Nadie duda de que los bombones belgas o franceses (sobre todo los primeros), si los hacen una buena empresa que utilice manteca de cacao en su totalidad, sirven unos productos fabulosos. Complicados de imitar.
Pero los bombones españoles son también exquisitos, más baratos al no emplear en su totalidad manteca de cacao en muchas presentaciones, y que logran sabores incluso más potentes.

Y de esta forma podréis decir con rotundidad qué tipo de bombones os gustan más. Una pequeña cata de bombones. Pero que sean de calidad para no jugar con ventaja unos sobre otros. Es un vicio algo caro, pero la ocasión la merece.