Comer barato, aprendiendo a cocinar con gusto. Las conservas españolas.

Una manera de seguir disfrutando de la gastronomía y de que la economía no se nos dispare, es aprender a cocinar platos a veces muy sencillos pero a la vez gratificantes.
Las conservas españolas son un lujo, comparadas con lo que se puede encontrar en el resto del mundo. Puede sonar fuerte, pero es cierto. Las conservas españolas sobre todo de pescado, son únicas en el mundo.
Si una conserva la sabemos preparar bien en un plato acompañadas de algunos detalles, si la sabemos presentar junto a otros productos, obtendremos un plato de restauración.
Unos chipirones rellenos (de sus patas) sin su caldo pero con unas gotas de aceite de oliva y unos frutos secos de acompañamiento, sirve de aperitivo excelente.
Unos mejillones en escabeche junto a el contenido de una lata de hígado de bacalao, y unas olivas negras perla, sirven de primer plato si añadimos en una bandeja unas patatas fritas campesina.
Un bonito en conserva junto a media cebolla cortada en láminas y pasada por el microondas un minuto, es un plato maravilloso.
Unas anchoas sobre unos cogollos de lechuga y unas gotas de salsa yogurt de bote de una presencia de restaurante.
Y otro día más.