Mejorar embutidos de manera sencilla y en casa

Una manera para sacar mejor provecho de algunos embutidos, incluso baratos y de calidad muy normal, es dejarlos secar algo más en casa. Desde hace algunas décadas, en algunos pueblos en los que ya no se crían cerdos para hacer matacía por problemas de costo o legales, se compran piernas enteras de cerdo que curan en sus casas para seguir con la tradición. Pero en muchas casas esta costumbre se ha cambiado por comprar jamones ya curados, pero normales, a los que someten a un secado en sus propias bodegas o rincones secos y oscuros durante unos meses hasta conseguir un producto muy diferente al primero, mejorado con las semanas o meses de secado extra.

En casa podemos hacer esto en plan más sencillo con chorizos o longanizas envasados al vacío. Si los retiramos del envoltorio y los dejamos secar al aire seco de un piso, al menos tres días, el producto mejora muchísimo en textura e incluso en sabor al orearse nuevamente. Si son chorizos o longanizas tiernas podemos darles una pasada en una sartén con aceite normal a una temperatura media hasta que se hagan por dentro sin freírse mucho por fuera y después conservarlos en el mismo aceite de freír unos meses incluso. Si al aceite de freír le hemos añadido unos ajos, un ramillete de orégano, tomillo o romero, el sabor todavía mejorará más. Es cuestión de probar sabores y quedarse con los que más nos apetezcan.