Una vasija prehistórica para conservar mermeladas


La gastronomía, la alimentación y el buen gusto o el deseo de entender que cocinar es mucho más que no morir de hambre es algo que el ser humano lleva asumiendo desde hace miles de años. Desde la prehistoria hay ejemplos en las cerámicas, en los utensilios de cocina, que nos indica que los alimentos además de ser cocinados o conservados, eran parte del lujo, del buen gusto, del deseo de agradar.

Esta tipo de vasija se le llama "Calàt" y se trata del recipiente más característico de la época ibérica en el noreste español. Reconocemos este objeto tan particular por su forma, única en su género, por su forma de sombre de copa.

La pintura de la superficie combina elementos geométricos y vegetales. A veces aparecen personas en las decoraciones que también a veces representan animales comunes en las zonas más meridionales de aquella España.

A menudo se ha pensado que su uso en la cocina está relacionado con la conservación de la fruta en la miel, y con las mermeladas de futas que se debían conserva largos tiempos.