siempre solo. Para mezclar hay muchos otros que enmascaran los sabores.
Jack Daniel es un amigo que no te falla.
Es un amkgo que te arropa y te deja soar un poquito.
Eso si, hay que beber con moderación, pero cada uno tiene su propia moderación. El deber es concoer la medida exacta de esa moderación.

Migas aragonesas con trucos

Hacer migas aragonesas es de lo más complicado. Bueno no, de lo más sencillo.
Pero hacerlas buenas, es complejo.
Con solo pan duro, una grasa y algo de agua se puede hacer una maravilla o un plato incomible.
La manera de cortar el pan, el tipo de este y su dureza, la forma de mojarlas con agua y el tiempo que están mojadas, el tipo de grasa que se emplea y el fuego, el perolo y la forma de darle vueltas, y sobre todo saber el punto para retirarlas del fuego.
Yo utilizo pan a ser posible de hogaza, cortado en láminas pequeñas después de que está seco sin estar como las piedras, y lo dejo unas horas con unas gotas de agua en forma de lluvia, tapado con un trapo.
Como grasa empleo sebo de riñonada de ternasco, cortado muy pequeño.
Y sin duda el fuego correcto es el de leña pero el de gas puede ser correcto. El eléctrico no es tan fácil para pillarle el punto.
Pero no se suelen servir solas.
Hay migas aragonesas solas.
Las hay con uva, a mi no me agradan.
Las tenemos con pequeños trocitos de patata cocida, una de mis preferidas.
Con chorizo desmigado, más castellanas.
Con melón dulce, exquisitas.
Con medias cerezas naturales, una de las nuevas incorporaciones a la cocina aragonesa.
El momento de quitarlas del fuego es cuando al apretarlas con una cuchara de madera sobre una de las paredes de la perola, se quedan las migas ligeramente pegadas al lateral para deshacerse al caer.
Nunca debe faltar un buen vino tinto o rosado joven. Un Miedes, Viñas Viejas, por ejemplo.

Chocolate alemán BELLAROM

Este chocolate que comercializa Supermercados LIDL, en forma de chocolatinas individuales, envueltas sueltas lo que permite su consumo sin pérdida de frescura ni toma de sabores externos si pasan unos días desde que se abre el paquete mezcla el chocolate con leche, el chocolate blanco con sabor de yogurt y una pequeña mezcla de crispis de yogurt con sabor a fresa.
Hay maridajes que resultan muy logrados. El chocolate blanco con fresa es uno de ellos, y Chocolates Lacasa ya comercializa un turrón con estos dos sabores.
En este caso la presentación es más atrevida, algo más sutil y con sabor más justo, lo cual no se muy bien si es ventaja o desventaja porque es cuestión de gustos, y con un resultado para tomar junto a un café o un té, muy conseguido.
Recomendable tanto por presentación, sabor y precio.

Cocido Castellano deconstruido

Os presento una manera distinta y muy sencilla de disfrutar de los sabores de un cocido castellano de verdad, plato fabuloso pero que lleva un tiempo largo de cocina, incompatible con los horarios de muchos de nuestros días. Este cocido puede ser plato único y su tiempo de cocción y su presentación es muy simple. Se puede hacer en cualquier país que tenga la posibilidad de poder comprar hueso de jamón curado, que es lo que le da el sabor característico. En la imagen de la derecha se ve el plato ya cocinado. Después de realizado, creo que debería llevar menos patata y esta ser más pequeña, pero eso queda para otro intento.
Pongo en una olla rápida junto a un litro de agua fría, un chorizo y un hueso de jamón . Es imprescindible esto último.
Se pone todo 15 minutos a contar desde que chifla el pito o silba la válvula.
Se abre con cuidado la olla y se le añade una patata entera, una zanahoria, media cebolla y media morcilla de carne (si es de arroz se reservará una vez cocida, para añadir en el momento de servir) También se puede añadir cuarto de pollo o gallina. Pondremos una cucharadita pequeña de pimentón dulce y un par de clavos de especia.
Se deja otra vez todo en el fuego con la olla cerrada otros 15 minutos.
Se abre la olla y se retiran todos los elementos. En el caldo se pone medio bote de garbanzos cocidos (si los vamos a cocer nosotros, hay que ponerlos en la primera vez, habiendo estado una noche antes en agua).
Cortamos del tamaño de los garbanzos, las carnes, chorizo, tocino del hueso, patatas, zanahoria, pollo, etc. La cebolla si queda algo se retira. Se ponen todos los ingredientes junto al caldo y los garbanzos y se dejan al fuego 5 minutos. Se rectifica de sal.
Servir bien caliente. Si hemos añadido morcilla de arroz, añadir a los platos en el mometo de servir, pero no ponerla a cocer esos 5 minutos últimos, pues se deshace.

