Agua corriente y del grifo. Un lujo


Durante siglos y hasta no hace muchos años, tener agua corriente en casa no era lo normal. Hoy todos sabemos, admitimos, que al abrir un grifo sale agua para beber. Incluso muchos creen que es mucho mejor comprar agua embotellada sin valorar el agua del grifo.

Pero todavía estamos personas de 65 años que hemos conocido en nuestros pueblos la situación de no tener agua potable ni de ningún tipo en el hogar. El agua se iba a recoger al pozo, a la acequia, a la fuente del pueblo. Y se llevaba a la casa, en donde se guardaba en tinajas, lista para beber, cocinar o lavarnos.

Estas tinajas son del siglo XV pero similares a las que se estuvieron utilizando hasta bien consumida mitad del siglo XX. En las grandes ciudades hasta el siglo XX sucedía algo similar, y el agua para el consumo había que ir a buscarlo a las fuentes o te la traían a casa los aguadores, que con tinajas grandes y asnos o burros, la vendían de puerta en puerta.

Darle valor al agua corriente de nuestras viviendas actuales, sabiendo que nuestros padres o abuelos no dispusieron de ese lujo, es también aceptar que todo se lograr con el trabajo de las generaciones anteriores.