A unas hojas de lechuga en un lateral del plato le han añadido por encima remolacha de conserva en hilos. Lo peor resuelto del plato. Un poco de maíz o de brotes de soja también hubieran encajado y le dan un toque más fresco.
Por delante del plato han puesto un tomate sabroso cortado en carpaccio o láminas finas, con unas olivas negras cortadas en rodajitas y unos trozos de queso de cabra, todo con unos golpes de orégano que al conjunto le encaja de maravilla. Sal, aceite suficiente de oliva virgen y solo una gotas de vinagre de Jerez. Son cinco elementos sencillos pero con un resultado excelente. El orégano tiene gran parte de la responsabilidad final en el sabor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario