Churros con chocolate. Muy español. Aprende a elegirlos


Hay un producto gastronómico español que goza del reconocimiento de todo quien lo prueba y ese es… los churros para cualquier desayuno. Churros españoles con una taza de chocolate o con un café con leche, crujientes, calientes, no muy aceitosos, algo dulces si quieres pues para eso te ponen el azúcar aparte y sobre todo que estén recién hechos.

Por eso es muy complicado hacer churros en los bares, por eso y porque la técnica no es nada sencilla aunque solo lleven agua, harina y un poquito de sal en su composición básica. Hacer la masa es complicada o incluso hacerla bien es muy complicada. Tener el aceite a la temperatura de una churrería es difícil. Cada churrero tiene su "pequeño" truco para lograr los churros perfectos y de hecho no hay muchos sitios en donde se hagan bien.

¿Pero… qué tipo de harina y en qué proporción? ¿A qué temperatura exacta hay que añadir el agua a la harina? ¿A qué temperatura debe estar el aceite para freír los churros según su grosor?

Además no todos los churros son iguales, ni saben igual los churros que las porras aunque la masa sea la misma pero se fríen a distinta temperatura, ni son parecidos los churros andaluces que los de Madrid o los de Aragón. Incluso ni en forma y sabor. Cada zona tiene su punto, y si se hace crujientes y recién hechos, en todos los sitios, siendo diferentes, están de maravilla.

Una buena churrería se nota enseguida. Es muy fácil de reconocer. Es un local o camioneta que siempre tiene el aceite humeante pues eso indica que hace MUCHOS churros. La mejor garantía de una buen churrería es que haya gente comprando. Y si hay personas esperando, más mejor. 

¿Funcionan los churros congelados que se venden en supermercados? Pues seamos sinceros: NO. Son cómodos, pero no se ha logrado el punto. Tampoco las pizzas congeladas son iguales a las pizzas recién hechas en una buena pizzería.