Cerezas maduras o cómo cada día es más difícil comer bien

Estas cerezas son de un pueblo del Norte de Soria. Tomar fruta en condiciones se está convirtiendo en una posibilidad escasa, porque lo que llega a los mercados es en muchos casos, productos recogidos fuera de tiempo, sin sabor, en nada parecidos a los que se espera.
Hace unas pocas décadas, la fruta era algo que no engañaba. Las peras, las fresas, los melocotones o las cerezas sabían año tras año a lo mismo. Ahora saber a cualquier cosas menos a los recuerdos que tenemos.
Estas cerezas están duras, casi diría que muy duras si se comparan con las que compramos. Están ácidas, pero a la vez muy dulces porque las han dejado madurar en el árbol hasta el momento de la recogida. Mantienen todo su sabor y tienen añadido el azúcar natural de la maduración.
Son gratuitas, porque me las han regalado desde el árbol a la mesa, y es en estas ofrendas en donde todavía podemos recuperar algunos sabores casi perdidos.
La globalización de los mercados ha provocado el tener que adelantar la recogida para que no se pase la fruta en los almacenes, y con ello la pérdida casi total del sabor.
Ya no es fruta de verdad, es un producto con la forma y el color pero SIN SABOR. Y eso si, a precios como si fueran de verdad.

Cervezas Damm, negra o VollDamm

Hoy toca hablar de cervezas, un poco solo para no cansar. Hemos traído dos clásicas, de las marca Damm, con un aspecto renovado de 2008, rediseñado, es posible que más atractivo aunque debemos reconocer que el diseño gráfico de las antiguas latas ya era muy personal y en cierta manera muy reconocible. Rediseñar tiene sus riesgos y esta vez los han traspasado.

Le cerveza negra es buena, no es una alemana o inglesa negra, le queda distancia todavía, pero supera al resto de cervezas nacionales negras en sabor, espuma y sensaciones de malta tostada.

Pasa el examen con nota. Su grado, un 5,4º, es muy correcto para poder degustarla con tiento pero sin cuidado excesivo.

Pero la joya de la corona es la Voll-Damm (doble malta) de toda la vida, la de lata verde. Es cierto que su grado alcohólico puede asustar, un poco más de 7º, pero con dejarla para tardes tranquilas en casa con aperitivos y película no hay problema de test de alcoholemia. Su sabor es personal, fuerte sin exceso, con espuma muy bien construida en casi todo tipo de vasos y con un largo sabor en boca. Sin duda una gran cerveza.

Tacos o tortillas mejicanas rápidas hechas en España

No vamos a plantear aquí una receta auténtica de Tacos mejicanos, de tortillas mexicanas, porque deseamos mostrarles una manera rápida y fácil con arreglo a los productos encontrados en las tiendas españolas, de este plato.
Compraremos unos 600 gramos de carne picada, es mejor si el picado es grueso o si es carne de ternera picada en casa, pero como se trata de hacerlo fácil, sirve carne picada normal.
En sartén ponemos una cebolla finamente picada a pochar junto a un pimiento verde, mejor si es rojo, cuando está la verdura hecha añadimos la carne picada, y sal, damos vueltas hasta que toda la carne esté a medio hacer y le añadimos una copa de brandy, una guindilla de cayena picada (depende de gustos pueden ser hasta 3) y una taza de tomate frito de lata.
Se termina de hacer todo el relleno, rectificando de sal si fuera preciso.
La carne debe quedar casi seca, y si por diversos motivos entre los que se encuentra la calidad de la misma, queda líquido en el relleno, escurrirlo ligeramente o seguir en el fuego hasta que se reduzca.
También se puede hacer el relleno, con tiras de pechuga de pollo, y en este caso lo mejor es que tanto la cebolla como los pimientos también sean cortados en tiras.
Las tortillas de maíz se pueden comprar hechas en bolsas, en la mayoría de tiendas y supermercados de alimentación. Se deben presentar calientes, humedeciendo muy ligeramente la masa con unas gotas de agua y calentando al microondas unos segundos.
En el caso de las de pollo, se pueden servir tambien con salsa de guacamole.



Cous Cous con verduras, rápido

Gallina Blanca nos ofrece dentro de su gama de “Ideas al Plato ÉTNICAS”, un sobre para realizar en casa un Cous Cous de verduras.
Al abrir el sobre encontramos dos compartimentos diferenciados, en donde está la sémola por un lado con las especies y las verduras deshidratadas por otro. Perfecto para conservar el grano sin que tome sabor en exceso.
Si se siguen las indicaciones del sobre, sobre todo en cuanto a las medidas de agua, el plato sale solo y además muy correcto y parecido al auténtico Cous Cous de verduras que se puede tomar en el norte de África. No es un cous cous de carne ni de verduras guisadas, es más un tabulé sencillo, tipo ensalada templada, con pequeños trocitos de verdura.
No necesita cocción y han conseguido aun así, que la verdura deshidratada se vuelva muy natural y real.
Es un sobre para dos personas, tal vez un poco justa la ración, teniendo además en cuenta que es un plato que en Marruecos se consume de manera copiosa cuando es servido.
Muy correcto en el sabor, conserva la sémola su justa dureza, que no todos los cous cous que podemos comprar empaquetados lo hacen, y es un plato recomendable por su rapidez y sencilla presentación.
No es el auténtico cous cous del desierto, el que se hace con verduras enteras o en grandes porciones, pero si una versión más occidental que se consume en media Europa que quiere conservar sabores de África. Para nuestra manera de entender la gastronomía no tendría el mismo éxito si nosotros la sirviéramos como se cocina en Marruecos.

