TOPI y sus patatas confitadas en relieve

Unas simples patatas pueden alegrar una comida. Unas mini patatas confitadas, con trufa, boniato, chufas, setas, frutos rojos y caldo de setas como base es una presentación que suena bien y logra un conjunto de sabores fabuloso. 

Una delicada presentación y un curioso complemento. Entre las flores, unas chufas que contrastan perfectamente por su dureza, con la textura suave de las patatas pequeñas y confitadas. Lo de menos es la trufa.

Confitar es cocer en aceite a baja temperatura. No es freír, ni es cocer en agua. Se logra una textura diferente, suave y con algo más de sabor. 
 
Este plato es del menú degustación de la Escuela de Hostelería TOPI de Zaragoza. Un alarde de colores, sabores, texturas, donde lo de menos es comar, sino oler y mirar. Los çacidos frutos rojos encajan de maravilla y a la hora de servir te ponen una especie de gelatina que no sé nombrar y que se va deshaciendo al añadir el caldo de setas caliente.

Pizzas verticales con jamón de Teruel

Como entrante de una comida en una escuela de hostelería de Zaragoza, el TOPI, nos ofrecieron dos presentaciones de lo más habituales y normales, pero que en un caso sin duda, rompía con todo lo que uno puede esperar de unas simples pizzas.

Por una parte el clásico jamón de Teruel con pan tostado y tomate natural, acompañado de un ajo por si decides atreverte con su frotamiento. Perfecto, como es lógico en un buen tomate de Barbastro y un excelente jamón de Teruel.

Pero por otra parte nos ofrecieron unas pizzas verticales, esos palotes de pan que vemos en la imagen, junto a otros dos tipos de pan de semillas muy distintos, acompañados de unos vasitos de orégano, tomate tipo pizzas y queso. El ejercicio es sencillo. Se moja el palote en el vasito del tomate y luego se pasa al orégano para terminar en el queso. O a gusto del comensal, pues con diferentes tipos de pan y de tomate, más que jamón, las posibilidades son suficientes para entretenerte con los aperitivos.

Repostería árabe que entra por los ojos

No es sencillo crear unos pastelitos, una repostería con mejor cara, con una presencia más elegante, y que además tengan siglos de existencia su receta. Miel, harina, almendras, buen gusto, tradicciçon en esta repostería árabe, marroquí o libanesa, que entra por los ojos, antes de entrar por la boca. Cada vez además, más presente y vendida en todas las ciudades de España.

Dos bocadillos diferentes y sencillos


El mundo de los bocadillos no tiene fin, siempre somos capaces de inventarnos alguno nuevo, para sorprendernos y sorprender. Os dejo dos ejemplos sencillos. El uno es un simple bocadillo de filete de ternera con bacon o panceta a la plancha con una salsa mayonesa con algunos toques a gusto de cada comensal según nos guste más ácida, dulce o picante. Y por encima de las carnes unos ajos tiernos fritos. El pan ha pasado antes por el horno para que resulta más crujiente.

En el otro caso hay que buscar un pan parecido al de la imagen, para lograr el efecto casi checoslovaco del bocadillo. Un pan redondo y grueso, al que vaciamos de parte de su miga y rellenamos con una tortilla de sobrasada cortada a trozos, con un pequeño toque de miel o de picante. Por encima en este caso se le han puestos unos pimientos de padrón a los que les sobra el rabito, pero también encaja muy bien unos pimientos verdes de cristal.

Dos bocadillos sencillos y perfectos para una tarde de manta y fútbol o película. Una hermosa y sencilla forma de acabar (casi) el día.

Patatas fritas, rápidas, fáciles y con truco

Una simples patatas fritas congeladas pueden lograr un gran protagonismo en una cena o merienda, si les añadimos unos detalles muy sencillos. En este caso sobre una base de una salsa mayonesa con unos toques de yogurt para dejarla algo más ácida, hemos colocado las patatas fritas de las congeladas, para que el plato sea rápido. 

No tiene más truco que lograr una freidora con capacidad suficiente, mejor si es aceite de girasol para que no aporte sabor. Unos golpes suaves de sal, y por encima unas ralladuras de quesos de la nevera. Si no tienes quesos, se pueden comprar bolsitas con variedad de quesos rallados. 

¿Y esas carnes? Pues cuando falta poco para sacar las patatas de la freidora se le añade un trozo desmigado de longaniza o unos trocitos de bacon. Si le añdidmos chorizo desmigado es mejor hacerlo en sartén aparte para que no nos manche el aceite de la freidora.