¿Ayuda el agua con gas a perder peso?


Ahora en 2022 nos repiten que ya no es necesario tomar dos litros de agua al día, que estábamos equivocados, que a lo sumo entre beber 1,5 y 1,7 litros de agua al día ya es suficiente; pero no pareciendo un gran cambio, sí lo es en su concepto claro. 

No estamos hablando de agua incolora del grifo o embotellada, sino de líquidos. En esa cantidad entra el agua de las frutas y verduras, el café o las sopas y el agua del pescado o el pan. Todo tiene agua en su composición. 

Se acabó llevar la botellita encima si no tienes sed en exceso o haces mucho deporte. Los niños y las personas muy mayores sí deben cuidar o dejarse cuidar en estos aspectos, pues o no son capaces de detectar su propia necesidad de líquidos o no los controlan bien.

¿Y el agua con gas? Pues sí, ayuda a perder peso. 

Pero no porque ella misma ayuda a ese cambio físico, sino porque tomada antes de comer, y si no tenemos problemas gástricos, ayuda a saciarnos, a que nuestro estómago quede algo más lleno y por eso admita menos comida, tengamos menos ganas de comer mucho.


Menús de Navidad baratos y fáciles


Estamos a punto de entrar en las semanas clave de la Navidad, y ya nos tenemos que poner a reflexionar sobre qué hacemos para estos días tan complejos en la cocina, asumiendo que todo ha subido más que otros años de precio, que se aumenta sobre las anteriores subidas. Todo es más caro, así que toca poner algo más de imaginación para buscar platos que no sean tan caros, y que nos hagan disfrutar igual o más. 

No todo tiene que ser caro, para ser bueno, bonito y que llame la atención en una mesa diferente.

Veamos algunas opciones no muy caras.

Empecemos con unos aperitivos. Por ejemplo por unas croquetas diferentes. De entrada hagámoslas redondas y no alargadas. Y rebocémoslas con pan rallado hecho por nosotros para que quede más grueso o con pan rallado grueso del que venden. El relleno puede ser de morcilla con cebolla, de salmón ahumado muy picado, de unos filetes de cecina ahumada, de manzana que ha pasado por el microondas y queso azul todo mezclado, de pera o manzana con nueces muy picadas, de pimientos de piquillo y un poco de atún en conserva, etc.

Luego podemos poner unas tostadas de pan integral o de maíz (lo venden muy bien de precio) de esos que ya venden embolsados y cortados en láminas. Pan rústico o incluso pan de frutas. Sobre ese pan, tostado al horno o en tostados, podemos poner desde magret de pato (algo caro) o beicon ahumado pasado por la sartén y por encima unas lascas de queso fuerte, o unas láminas de queso burrata, o todo ello decorado on medios tomates cherry y unos golpes de pimienta blanca o negra. 

También podemos poner en esas tostadas un poco de requesón a trozos pequeñitos y por encima poner unos piñones o unas almendras picadas para que creen contraste de texturas y un picado de perejil, menta o cilantro para complementar. 

Si pones sobre el pan un poco de salsa mayonesa, nata de cocinar, salsa de yogurt o mezcla de mostaza con mayonesa espesa podemos poner encima unos filetes finos de pechuga de pollo hecho a la plancha y servido frío con un picado de cebollino por encima.

Podemos continuar con unos langostinos simples, pequeños, con o sin quitar las cáscaras y cabezas (que si se quitan, puede acabar al día siguiente es una excelente sopa de pescado) y hechos con una salsa de tomate algo picante y con especies a tu gusto. Al servir sobre el plato podemos poner por encima unos nachos o unas patatas fritas de bolsa que ligeramente mezclada con la salsa algo picante, cambian totalmente el sabor y la idea.

Podemos continuar con un cardo guisado, clásico, salsa de harina tostada, algo de piñones o avellanas picadas, y es un plato sencillo y barato.

Hay un truco sencillo y curioso. Todos tenemos en casa recipientes pequeños, tarrinas diminutas en las que escasamente cabe una cucharada sopera de algo. Compra en una tienda cualquier conserva de legumbre que sea poco común en tu zona. Unas fabes, un cocido madrileño, un cocido montañés, etc. Y sirve una mini ración en uno de esos recipientes pequeños, con un ligero picado añadido, que pueden ser unas espinacas pasadas por la sartén, un poco de cebollino o incluso un ligerísimo toque de romero fresco o de tomillo. O unas gotas de brandy. Calentar y servir.

Hacer un pollo o un conejo escabechado es una excelente opción barata. Y el toque a veces está en sus complementos. Unos trozos gruesos de puerro en el propio escabechado aumenta su calidad. Unas olivas o unas zanahorias. Si quieres algo mejor que el pollo, busca una gallina y te dará más sabor con un poco más de tiempo de cocción.

Un cuscús es muy sencillo, frío o caliente. Con verduras o con pechuga al horno de pollo desmigado. Con especies árabes o incluso con tomate en conserva para darle otro color. 