Crema de calabaza artificial o de sobre

Knorr nos presenta una crema fina de calabaza en sobre, para hacer una sopa en 5 minutos, junto a 600 c.c. de agua.
Es pues un servicio para dos personas, aunque puede servirse para tres platos añadiendo más agua y simplemente una cucharada sopera de tomate frito. Incluso el resultado saldrá más agradecido.
Con las sopas de sobre hay un peligro, que den la sensación de que estás comiendo piensos compuestos de los que alimentan a animales.
Algunas cremas caen en este fallo, y esta que se presenta aquí es de las que no pasan la cata.
En una crema que se “pega” en la boca, que da una sensación extraña al saborearla, dulce como debe ser la calabaza pero sin corregir, y con una cierta sensación de pienso. Es una apreciación personal, pero que deberían haber evitado al crearla.
No resulta comparable a una crema de calabaza hecha con la verdura recién comprada. Una pena, porque prometía rapidez.

Empanadillas rellenas de escabeche o de manzana

Se pocha cebolla muy picada, pimiento rojo y verde, y una vez trasparente la cebolla se añade un huevo duro picado fino, dos latitas de atún en aceite escurrido de su aceite pero no del todo y un poco de tomate frito (no debe ser mucho, al menos para nuestro gusto, para las empanadillas de la imagen 3 cucharadas soperas).
Se extienden sobre un paño húmedo o sobre una tabla, la masa comprada y cortada en forma de obleas de las empanadas (en este caso es La Cocinera) y se reparte sobre ellas en pequeños montoncitos, la fritura anterior.
Se cierran y se sellan con los dientes de un tenedor y se ponen en una bandeja de horno, sobre papel. Se pintan con huevo batido para que queden brillantes.
Se meten al horno unos 10/12 minutos a 180º, hasta que tengan el color que te guste.

Las mismas empanadas, se pueden rellenas de multitud de productos. Uno que da muy buen resultado, es manzana cortada fina, con canela y un poco de azúcar. Si quieres que quede la fruta blandita, la debes meter al microondas entre 30 y 45 segundos al máximo, antes de ponerla sobre las obleas. La forma de cocinar al horno es la misma.

También se pueden hacer en freidora en vez de al horno. Quedan distintas, la masa más crujiente y personalmente, más agradable y sabrosa. Pero inevitablemente, engorda más.

Chocolate con sal

Dentro de la colección de chocolates LINDT Excellence, hay uno que es más difícil de encontrar en el mercado, el "Chocolate con toques de Sal Marina". También es un producto con muy poca competencia para poder comparar.
En boca se deshace muy bien, dejando al final los granitos de sal que se disuelven junto al chocolate.
Me hubiera gustado un poco más de sal e incluso que las trazas de sal fueran algo más grandes.
Es cierto que sorprende y que para degustar sirve perfectamente, pero para personas más exigentes, tal vez necesitemos que la sorpresa sea algo mayor.
De todas formas, es un buen chocolate, distinto pero que no sorprende tanto como lo puede hacer la primera vez que se prueba, de la misma colección, el chocolate picante.

Aceite de olivas negras para aliñar ensaladas

Para aliñar ensaladas sirven decenas de salsas, incluidos algunos pequeños trucos que ayudan a resaltar sabores.
Mezcla la pulpa de una docena de olivas negras del tipo Aragón, de las sabrosas y algo fuertes pero no duras, con un 1/8 de aciete de oliva. Lo puede triturar con batidora o con almirez aunque el resultado no es igual.
Conserve toda la mezcla en un botecito con dosificador y lo utilice para aliñar ensaladas, sobre todo de escarola, tomate cortado en rodajas finas o simplemente una cebolla nueva.
Estará dando un toque de olivas negras a su ensalada, sutil pero contundente.
Se conserva muy bien varias semanas, si no le da una luz muy fuerte directa.

Butifarra de Aragón

Uno de los embutidos más tipicos de Aragón, pero que resulta en estos tiempos, difícil de encontrar en las tiendas, es la butifarra, algo similar a la catalana, pero muy distinta en sabor y textura.
La butifarra en Aragón es un embutido que se hace con trozos de la cabeza y cara del cerdo, sin sangre, con ternillas finas y muy picadas en su composición, que le confieren cierta sensación en el gusto similar a algunos fiambres que denominamos "cabeza de jabalí" o "chicharrones".
Pero la canela y la grasa le confiere un toque distinto, particular.
La empresa "Denominación de Origen" hace un producto muy bueno, tradicional en su sabor, a un precio muy correcto y que comercializa en sus tiendas propias.
Un embutido diferente, que hay que comer con cuidado por su alta cantidad en grasa, pero que no deberíamos perder, ya que de momento, no es obligatorio el degustarlo, y su alta cantidad de calorías no debe ser un problemas si se consume con responsabilidad.

De higos a brevas

Es vergonzoso el trato que dispensan al consumidor, es vergonzoso cómo nos engañan con los productos que compramos, en un ejercicio absurdo que se debería acabar.
Si yo compro unas brevas grandes, maduras al tacto, en su punto porque están incluso algo abiertas, espero al abrirlas encontrarme una fruta como yo recuerdo que es, ROJA y CON SABOR.
Pero en cambio me encuentro una fruta sin color, sin sabor, sin aroma, sin azúcar.
Recogemos del árbol la fruta verde, muy verde, por el miedo (posiblemente cierto) de que no llegará al mercado en condiciones. Y si, llega entera pero FALSA. ES UNA IMITACIÓN DE BREVA, es una fruta que no sirve.
Y eso sucede con casi TODAS las frutas que compramos.
Yo quiero volver a comer brevas, alberjes, melocotones, peras, uva con sabor, como eran hace unas décadas, como son las frutas cuando las robo del árbol. Yo pago con dinero de verdad lo que me piden, así que exigo una fruta de verdad. Lo malo no es tirar el dinero a la basura, lo peor es que me quedo sin saborear unas brevas como dios manda. Bueno creo que dios ya no manda nada.

