Patatas Bravas de Martorell. Poco picantes

Hay muchas formas de preparar unas patatas bravas, y de presentarlas. Esta es de las más sencillas que me han ofrecido pero a la vez "bonita" y de una cierta calidad final. Partimos de unas patatas congeladas que no es lo más correcto pero que si queremos hacerlas rápidas pueden servir.  Nos evitamos pelarlas, cortarlas y vienen ligeramente precocidas.

Una buena fritura para que se queden crujientes sirve, aunque también hay patatas bravas nada crujientes, tampoco simplemente cocidas, sino en una textura suave. Ya he advertido que el mundo de la patata brava es inmenso.

Dos salsas, y eso si que es imprescindible. Una salsa de tomate picante aunque se pueden tomar sin picar pero ya no son bravas sino otra cosa, y una salsa mayonesa por si se quiere acompañar. Yo personalmente si la salsa de tomate picante está buena no necesito para nada la salsa mayonesa. 

Pero tiene que estar picante de verdad, algo que en los últimos tiempos es cada vez más complicado de conseguir en salsas caseras de bares. Todo el mundo va sirviendo las salsas ya prefabricadas y además con un picante muy justo para no molestar a nadie.