Ensalada de rúcula con queso parmesano y nueces


Para días de calor, nada mejor que las ensaladas, invento simple pero muy eficaz para días cansados pues es muy sencillo de hacerlas. En esta caso es una ensalada de rúcula con queso parmesano y nueces con algo de tomate.

La rúcula la puedes sustituir por brotes verdes de cualquier tipo, con una ensalada verde y escarola o canónigos. 

Un generoso aceite de oliva virgen (carísimo en este año) muy poco o nada de vinagre, si acaso medio limón junto a la ensalada por si el comensal quiere poner algo de ácido, y ser generoso con queso parmesano o un queso seco y con sabor.

Las nueces pueden cambiarse por piñones, por cacahuetes o por pasas. Incluso por una mezcla de todos estos frutos secos. Y si quieres un toque ácido, unas láminas de manzana también encajan muy bien.

Yo no le pondría vinagreta, solo aceite y si acaso limón, pero eso va en gustos. Sal en cambio —a ser posible controlarla por la salud— generosa.