Salteado de alubias con verdura (y con carne)

Hoy vamos a analizar un lata de conserva de Salteado de Alubias, marca blanca de Supermercados Día. La imagen es de las latas recién abiertas, sin el añadido posterior de las carnes, que es una idea de este blog.
Es cierto que en este lugar se analizan muchas marcas blancas, la explicación es bien sencilla. No es una ventana para promocionar platos y productos de alto precio, sino para sacar el mejor partido de aquellos alimentos con un coste medio o bajo, y poder crecer en calidad y sabor dentro de unos límites económicos justos.

Esta lata, creo que comercializada desde hace pocas semanas, tiene un precio de 46 céntimos, y sirve tanto para ser tomada tal y como viene, calentada al baño maría o en microondas o bien trabajando un poco su contenido.
Nosotros hemos hecho la prueba segunda.
En una olla exprés, hemos puesto un chorizo y un hueso de jamón a cocer 5 minutos (contando el tiempo cuando el pito avisa) para una vez conseguido un fondo de caldo sencillo, añadir en él 2 latas de alubias con verduras y darle un pequeño hervor final.
El resultado cambia, y ofrece un producto muy rápido y barato con un sabor realmente potente y casero.
La lata contiene un 40% de su peso en alubias blancas y pintas, enteras y en su punto de cocción, un 18% de judía verde, zanahoria, guisante, pimiento verde y patata, un 3% de tomate en la salsa, un 2% de aceite de oliva. vino blanco, copos de patata como espesante, cebolla, ajo, puerros, azúcar, sal, especies que no determina, y E220.
El envasador es de Navarra, su peso neto 400 gramos, no existe el peso escurrido pues todo el contenido es aprovechable, y su precio es de 46 céntimos.
La alubia blanca tiene la piel algo dura, muy soportable, y la pinta está más suave sin ser una alubia de gran calidad, ni por sabor ni por tamaño. Por el precio no se puede esperar unas alubias de Tolosa, como es lógico.
El resultado es muy correcto, las verduras están enteras y con su sabor conservado, y no resultan engañosas en cuanto a cantidad, en relación con las alubias.
Muy recomendable para hacer unas alubias rápidas, pues la salsa que llevan ya es suficiente, tal y como viene en la lata o con un simple refrito de pimentón dulce.

Este blog es pobre y no se debe a nadie. Se analizarán productos de consumo normal.

Vino de Canaan, pero vendido en Zaragoza

La globalización es lo que tiene, se puede tener de casi todo sin viajar, lo cual no creo que sea buena cosa sobre todo en vinos, pues no les siente muy bien a todos desplazarse de sus lugares de origen.

Yo recuerdo que cuando el rosado de San Esteban de Gormaz en la Ribera del Duero lo sacabas de la cuba… ya perdía parte de su sabor. Si lo subías de la bodega a la calle perdía otro poco, si lo llevabas a casa o te lo llevabas a Zaragoza iba perdiendo hasta convertirse en otra cosa totalmente distinta.

De un milagro de uva se convertía en un vino muy bueno.

Pues el otro día encontré una tienda que venden vino de Canaan, de la misma zona de donde Jesús multiplicó los vinos de la boda famosa. Yo espero que este que venden ahora no sea todavía de aquella multiplicación sino de si acaso simplemente de la misma tierra.

Me resultó curioso que en la nota de cata en la tienda avisaran de los 3 tipos de uva que han empleado, lo cual no está bien porque es dar pistas y vete a saber tú si en aquella boda la mezcla la hicieron con iguales uvas o con otras.

No se si el vino merece el precio, eso si, mola saber que es de Canaan y que además lo pone en la caja y en grande para poder fardar ante los amigos.

Me cuadró menos que en la misma tienda vendieran agua del Jordán, y no por nada, que no soy tan crítico, es que para ser de un río la vi como la Fontvella, muy limpia y trasparente. No se, tener agua del Jordán para beber no es porque se vende en botellitas pequeñas, y siendo tan limpia uno se mosquea si la quiere para usos religiosos o relicarios.

¿Queréis comprarlo?, en la Plaza del Pilar de Zaragoza al menos.

Nota.: Este blog, que no trabaja para nadie y es pobre, solo prueba aquellos platos que considera asequibles, pero eso si, admite regalicos, para probar y dar su opinión. Es un riesgo, eso si, porque la sinceridad ante todo.

Cata de vino como juego entre amigos

Unos de los grandes inventos de la humanidad, es sin duda el vino. Casi cualquier vino, bebida alcohólica que hay que tomar con moderación. Bebida prehistórica que ha soportado todos nuestros pasos por este mundo.

Yo os propongo un juego de cata muy sencillo para jugar en casa.

Se necesitan al menos 2 personas aunque lo ideal es 4 con diferente experiencia enológica.

Pon en 4 copas normales: un rosado del año, un tinto crianza, un manzanilla o fino seco y un rancio dulce u Oporto.

