Pescado cocido como hace un siglo, actualizado a nuestra cocina


Hace un siglo todos los pescados se hacían en el hogar preferentemente cocidos o a las parrillas del fuego de casa. Los hornos no eran tan habituales en las cocinas, y los aceites para freír eran caros como para tener una cazuela con tres litros dispuestos para frituras y que duraran el tiempo suficiente como para amortizarlos.

Pero los pescados cocidos tienen su punto y no resultan hoy tan sabrosos, aunque en aquellos años se utilizaban pescados de mar o río que hoy ya no tomamos como percas, lucios, barbos, rayas, platijas, sargos, esturiones, etc.

Si adaptamos las recetas al mundo actual, una vez bien limpios los pescados, escamados y lavados se pueden hacer enteros o cortados en trozos, puestos a cocer en una mezcla a mitades de agua y leche, por ejemplo medio litro de cada. Se añade a este caldo dos cucharadas soperas de mantequilla o aceite, una cucharadita pequeña de sal, lo mismo de pimienta blanca y un vaso de 250 cc. de vino blanco. A ese caldo se le pueden añadir unas setas, unas alcaparras, unos granos de pimienta verde, una pizca de pimentón dulce o picante para dar color, y unas hierbas que tengas a mano como perejil, cilantro, un poquito de tomillo o romero, algo de orégano, etc.

El pescado lo añadimos cuando esta salsa de cocción esté hirviendo y lo dejamos cocer unos 15 minutos si el pescado es de un kilo, y en proporción menor si el pescado es más pequeño.

A la hora de servir puede añadirle una salsa a tu gusto, tipo yogurt, mayonesa, mostaza suave, curry diluido, tomate picante, etc.