Bacalao a la plancha con verduras pochadas

No hay pescado más fácil de hacer y servir, con más calidad y sabor, más agradecido para presentar que el bacalao, sea filete fresco o salado. Y a su vez si nos pasamos de cocción habremos arruinado el pescado. Es muy fácil de hacer, pero hay que estar pendiente del calor.

En ambos casos el número de recetas que se pueden hacer es muy numeroso y sirven en casi todos los casos para ambos modos de tener el producto. Puede ir en gustos. Un buen filete de bacalao fresco con pocos tiempos fuera del mar es maravilloso para hacer a la plancha o en una sartén con muy poco aceite.

Simplemente se pone sobre la zona de la piel y se deja que se tueste esta, y mientras el propio calor de la plancha metálica va subiendo por dentro del pescado haciéndolo por dentro desde abajo hacia arriba. Si el trozo es muy grueso se puede tapar con una tapadera para que el propio calor se concentre más y ayude a que quede hecho por arriba. 

En cuanto las lascas del pescado se quieran desprender (ver en la imagen como parecen separarse sin hacerlo) ya está hecho. El "punto" es fundamental. Poco hecho no vale y muy hecho lo habremos convertido en una suela de zapato. Tiene que quedar jugoso y que las lascas del pescado se pueden desprender fácilmente nada más tocarlas.

Si es fresco un poco de sal, si es desalado a su punto, nada de nada. Al servir ponemos unas tiras de pimientos variados y cebolla, todo bien pochado en una sartén con aceite, lentamente y algo de agua en su cocción para que la verdura se poche mejor y mas rápido.