Empezar por este orden a probar los vinos y a comentar entre vosotros las sensaciones. Son tremendamente distintos, pero se trata de intentar adivinar olores básicos, sabores en el acto o tras unos segundos.

Textura en boca, sabor más pronunciado, sensaciones, e intenten buscar comparaciones con otros sabores que ya conocemos. 

Para pasar a comentar después qué tipo de vino nos gusta más y por qué. 

Intentando adivinar si se apodera algún sabor en especial y los sabores primarios de cada vino, y si detectamos en su olor algún signo de frutas, de especias, de maderas.

Una vez acabada la cata, y sin dejar de hablar, cosa lógica si hay vino en la mesa, empecemos a volver a beber unos sorbos de los distintos vinos en un orden aleatorio. Observaremos que todo lo que antes hemos dicho sobre cada vino ha cambiado. 

Cada repetición de cata del vino de cada clase nos produce distintas sensaciones en boca.

Esta prueba se puede llevar casi al infinito.

Si quieres, entre cata y cata toma un poco de pan con queso, y varía las clases de queso entre suave y azul, entre Gruyere y Picón, entre Camembert y Pata de Mulo. O prueba unos frutos secos, o algo de fruta, o incluso algo de verduras crudas.

O mete en el juego algo de embutidos o jamón, o también de repostería dulce. Los resultados son siempre distintos.

Ya, ya sé que lo sabías. Solo estoy jugando.

¿Ha probado a servir el mismo vino en diferentes copas, o a distintas temperaturas?

Sin duda el vino está vivo, y lo más importante, tu también y te gusta jugar con los sabores porque te das cuenta de los cambios.


Brotes de Alfalfa hechos en casa

Alguna otra vez ya os había hablado de los brotes de soja caseros, pero era complicado encontrar otras semillas para probar, pues ahora casi todas las irradian para que no germinen en los almacenes.

En una tienda de venta de semillas para el campo compré una caja de medio kilo de semillas de alfalfa para probar, aun sabiendo que el propio comerciante me avisó que no eran para uso comestible.

Pero después del tute que les meto en agua que hay que ir cambiando en los días en que tardan en germinar, pensé que por probar no me iba a intoxicar.

Y de momento me muevo.

En un bote de cristal de 1 litro se ponen una cucharada sopera de semillas y se cubren con agua templada. Esto es para el primer día. Se tapa el bote con una gasa y una goma elástica.

A partir de ese día, se van lavando las semillas unas 3 veces por día, y se va dejando el bote tumbado sobre un plato, en una zona oscura pero no fría. Se debe dar vueltas al bote cuando se coloca en su sitio para que las semillas se peguen a las paredes del bote y no se pudran por exceso de humedad.

A los 3/5 días te salen unos brotes largos de alfalfa que solo esperan unos rayos de sol de media hora para crear la clorofila.

Los sirvo con unos golpes de sal, aceite de oliva extra virgen de oliva con añadidos (está muy bueno el de tomate que otro día explicaré) y si gusta, unos polvos de pimienta para animar. También le van muy bien unas algas de las que se pueden comer crudas, para ensalada.

En Zaragoza venden las algas en algunos lugares, entre otros casi en la esquina del Coso con la Plaza San Miguel. Tenéis que buscar una tienda de semillas en donde podéis comprar semillas NO irradiadas.

Consejos para perder peso y adelgazar con sufrimiento

Si has llegado hasta aquí, tal vez deseas saber cómo se puede perder peso sin sufrimiento y en muy poco tiempo. Si es así, lo siento, hoy no toca mentirnos.

Pero si lo que deseas es que alguien te ofrezca algunos consejos para perder peso de manera lenta, constante y que no sufras el efecto rebote y recuperes el peso anterior en pocas semanas…, entonces es posible que te interese lo que a continuación expongo.

Decía el doctor Grande Covián que el único sistema válido para perder peso era comer de todo. Pero comer la mitad. 

Sin duda hay dietas milagrosas que te hacen perder rápidamente peso incluso cenando todas las noches jamón serrano y sardinas en aceite. Y funcionan. 

Pero te pueden producir algunos problemas de salud y además tienden a producir el efecto no deseado de la ganancia del peso a las pocas semanas. Excepto que tu cuerpo y mente te permitan cenan todas las noches de tu vida sardinas de lata.

Comer la mitad es mucho esfuerzo, pero comer menos cantidad no lo es tanto.

Algunos médicos emplean para ellos mismos, en días de comidas de trabajo, el simple truco de tomarse una botellita de agua con gas antes de la comida. También funciona.

Como también funciona el simple sistema de no comer lo que ya sabes que no debes, en esas comidas llamadas normales, y permitirte a la semana algún lujo, en aquellas sesiones de mesa bien puesta.

Si insistes en el sistema algo rígido, no vas a recuperar en las cenas especiales lo que pierde en las comidas sosas. Sigamos viendo algunas cosas más.

No tomes comidas muy preparadas, elije platos de verdura o ensaladas en vez de pasta, incluso antes puedes tomar un buen plato de sopa de cocido o legumbres que una paella con pollo y gambas. 

Intenta plantearte unos menús semanales puestos en la puerta del frigorífico y que en ellos además tengas días de legumbre como plato único y alguna comida libre para no sentirte mal por tu dieta.

