Patatas revolconas con torreznos, cocina castellana


Unas buenas patatas revolconas con sus torreznos son un plato de cuchara, castellano y viejo, para días de necesidades y sabores contundentes. El plato tiene dos lecturas, No es lo mismo patatas revolconas con torreznos que torreznos con patatas revolconas. En la cantidad de uno o de otro ingrediente está la madida y el nombre. Yo prefiero las patatas revolconas o patatas meneás. Se les llama en algunas zonas de Castilla o de Extremadura, patatas machaconas o revueltas.

Por una parte cocemos unas patatas peladas con agua y sal, más dos hojas de laurel para darle olor y algo de sabor. Y las machacamos y reservamos. No es necesario hacer un pure total, sino un pure grueso y espeso.

En una sartén freímos unos trozos de panceta del tipo de Soria o Castellana, de la que sirve para hacer torreznos. Pero en poco aceite hasta que se doren y queden crujientes y cortada en trozo pequeños. No son torreznos sino panceta bien tostada. 

Se retiran los torreznos y en el poco aceite y grasa que hay en la sartén añadimos media docena de ajos fileteados  y cuando ya estén dorados en el aceite de oliva y grasa de la panceta le ponemos una cucharada de pimentón dulce (a veces un poco de pimentón picante junto al dulce garantiza más sabor), damos dos vueltas y vertemos todo encima de la patatas hechas puré grueso. Se envuelve todo bien para que se mezcle y cuando ya todo está bien unido de color y sabor se sirve bien caliente y se ponen por encima del plato las torreznos que habíamos frito.