Con pollo o el ave que consideres según tu presupuesto puedes probar una receta diferente si acudes a buscar por internet un pollo vietnamita, un pollo al estilo alemán, etc. No es complicado, es efectista, y nadie sabrá si es vietnamita o de Tahilandia.

¿Te cansa que hablemos tanto de pollo? Bien, hay cortes de cordero que no son tan caros y guisado en una pepitoria con trocitos de jamón puede salirnos maravilloso. El cerdo puede ser otro componente que en Navidad no está caro. Incluso algunos cortes gruesos de ternera para hacer en plancha, que nos podemos atrever a realizarla muy justa de calor por una de las dos caras, para tomarla casi al dentro, casi cruda. Unas alcaparras picadas por encima o una sal gruesa pueden resaltar los sabores.

Y recuerda que también es tiempo de pasteles de pescados, de pescado y verduras, y que con nata encaja muy bien a poco que decoremos bien el plato final.


Galletas stick sabor plátano


Ya son varias las marcas que están entrando en el mercado español de productos de gastronomía, con nuevas presentaciones muy normales en sus países de origen, y novedosas para nosotros, excepto que hayas viajado hasta esos países.

Este ejemplo es uno de ellos, galletitas tipo Mikado, stick japonesas, pero con diversos sabores que no son todavía habituales en España. En este caso son galletas de chocolate sabor plátano, aunque también podrían ser sabor chicle, pues algo también se parecen.

En este caso el producto nos viene desde Indonesia, pero hay varios modelos que llegan desde esa zona de Asia. Lógico en un mundo cada vez más globalizado y que todavía no se había extendido en exceso en el mercado de la alimentación envasada.

Hay que tener en cuenta que estarás probando productos nada habituales como Grasa Marrón, harina de papaina o carbonato de hidrógeno de sodio. Y un 0,32% de polvo de plátano.


Parrillada de marisco, sencilla pero maravillosa en su cocción


No siempre los grandes platos, los reconocidos restaurantes son los únicos que nos pueden sorprender. Ayer mismo en un restaurante de una localidad pequeña cercana a Zaragoza nos sirvieron en un restaurante humilde y bastante escondido, pero conocido por las gentes sel entorno, una mariscada sencilla pero maravillosa de sabor.

No era un enorme mariscada por los elementos que contenía, no era cara, no era tampoco nada extraordinario hecho para sorprender por algunos mariscos no habituales y a veces muy caros. Era una sencilla mariscada muy digna y perfectamente cocinada. Y en eso estaba su secreto.

Una parrillada hecha como es lógico en una gran parrilla, con los tiempos de calor muy correctos en cada una de sus especialidades, con la sal correcta que no siempre es fácil encontrarte esto bien resuelto, nada aceitosa pero en cambio con el sabor natural justo, rodeado de una salsa de ajo y perejil que no se adueñaba de los sabores, sino los resaltaba. 

Un plato dentro de lo que se suele ver en estos casos, perfectamente resuelto, dentro de unos productos normales. Mejillones, berberechos, navajas maravillosas y muy limpias de arena, langostinos y cigalas que antes habían estado congeladas, una sepia y nada más. El truco complejo y sencilla es saber dar a cada producto su punto de fuego correcto. 

No hay bogavantes, ni vieiras, ni nécoras, todo era producto habitual y sencillo, pero por ejemplo los mejillones estaban n su jugo, delicadamente acertado el tiempo de calor, que excepto en Francia o Bélgica, no es sencillo lograr según el tipo de cocción que se desea presentar.

Unos mejillones cocidos con apio y una chorrada de cerveza también deben estar justamente cocinados, y conseguir eso es distinto que hacerlos a la parrilla, pero a su vez, el apio debe cocer antes para que entregue los sabores al caldo de cocción.

Desayunos peligrosos de buffet libres


Un desayuno buffet de hotel puede ser una gran trampa para nuestra salud. Caemos en el exceso, incluso en alimentos que no son correctos por la mañana nada más levantarnos, sobre todo si no solemos tomarlos con normalidad. 

Los cambios contundentes nunca son buenos, menos si duran una semana o incluso dos semanas. Volver a la normalidad anterior puede suponer un desastre en la sangre.

Arriba os dejo un plato sencillo de un desayuno buffet de hotel, a veces tomado por personas de edad avanzada en viajes baratos. Es un castigo inmerecido al cuerpo.

Grasa en exceso, fritos, embutidos, exceso de proteína, poca verdura y poca fibra, y eso que al menos hay un pan de cereales. Este plato acompañado de un zumo falso de naranja, un café con leche de medio litro y dos piezas de repostería suben la glucosa de forma terrible. Grasas, harinas, azúcares incluso en la patata, tremendo.

Unas frutas, unos cereales, un yogurt, huir del exceso de grasas y de repostería, escapar del zumo de naranja lleno de azúcares, y si se puede leche de botella con café en vez de café con leche de máquinas automáticas.