Los tubos de aperitivos "Pringles" se han hecho un hueco importante en el consumo español, sobre todo por una calidad muy aceptable o incluso diríamos que alta en su producto, aun teniendo un precio algo alto en relación a otro tipo de snack.Estas cajas tanto en su marca origina como en las marcas blancas, se han hecho un hueco en la cesa de la compra en pocos años a través de numerosos sabores, aunque en realidad siempre son puré de patata mezclada con otros ingredientes químicos casi siempre para darle sabor y con la que después crean artificiales láminas de patatas similares a las fritas.
Es un producto belga, que ofrece diversos tamaños de caja, dirigido más a un consumidor adulto y que todavía nos puede ofrecer novedosos sabores, porque en otros países los comercializa con sabores que en España no ha conocido todavía.
Pero sobre todo, ha obligado a las empresas de su competencia más directa y que venden patatas fritas convencionales, a explorar nuevas presentaciones y sabores, para poder competir en un mercado que curiosamente, sí admite productos de un precio muy variable, desde los 40 céntimos a un euro y medio o incluso más de dos.