Falafel, croquetas de garbanzos orientales

El falafel es un producto oriental como si fuera una masa de croqueta —a veces se hace también como una pequeña hamburguesa o una bola redonda— frita con aceite de oliva y que se elabora principalmente con puré de garbanzos. Se suele servir como entrante, primer plato o cómo bocadillo en pan de pita caliente. Veamos cómo hacer este plato entre árabe u de la cocina india, que es muy sencillo de realizar.

Los garbanzos los ponemos en remojo la noche anterior, y al día siguiente y sin cocinar los trituramos bien, junto a un poco de cebolla cruda, uno o dos dientes de ajo, un poco de perejil y una tacita pequeña de agua. Tiene que quedar una masa espesa, como de croqueta tradicional.

Le añadimos a la masa sal, pimienta negra y algo de cayena para que pique ligeramente, y un poco de especias tipo árabes u orientales, como el curry o el ras al hanout. Para que la masa luego no quede excesivamente densa al freír, demasiado “ladrillo”, se le puede añadir un poco de bicarbonato. Se deja toda la masa media hora para que repose y se mezclen los sabores.

Si al final la masa queda muy espesa se le puede añadir algo de leche o agua y si queda muy clara, algo de pan rallado.

Se fríen las croquetas ya formadas, en abundante aceite de oliva o girasol, con fuego fuerte para que queden tostados por fuera, y se sirven acompañadas con una verdura, y con una salsa tipo hummus, yogurt con pepinillos o como la que vemos en la imagen que es tomate natural picado con un toque picante.