Toma poco pan, no tomes dulces, haz 5 comidas al día (no te saltes ninguna porque de esta forma fuerzas al cuerpo a trabajar 5 veces), no tomes alcohol fuerte, prefiera las grasas del pescado a las de la carne, la plancha a la sartén y aprende a utilizar el microondas y la plancha.

Por cierto ya se pueden hacer patatas fritas de las congeladas o empanadillas y croquetas en un horno, sin pasar por el aceite.

Haz ejercicio del tipo que te guste y desee, pero hazlo. Son mejor una hora de movimientos en algo que te gusta y por ello lo mantendrá en tu agenda, que intentar dos horas de un gimnasio que te va a sentir mal y a cansarte pronto. 

Andar deprisa con los conocidos 6.000 a 10.000 pasos diarios, bicicleta estática, unas sesiones de natación o incluso simples ejercicios de estiramiento y de respiración en el ascensor mientras subes, te sirven para estar algo mejor. 

Y no te olvides que si vives en un quinto piso, puede subir a patita hasta el tercero y luego utilizar el ascensor. Todos tienen paradas intermedias y son muy útiles para no quedar oxidado.

Y piensa también que por cada kilo que pierdas, es un kilo menos de peso que lleva tu corazón y tus rodillas.

Cómo tener un huerto en una terraza y a coste bajo

Vamos a dar algunas pequeñas pistas para poder disfrutar de un pequeño huerto en tu terraza o balcón, porque si lo que tienes es una pequeña parcela adosada a tu casa, sin duda ya conocerás todo lo necesario, pero debemos saber que con muy pocos metros de terreno profundo puedes sin duda abastecer tu domicilio de una parte de los vegetales que consuman.

¿Dónde hacemos la plantación?

No compres costosas jardineras cuando puede encontrar gratis los recipientes. En todos los supermercados de tu ciudad acaban en la basura cajas de lo que se llama vulgarmente corcho blanco o poliuretano que antes han contenido pescados frescos. Si conoce algún pescadero mucho más fácil. 

Esos recipientes son perfectos para el tipo de mini huerto que vamos a plantear. Son rectangulares, gratuitos, soportan bien el calor y el frío además de la humedad y se pueden tirar cuando están viejos para cambiarlos por otros. Y son a veces profundos.

El tipo de tierra es mejor que sea blanda, con compost suficiente, con abono mineral si es pobre (se compra en bolitas en tiendas de jardinería, mejor en mayoristas) y si es tierra dura le añada simplemente serrín para rebajarla. Te será más útil para algunas plantaciones de raíz.

Si todavía hace mucho frío, cubre tus maceteros con bolsas de plástico. Si hace aire fuerte, coloca las plantas altas dentro de una botella invertida de plástico como las de agua mineral.

¿Qué puede plantar?

Casi de todo. Se puede decir que por ejemplo las espinacas te producen hojas para ensalada durante meses, siempre frescas y duras, que las rabanetas rojas o las zanahorias si la tierra está suelta te encantarán, que los tomates (no olvide los cherry pequeñitos que salen en ramas) te harán recordar sabores perdidos porque los recogerás cuando estén maduros y no verdes como los que compra.

Que puedes sembrar pepinos, berenjenas, ajos, cebollas, patatas, judias, habas, perejil, romero, o aquellas plantas de no mucha altura que en tu país se consumen en la cocina.

El riego debe ser cuidadoso, procura que la tierra esté húmeda pero no encharcada, y recuerda que las mejores horas para regar es al anochecer.

Es además un excelente entretenimiento, que produce éxitos y frutos. Y si no te sale bien, hay que leer consejos por internet o en libros, pues para huertos urbanos cada vez hay más literatura.

Yo en una simple maceta de 50 cmt de ancha y 60 de profunda recojo todos los años docena y media de manzanas rojas del tamaño de un puño. Es cierto que el árbol es de una raza de pequeña altura, pero es posible si se cuida, tener en tu terraza casi todo lo que te propongas.

Cocina típica española (se sirven recetas para lectores de fuera de España)

Observo que cada día tengo más visitas de personas desde fuera de España lo cual me alegra enormemente. Los visitantes de otros países tienen un valor doble porque acuden sin conocerme, por búsquedas de todo tipo, y para ellos la atención debe ser especial.

Por eso (y estoy seguro que no va a funcionar, pero da igual) desde esta entrada quiero abrir la posibilidad de que cualquier persona pueda solicitar —gratuitamente— una receta típica de la gastronomía española, para que la pueda hacer en su casa. Serán recetas adaptadas y explicadas de forma sencilla para no resultar compleja su realización.

Gastronomía antigua, gastronomía moderna, gastronomía regional, consejos gastronómicos, preguntas de vinos, de bebidas, de productos, de salsas, de tapas, de aperitivos, de todo lo que tengáis dudas.

Intentaré adaptar la receta en una entrada nueva, hecha de forma casera, sencilla, dirigida más a personas de fuera de España, en donde no siempre se pueden conseguir los mismos ingredientes que en nuestro país.

Mi recuerdo de una paella que se estaba haciendo en Londres en el mercadillo de Cadem me produjo tristeza, porque en realidad no somos capaces (por muy poco) de hacer exactamente el mismo plato que se come en cada país. Unos simple consejos son suficientes. 

