Todo comenzó con QuimiCefa. Y ahora ya… cocinero

Si de niño o niña te ha gustado jugar con QuimiCefa, ese juego zaragozano que se vendía en toda España con decenas y decenas de experimentos que hubo que suspender su venta por motivos de seguridad y adaptarlo a más suave… si te gustó digo QuimiCefa… te tiene que gustar cocinar ahora. Cocinar es jugar a QuimiCefa.

Cocinar es mezclar "cosas" y lograr algo nuevo, comestible, digerible, hermoso, bien presentado, con buenos colores y olores y a ser posible con alguna novedad de tu propia cosecha. 

No te quedes en cocinar con arreglo a lo que todos vemos en los restaurantes o en los vídeos de cocina. Innova, haz experimentos, haz cambios. 

Algunas veces fallarás, es lógico, otras aquella saldrá fatal, entra dentro de lo lógico en cualquier aprendizaje. Pero es que aprender nunca es sencillo. Hay que seguir insistiendo. Ahora hay escuelas de cocina en donde te enseñan las técnicas base de la cocina, hay espacios televisivos en donde aprender, no son tantas las técnicas básicas que debemos aprender para empezar a practicar. 

Cocer y saber tiempos. Freír y saber temperaturas. Amasar y mezclar. Presentación y buen gusto. Entender algo de arroces y de cocidos, de tu propia gastronomía de la zona, y aprender a manejar el horno y sus tiempos. Cuatro cosas que te facilitarán no equivocarte mucho. Y tener buen olfato y un gusto lógico. Pues recuerda siempre, que todos los platos hay que probarlos antes de terminarlos por si necesitan alguna rectificación. 

Si dominas estas técnicas sencillas, es cuestión luego de tener una agenda donde apuntarse tiempos de verduras, pescados o carnes. Tiempos y temperaturas en cada herramienta de cocina. Y enseguida empezarás a querer conocer las especias, las salsas, los añadidos curioso, las dobles cocciones, la cocina lenta, las reposterías y panaderías, los postres y los aperitivos.