La escalivada también puede ser aragonesa


La escalivada o escalibada es un plato típico de las regiones del Este de España, con ligeras variaciones regionales. Desde Cataluña hasta Valencia, pasando por Aragón, este plato campestre se elabora con verduras asadas a la brasa o la parrilla, o incluso en el fuego del hogar. 

Una vez asadas, las verduras se enfrían para retirarles la piel, se cortan en tiras y se mezclan con sus jugos, aceite de oliva virgen, sal e incluso un toque de ajo picado. 

Las verduras típicas utilizadas en diversas proporciones son berenjena, cebolla, pimiento rojo y, en ocasiones, tomates maduros.

La escalivada es un plato más apropiado para el verano u otoño, ya que no es caliente y estas épocas del año son ideales para la abundancia de estas verduras. Es un plato casero, perfecto para una cena relajada mientras se charla alrededor de la mesa.

Siempre se sirve a temperatura ambiente y no es recomendable recalentarlo ni dejarlo en la nevera durante varios días, ya que esto puede afectar su sabor. 

Se consume como una ensalada o como acompañamiento de carnes a la brasa. También es deliciosa sobre una rebanada de pan tostado a la brasa, con una auténtica anchoa encima, de esas que despiertan los sabores con el calor del pan recién tostado.

En la imagen que se muestra arriba hemos incorporado pequeños toques modernos a la escalivada clásica. Se ha emplatado en un molde circular y se ha cubierto con trozos de lomo de bonito en aceite. 

La decoración final incluye hojas de endivias moradas (aunque se puede utilizar otro tipo de lechuga) y un toque sutil de olivada, un puré de aceitunas negras de Aragón. El resultado es una experiencia verdaderamente maravillosa con el jugo de las verduras asadas por encima.