Aquella paella estaba compuesta de cuartos de pollo (un pollo cortado en 4 trozos, cuando la paella lleva pollo, pero cortada en trozos pequeños) y verduras sin cortar, produciendo a los ojos algo que si parecía una paella, pero que poco a poco se había convertido —en aquella paellera que se repetía cada semana— en un plato totalmente distinto al menos a la vista.

Así que si cualquiera de vosotros desea una receta casera del plato de la gastronomía española que necesitéis… solo con pedirla se os escribirá. No cocino mal, me gusta experimentar y quiero recordar que mi abuela (debo recordarla) fue cocinera de los Condes de Sobradiel en Aragón durante muchos años de principios del siglo XX. Llevo sangre de fogones.

¡¡A pedir!!

Leche entera, lecha desnatada o lecha con agua

Usted habrá leído muchas veces que la leche desnatada es mucho mejor que la leche entera, que al tener menos grasa es más digestiva y que no engorda. Bien, siendo cierto, sin duda las formas de engañar son muchas.

¿Está usted enfermo de colesterol malo?, entonces es verdad, no debe tomar leche entera, pero para todos los demás al menos, piense un poco.

Las dos leches cuestan lo mismo en la tienda. Y hablo de leches sin enriquecer.

La leche entera es la que se ha estado tomando durante siglos, la que se sigue tomando en la mayor parte del mundo que puede tomar leche, que es una minoría todavía en cuanto a población, por curioso que parezca.

La leche entera tiene más de un 3,5% de grasas y un 8,5% de sólidos no grasos.

La leche desnatada tiene menos de un 0,3% de grasas y muchos menos sólidos no grasos en su composición, perdiendo las vitaminas A, D y E, gran parte de los ácidos grasos esenciales y casi todo su sabor.

Si la leche entera tiene un 88% de agua, la desnatada tiene más del 95% porque lo que no es grasa o sólidos es agua. Siempre.

Es comos decir que si a un litro de leche entera le añadimos un litro de agua, tendremos dos litros de leche desnatada pero con más grasa todavía (como la semidesnatada), más vitaminas y posiblemente más sabor. Aquí depende de marcas. Pero es falso y tramposo.

Tendremos por el precio de un litro de leche, dos litros de leche con agua. No, no me dedico a la multiplicación de los panes y las leches.

Un vaso de leche entera tiene 160 calorías. Uno de leche desnatada unas 85. La mitad. Medio vaso de leche entera y medio de agua también tienen 80 calorías.

Ya lo sé, los que se dedican a vender leche dicen siempre que es falso que la leche desnatada simplemente tiene más agua. Es cierto. No le añaden agua, le dejan la que ya tiene. Simplemente le quitan todo lo demás.

Y con eso hacen queso, yogurt, mantequilla o incluso hacen polvos que sirven para enriquecer leches desnatadas que venden más caras.

Media salchicha Frankfurt de las pequeñas o dos rebanadas de pan tostado son igual a las 80 calorías que se ahorraría cambiando de leche.

¿Y el sabor?

¿Se ha olvidado de cómo sabe la leche entera que venden?, pues hoy es de mucho peor sabor que la que consumía cuando era joven, pero si desea saber qué es lo que se pierde, haga la prueba. 

Ahora están de moda las catas. De aceite de oliva, de agua mineral, de cervezas, de pan. Pues haga una de leches. 

Compre 4 cajas de leche y pruebe. Y juegue a dar a probar. Puede sorprenderse. Una desnatada, una entera normalita, una entera con añadidos y (no se lo diga a nadie) para terminar una entera mezclada con igual cantidad de agua. O incluso busque que es posible encontrar la leche fresca pasteurizada, casi como la de antes.

Es cuestión de jugar y de sorprenderse.

Patito feo en forma de Pera de Roma

Las peras de la variedad Roma son el "patito feo" de la fruta. Ahora que nos invaden variedades desconocidas de frutas de otros países, algunas frutas europeas están siendo arrancadas de los campos… por feas.

La variedad de pera Roma no la compran los consumidores porque en apariencia tiene picazos y manchas que parecen indicar que está por dentro dañada. Pero al abrirlas uno se da cuenta de que son simples manchas propias de la variedad y que no han penetrado.

Ya es tarde, creo, pues en muchos pueblos de Aragón se están arrancando los árboles porque nadie quiere comprar esta pera dura, muy fuerte a la hora de aguantar meses en graneros, con un sabor potente y dulce a la vez que jugosa si se cosecha en su momento (algo casi imposible en la actualidad para ningún tipo de fruta) y que soporta muy bien los fríos.

Los campos se plantan de pera Conferencia, más sosa pero mucho más bonita en la frutería y por consiguiente más vendible.

Estos ejemplares de arriba son del pueblo de Miedes (Zaragoza), se cosecharon el año pasado, y están perfectos para su consumo. ¿Alguien conoce muchos otros sistemas de conservación capaces de aguantar la frescura tantos meses dentro de una piel muy delgada?

Pues las peras Roma son los patitos feos de las peras. Si los ve en la frutería, al menos mírelos con buena cara.

Morcilla aragonesa acompañada de color

Hay muchos alimentos que nos indican claramente que España es plural y bien distinta, y la gastronomía nos ofrece muestras que además de hacernos disfrutar nos enriquecen el mercado y las posibilidades. 

