Lomos de merluza en su punto, cubiertos de jamón y setas

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Un simple lomo de merluza sin congelar puede ser un gran plato y muy sencillo o parecer un trozo de esparto incomible. Depende sobre todo del punto de cocción.

El pescado, en este caso merluza, es mejor sacarlo (siempre) del fuego un segundo antes de que esté en su punto, que un segundo después de cuando deberíamos.

Aunque con sinceridad no es tan crítico ni complejo el punto de cocción del pescado. Pero no hay que pasarse de cocción y en el momento en que pierde el nacarado por dentro ya lo tenemos casi pasado.

Depende el tiempo de cocción del pescado de varios factores.

 La fuerza del fuego o el tipo de este, pues no es lo mismo gas que eléctrico, plancha o sartén, brasas o parrilla.

 El grosor de la plancha o de la sartén y el tiempo que seguirá dando calor si no lo retiramos tras apagar el fuego hay que conocerlo y dominarlo.

 El grosor del pescado sobre todo y si lleva piel o no hay que tenerlo muy en cuenta.

Un lomo de merluza si al servirlo, lo cubrimos con un picado fino, tamaño alubias, de una mezcla de jamón serrano, jamón cocido y setas de cardo a la plancha, todo de igual tamaño y que habremos frito en sartén junto a un ajo pequeño muy finamente cortado, nos termina un plato espléndido y de gran sabor.

Si lo acompañamos de unas alcachofas cortadas por la mitad y hechas en la plancha o fileteadas y fritas en muy poco aceite, para que solo se coma la parte del corazón y se dejen tostadas las hojas de fuera, está de premio acompañando a la merluza.