Menú de Boda, 2017. Ganas de morir en el intento

Las bodas en los últimos años se han convertido en auténticos ágapes romanos o como poco en cenas de altas alcurnias, muy preocupantes para los bolsillos de los que tienen que pagar. Uno se pone a revisar un menú de boda y sin duda además de hacérsele la boca agua, le entra envidia y…, y ganas de huir para no ser invitado.

¿Quién paga todo esto?

Este menú, maravillosamente elegido, es un menú zaragozano de la reconocida casa La Bastilla, pero es un menú imposible, pues todos ellos deberían estar hechos para degustarse y disfrutarlos con calma. ¿Hay muchos que puedan de verdad saborear tantísimas delicias, platos de nombre rimbombante, aperitivos que a cualquiera volverían líquido?

Creo, con sinceridad, que los clientes nos estamos pasando a la hora de caer en los gastos que no deberíamos, pues no es posible invitar a 200 a tantos platos, y no morir en el intento.