Somos un país de muchos sabores, de gran calidad en nuestros productos gastronómicos, de muy diversas presentaciones en las muy diferentes cocinas españolas.

Una morcilla de Jaén, de Extremadura, de Burgos, de Soria o de Aragón son 5 productos bien distintos. Sin cinco sabores diferentes.

Presento aquí arriba una morcilla salada (no dulce mejor dicho) de Aragón, con arroz y avellana. Pero sirve otra morcilla de arroz, como la excelente de Burgos o de ciertas zonas de Soria. Que no sea dulce ni de cebolla, porque para ellas dejamos otras forma de presentación.

Simplemente frita (si se hace sin piel no se abrirá) y servida con unos pimientos del piquillo sofritos con unas láminas de ajo o no, y un poco de confitura de cebolla para contrastar.

No dejen de comprar morcillas cuando viajan; en cada pueblo, en cada país de esta España maravillosa, tienen morcillas con personalidad propia.

Para beber, un tinto joven Rioja, un Somontano de Crianza o un rosado de Borja pueden ser más que suficientes.

Salmorejo andaluz, con o sin historias, pero con buen pan

El salmorejo es una sopa fría andaluza, de Córdoba principalmente, que se puede tomar como aperitivo o como primer plato, y que sirven en los bares de Córdoba con una manzanilla o con unas cervecitas frescas a modo de tapa. Visitar por ejemplo los bares de la Plaza del Mercado de Córdoba para saborearlos en todo su ambiente es un lujo.

Pero es un plato que en casa se puede hacer de manera fácil. Es casi como una especie de gazpacho pero con suficientes diferencias. Vamos a comentar la receta de forma sencilla, pues por ejemplo sería mejor hacerlo con tomate fresco bien rojo y maduro, pero en estos tiempos los tomates no tienen el sabor que necesitamos.

En una batidora americana se pone una lata de medio kilo de tomate NATURAL sin semillas (mejor si es tomate sin envasar, sin piel y muy maduro, pero tiene más trabajo el plato), se pone digo junto a un panecillo de pan seco de unos días, mojado en agua hasta que se quede blando, y muy escurrido de líquido. 


El pan correcto es el de mollete de la zona de Córdoba. Los puristas ponen solo la miga, yo pongo todo, pero para eso están los colores.

Se añade al tomate y al pan (más tomate que pan) un vaso pequeño de aceite de oliva, unas gotas de vinagre, un ajo pelado y troceado y en el último momento y para rectificar algo de sal.

Todo se bate y tritura muy bien, hasta conseguir una pasta densa, tipo chocolate espeso y de un color sonrosado pero tirando a bermellón. Si queda muy rosa es porque no tiene suficiente tomate maduro y aceite.

Se sirve frío (mejor fresco), con un picado de jamón o de huevo duro. También admite bien algunas hierbas aromáticas y un poco de pimienta o polvo de guindilla en muy poca cantidad.

El vino Manzanilla o el Fino le cae de maravilla, pero también un blanco con cuerpo, un Viñas del Vero, un Albariño o un Txacolí.

Salmorrejo versus Salmorejo

No es lo mismo, ni mucho menos, estimados lectores, salmorrejo que salmorejo. En esta página el título se da a una salsa o fondo que da nombre a varios platos aragoneses. El más conocido es el de "huevos al salmorrejo".

El salmorrejo es un salsa de harina (tipo velouté, con vino blanco y caldo de carne), cocinada sobre un aceite que antes ha tenido unas carnes friendo junto a un ajo o dos, y sobre la que al final y en cazuelita de barro se pone un huevo o dos junto a las carnes (longaniza, chorizo, lomo, jamón) y unos espárragos cocidos para meterse al horno hasta que cuaje la clara.

El salmorejo es en cambio un sopa fría y muy espesa de tomate, pan y aceite, con ajo y unas gotas de vinagre. Por cierto ayer ví en televisión esta receta, hecha por el sin duda gran cocinero Arguiñano, y el hombre que estoy seguro nunca ha probado el milagro del salmorejo, hizo un plato bonito pero que no era un salmorejo, pues este odia el agua y abraza el aceite de oliva.

Cerveza belga LEFFE

Hoy analizamos una cerveza potente, una cerveza con un alto grado alcohólico, un 8,2%, y de la que hay que tener algún cuidado a la hora de beber sin medida.
Es una cerveza belga, que avisa de que está hecha según las tradiciones de las abadías belgas. Sin duda los monjes hicieron mucho por la cerveza, pero también los romanos y los zaragozanos. No me agradan los calificativos que intentan hacernos ver que se hace como hace siglos, cuando no es verdad.
Es una bebida fuerte, de mucho sabor, roja, con bastantes parecidos a algunas cervezas inglesas (o al revés), con un cierto sabor de malta de cebada fermentada, separada de las negras en su sabor y final, que se desace muy bien en boca y deja un sabor que perdura.
No agrada el esceso de gas que lleva, y que se nota según el tipo de copa utilizado y la forma en que es tirada sobre la misma. Intente que le forme corona blanca en el vaso porque si no el gas le molestará en la boca.
Recomiendo usas vaso alto de paredes gruesas, y lanzar pensando en la espuma pues soporta muy bien que esta crezca en el vaso.
Una buena cerveza, una muy buena cerveza, que es ideal para una cata, que es diferente en el sabor a las españolas o a las alemanas clásicas y que se debe conocer.