Oreja guisada con garbanzos o garbanzos con oreja guisada

La cocina, que sin duda es un arte efímero pues a los pocos minutos de terminar un plato te lo comes y desaparece, se asemeja a la pintura en cuanto que bebe de la mezcla de colores, de elementos, en una infinidad de posibilidades. Os dejo arriba una imagen con dos elementos fáciles, dos conservas, una de oreja guisada y otra de garbanzos cocidos. Veamos qué podemos hacer con ellos. Pueden sin duda salirnos cuadros muy diferentes según el cocinero que los trabaje.

Si simplemente abrimos las conservas, las mezclamos y la dejamos cocer juntas durante cinco minutos ya tendremos un plato suficiente y sabroso. Primera opción y la más sencilla y rápida. amarillo más cían igual a verde.

Pero podemos abrir antes de nada la conserva de oreja guisada e inspeccionarla. Veremos que no lleva ni chorizo ni jamón. Y que no pica nada. Ya tenemos más pistas. Podemos antes de nada y en la cazuela donde vamos a realizar la mezcla, poner a pochar un puerro, un pimiento verde todo muy picado, algo de ajo o cebolla. Y añadir agua para hacer un caldo, o poner a sofreír con la verdura pochada una cucharada sopera de tomate triturado. Colores y mezclas.

Debemos añadir el contenido de la conserva de oreja guisada y dejar cocer 2 minutos, para en ese momento probar el caldo de la verdura pochada y la oreja. ¿Añadimos sal? ¿Un poco de brandy o de vino fino? ¿Un poco de pimentón picante o no, algo de pimienta? A continuación añadimos los garbanzos con o sin su caldo de la conserva. Y en ese momento decidimos si le añadimos un puñadito de arroz o no se lo añadimos. Y si queremos oreja con garbanzos o garbanzos con oreja. Otra decisión más que depende de la cantidad de cada uno de los dos elementos clave.

Toda la suma de colores, elementos, mezclas, sabores, hacen que sin duda mi oreja con garbanzos sea distinta a tu oreja con garbanzos. Aunque sigamos la receta de forma magistral, lo normal es que nos salga un producto parecido pero con infinidad de posibilidades en cuanto a los sabores. ¿Le hemos puesto algo de jamón picado? ¿Y algo de chorizo picante? ¿Le ponemos casi al final de la cocción unas rodajitas pequeñas de morcilla?